Un día después de acusaciones contra Alfonso Romo, anuncia AMLO que ‘cachitos’ del avión se venderán el 9M

En una de esas coincidencias que parecieran pensadas para marcar agenda, el Gobierno Federal hoy anunció que el inicio de venta de “cachitos” para la no-rifa del avión presencial iniciará justo el lunes 9 de marzo.

De inmediato, comenzaron a surgir comentarios en redes sociales que apuntaron algo claro: el presidente López Obrador, tan grande él en cuestión de los símbolos, no está dando muestras de ser “el presidente más feminista de la historia”. En un tema tan delicado como la crisis (constante, pero ahora más mediática que nunca) de feminicidios en México, resulta al menos interesante la falta de tacto de la Presidencia.

La declaración, si bien ya estaba en la agenda la promesa de la rifa del avión (vía La Lotería Nacional) llega tan solo un día después de que se dio a conocer una investigación con todo el rigor periodístico, publicada en Proceso y que tardó un año en elaborarse. ¿El tema?  El daño ecológico irremediable de una empresa de Alfonso Romo, jefe de gabinete de AMLO, a un cenote.

Así fue como el colaborador más cercano de AMLO destruyó un cenote

Así relata Animal Político, para fines prácticos, el anuncio de los cachitos del 9M:

La venta de los “cachitos” para la rifa del avión presidencial iniciará el próximo lunes 9 de marzo, el día del paro nacional #UnDíaSinMujeres, anunció este martes el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante su conferencia en Palacio Nacional, el mandatario compró el primer boleto por 500 pesos, con la serie 000.

Para la rifa relacionada con el avión se imprimirán 6 millones de “cachitos”. Habrá 100 premios de 20 millones de pesos cada uno.


Esta reacción recuerda otras crisis para el presidente, provocadas por el periodismo, donde días después surge un escándalo menor (como la misma rifa del avión) que distrae la atención. ¿Será?

ROMO Y EL ECOCIDIO

Retomamos de la nota de Proceso:

Alfonso Romo Garza, quién actualmente es el  jefe de la oficina de la Presidencia de México, explotó la la mayor cantidad de agua subterránea para uso agrícola, causó daños irreparables a 15 mil hectáreas de selva en la Península de Yucatán y destruyó un cenote durante los últimos 10 años a través de su empresa Enerall, fundada en 2007.

Esta compañía biotecnológica, propiedad de Romo Garza, se sirve del acuífero con la reserva más importante del país, pero cuya disponibilidad media anual ha bajado 43%. Durante su expansión ha afectado la vegetación y fauna sin que se conozca cómo cumple las medidas de mitigación ambiental. Además fue investigada por destruir sin autorización un cenote, dicha investigación se saldó con una multa y sin que se remitiera el expediente para una averiguación penal. Durante las investgaciones, inspectores encontraron un cenote de 5,500 metros cuadrados que fue tapado con tierra, rocas y despalme y convertido en solo fango. Pese a esos hallazgos, la Profepa no remitió el caso al Ministerio Público para que investigara si los hechos habían configurado un delito ambiental.

Para la expansión de las operaciones de la empresa Enerall se invadieron áreas de la selva maya y destruyeron el hábitat y la fauna endémica de esas zonas. En las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) que le fueron aprobadas, Enerall contempla la ejecución de 11 medidas para mitigar daños medioambientales, pero se desconoce cómo las implementaron y los resultados. Por su parte ni Profepa, ni Conagua, ha practicado auditorías para verificar el cumplimiento de esas disposiciones ambientales o las evaluaciones para analizar la calidad del agua en los predios de la empresa.

PARA LEER: La historia completa en Proceso

 

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