Redes sociales aumentan hasta un 39% el impacto de los artículos científicos

Durante una conferencia que dictó en el evento Entre Pares que se realizó en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Jill Hawthorne destacó que “el mercado de las publicaciones es muy competitivo, anualmente se publican 2.5 millones y cada año sigue creciendo, tanto el número de artículos como la cantidad de investigadores, a un ritmo aproximado de tres por ciento”. Ante esta gran cantidad de artículos que se producen, “los investigadores tenemos que situarnos en el ecosistema digital y luchar por hacernos visibles (…) Hoy en día no basta con hacer artículos muy buenos y publicarlos, hay que promoverlos”, explicó la especialista que también es directora de Proyectos Internacionales de Wiley.

La manera tradicional de darles difusión es en congresos y seminarios; no obstante, hoy en día las redes sociales juegan un papel fundamental para la difusión de los trabajos científicos e incrementar el impacto de una publicación, es decir, que el artículo consiga más vistas y sea más citado en otros trabajos. “Las plataformas digitales de las editoriales gozan de una buena visibilidad, pero todos debemos incidir en la difusión de lo que publicamos, nadie puede contar mejor que el autor la historia de un proyecto de investigación”.

La tendencia de consumo de información se ha modificado en los últimos años, actualmente muchas de las visitas que recibe la página de Wiley provienen de las redes sociales, por lo que Hawthorne comentó que promover los trabajos en dichas plataformas ya se ha convertido en una práctica más habitual entre los investigadores, sobre todo entre los más jóvenes. De acuerdo con una encuesta realizada recientemente por la editorial a 949 investigadores de 79 países, en los últimos 12 meses, la mayoría de los autores encuestados (64 por ciento) ha promocionado su obra publicada en redes sociales.

Jill Hawthorne, Directora de Proyectos Internacionales de Wiley (una de las editoriales más importantes del mundo de la Ciencia).

¿Pero cuáles son las mejores redes sociales para compartir el trabajo científico? Todas, desde Facebook y Twitter hasta las más especializadas; entre más se comparta el texto, más oportunidades tiene de llegar a más investigadores, mencionó la especialista. “Las redes sociales más especializadas representan una oportunidad para que los investigadores se conecten con sus pares y compartan experiencias, retos y dificultades, además para seguir artículos de su interés”.

Con las redes sociales, los investigadores también pueden fortalecer la difusión de su perfil académico, por lo tanto, sugirió tener una cuenta de tipo profesional y otra personal, para no mezclar fotos privadas o comentarios a título personal con las académicas.

Además de las redes sociales, los investigadores pueden crear blogs para hacer más visible su trabajo. Asimismo, pueden optimizar los motores de búsqueda de sus artículos, esto a través de palabras clave, las cuales entre más específicas sean es mucho mejor. Es recomendable que estas palabras se encuentren en el título, en el resumen, en los encabezados o subtítulos y en los recuadros o gráficos.

Si bien la cultura de utilizar las nuevas plataformas para divulgar Ciencia ya es una práctica fundamental en los países que gozan de una buena cultura científica, en México también estamos rezagados en este sentido.

De acuerdo con reportes de Google, los textos que se posicionan en los primeros lugares de una búsqueda tienen hasta 39 por ciento de probabilidades de que sean consultados y en un mundo que publica más de 2 millones de artículos al año esto puede ser la diferencia entre una investigación sin relevancia y otra que se aplica realmente para resolver problemas sociales.

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Con información de Agencia CONACyT

 

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