Ausente con aspiraciones: Lenia Batres y su campaña por un cargo que, al parecer, no le entusiasma ejercer

Mientras la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) acumula expedientes en espera, su ministra Lenia Batres acumula giras de campaña. Por tercera ocasión, su ausencia ha impedido que la Segunda Sala sesione, dejando en pausa 21 asuntos programados. La razón, aunque no siempre clara, parece constante: Batres no llega, no avisa a tiempo o se retira antes de que la sesión concluya. En cualquier caso, la consecuencia es la misma: parálisis judicial.

Desde el arranque de las campañas judiciales el 30 de marzo, Batres ha dejado claro que no piensa solicitar licencia para hacer proselitismo. Es decir, quiere hacer campaña sin dejar el escritorio… que no ocupa. En su lugar, ha preferido recorrer Xochimilco, Tláhuac y otras comunidades para hablar de justicia, mientras en su silla del pleno sólo se acumula polvo y pendientes.

La situación se ha vuelto rutina: el presidente de la Segunda Sala, Javier Laynez, solicita a la secretaria verificar quórum, esta informa que no hay suficientes ministros presentes (porque Batres no está), y acto seguido, se levanta la sesión. Ya ni siquiera es sorpresa.

En una de las sesiones suspendidas, Batres sí apareció, pero se retiró antes del final. En otra, su equipo avisó que llegaría tarde, pero no se concretó su llegada, y en la más sonada, se fue molesta tras ser impedida de votar en un caso relacionado con el empresario Ricardo Salinas Pliego. Según los reportes, su abandono fue una protesta contra lo que consideró una resolución “ilegal”. Pero su ausencia, sea por molestia, agenda apretada o ambas, no impidió que se acumularan casos pendientes, algunos de ellos controversias constitucionales de alto interés público.

¿La justicia puede esperar? A juzgar por la ministra, sí. Los 30 asuntos que quedaron pendientes en marzo, los 21 de abril y los que vendrán, pueden ser reprogramados. Total, siempre hay un próximo miércoles.

Mientras tanto, el ritmo de trabajo en la SCJN ha disminuido “por la transición”, según argumentan desde el interior del Poder Judicial. En realidad, parece más bien un ajuste para que las candidatas puedan recorrer el país sin distracciones como, por ejemplo, impartir justicia. Ni Batres ni sus colegas Esquivel y Ortiz Ahlf han pedido licencia para hacer campaña. Pero al menos las otras dos todavía aparecen en las sesiones.

En resumen, Batres quiere seguir en la Corte, pero está más interesada en recorrer mercados que en revisar controversias. Propone “mejorar la justicia”, pero su forma de hacerlo es no asistir a las sesiones que permiten administrarla. Es como postularse para ser chef, sin entrar a la cocina, pero con muchos folletos que prometen “una sazón distinta”.

No se puede negar su compromiso… con su campaña.

_____

_____

Previo

El mayor daño patrimonial en salud pública: ASF investiga a funcionarios del gobierno de Cuitláhuac García en Veracruz

Siguiente

Yucatán despenaliza el aborto hasta las 12 semanas, pero mantiene freno constitucional