Trump anuncia acuerdo con Israel para cese al fuego en Gaza; Hamas aún no responde

Donald Trump ha anunciado que Israel aceptó los términos para un alto el fuego de 60 días en Gaza, como parte de una propuesta negociada con respaldo de Qatar y Egipto. Sin embargo, el acuerdo todavía pende de un hilo: Hamas aún no ha dado el visto bueno a la propuesta, que forma parte de un complejo entramado diplomático marcado por presiones cruzadas, ofensivas militares y tensiones regionales.
Desde su plataforma Truth Social, el presidente estadounidense afirmó que sus enviados mantuvieron “una larga y productiva reunión con los israelíes” y que se trabajará con todas las partes “para poner fin a la guerra”. Según CNN, esta propuesta fue el resultado de meses de gestiones encabezadas por el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y fue presentada el mismo día en que Ron Dermer, ministro israelí de Asuntos Estratégicos, visitó Washington.
La iniciativa se da en un momento particularmente volátil. Israel continúa sus operaciones militares en Gaza y ha intensificado los ataques en zonas como Shujaiya, donde habitantes reportan bombardeos diarios y presencia constante de tanques. El ejército israelí declaró haber destruido 3 km de túneles usados por Hamas y atacado 140 objetivos en 24 horas. Según cifras locales, al menos 26 personas murieron el martes, incluidas 16 que esperaban ayuda humanitaria. El Comité Internacional de la Cruz Roja expresó su alarma por el deterioro de las condiciones humanitarias en la Franja.
A pesar de las declaraciones de Trump, no está claro si Hamas aceptará un acuerdo temporal. El movimiento islamista ha insistido en un alto al fuego permanente y en conservar su control territorial, puntos que Israel no está dispuesto a aceptar. No obstante, una fuente citada por CNN dijo que la nueva versión de la propuesta “busca atender algunas de las preocupaciones de Hamas” respecto a un pacto previo que había sido rechazado.
Las palabras de Trump se producen en vísperas de una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien ha mostrado señales ambiguas: por un lado, afirmó que “se han abierto muchas oportunidades” tras las recientes operaciones en Irán, incluyendo la posible repatriación de rehenes; por otro, su gobierno ha endurecido la ofensiva militar y mantiene silencio sobre detalles del viaje a Washington, más allá de mencionar que se discutirá un acuerdo comercial y la situación con Irán.
Mientras tanto, el conflicto amenaza con expandirse. El lanzamiento de un misil desde Yemen —atribuido a los hutíes— provocó una advertencia directa del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quien dijo que el país árabe podría enfrentar el “mismo destino que Teherán”. La respuesta no se hizo esperar: desde redes sociales, voceros hutíes reafirmaron su apoyo a Gaza mientras continúe la ofensiva israelí.
Además de los actores estatales, más de 150 organizaciones humanitarias como Oxfam y Save the Children pidieron desmantelar el actual sistema de distribución de alimentos en Gaza, por considerarlo caótico y peligroso. Testigos han reportado múltiples muertes en filas de ayuda humanitaria, mientras hospitales como el de Jan Yunis contabilizan decenas de muertos por bombardeos.
Trump afirma que el acuerdo propuesto “no mejorará, sólo empeorará” si Hamas no lo acepta. No obstante, su narrativa omite que la tregua —de concretarse— no pondría fin a la guerra, sino que funcionaría como un alto al fuego condicionado a la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos.
Así, la supuesta “propuesta final” no es ni final ni plenamente acordada. Más bien, se trata de un borrador en disputa, cuyas posibilidades de éxito dependerán de lo que Trump y Netanyahu puedan negociar la próxima semana, y de cuánta presión internacional logre persuadir a Hamas de modificar sus líneas rojas. Hasta ahora, el reloj sigue corriendo y las bombas siguen cayendo.