De “Bridget Jones” a “Fleabag”: Cómo ha cambiado la representación de la soltería en la cultura pop

Si el cine y la televisión fueran un reflejo absoluto de la realidad, ser soltero en los años 90 y principios de los 2000 parecía una catástrofe digna de una tragicomedia. Pero en la cultura pop de hoy, la soltería ha pasado de ser un estado de transición —o peor, un fracaso social— a una elección de vida cada vez más válida y celebrada. ¿Cómo hemos pasado de Bridget Jones llorando en pijama al ritmo de “All By Myself” a Fleabag rompiendo la cuarta pared con un cóctel en la mano y cero remordimientos?

Bridget Jones: La soltería como un problema a resolver

Cuando Bridget Jones’s Diary (2001) llegó a los cines, la historia de una treintañera británica, torpe pero adorable, obsesionada con su peso, su carrera y su (falta de) vida amorosa, fue un éxito rotundo. La película, basada en la novela de Helen Fielding, modernizó el arquetipo de la soltera neurótica que ya veíamos en la literatura y el cine romántico. Bridget tenía su encanto, pero su historia giraba en torno a la idea de que encontrar el amor —en forma de un galán encantador como Mark Darcy (Colin Firth)— era el verdadero objetivo de su vida.

Bridget era la encarnación del temor de muchas mujeres de la época: la ansiedad de no estar casada a los 30, la sensación de fracaso si una relación no funcionaba y la creencia de que la felicidad solo podía venir con una pareja estable. Aunque la película la presentaba de forma entrañable y con humor, la premisa reforzaba el estereotipo de que estar soltera era, en el mejor de los casos, una situación temporal y, en el peor, una tragedia personal.

Carrie Bradshaw y las dudas existenciales sobre el amor

Casi al mismo tiempo que Bridget Jones, Sex and the City (1998-2004) ya estaba redefiniendo la soltería, aunque no del todo. Carrie Bradshaw y su icónica columna sobre relaciones ofrecieron una versión más glamurosa de la vida sin pareja, con zapatos de diseñador y brunches interminables con amigas. Pero al final del día, la serie giraba en torno a la búsqueda del amor, con Carrie cuestionando constantemente si era suficiente ser una mujer independiente o si realmente necesitaba a Mr. Big para completar su historia.

A pesar de sus momentos revolucionarios (y sus escenas de sexo que rompieron tabúes en la televisión), SATC todavía perpetuaba la idea de que la soltería era un camino hacia el destino final: el amor romántico. El matrimonio o la estabilidad en pareja seguían siendo el “final feliz” esperado.

Fleabag y la soltería como una experiencia completa

Avancemos un par de décadas y encontramos a Fleabag (2016-2019), la serie escrita y protagonizada por Phoebe Waller-Bridge, que tomó todo lo que sabíamos sobre la soltería en la cultura pop y le dio un giro brutalmente honesto, inteligente y, sobre todo, liberador.

Fleabag no solo es soltera: es imperfecta, cínica, sexualmente activa y dueña de su propia historia. Su vida no gira en torno a encontrar a “la persona indicada”, sino en navegar las complejidades de la existencia con humor y sarcasmo. Su soltería no es un problema que resolver, ni una situación transitoria. No hay un Mark Darcy que venga a salvarla de sí misma, porque ella nunca ha pedido ser salvada.

Lo más revolucionario de Fleabag es que nos presenta una mujer soltera que no necesita justificar su estado civil. Su vida es caótica, sí, pero no porque le falte amor romántico, sino porque la vida, en general, es caótica. A diferencia de Bridget Jones, Fleabag no canta “All By Myself” mientras se deprime con una botella de vino: en su lugar, rompe la cuarta pared y nos lanza una mirada cómplice, como si nos invitara a reírnos junto a ella.

_____

_____

De la soltería como problema a la soltería como posibilidad

La evolución de estos personajes en la cultura pop refleja el cambio en la percepción de la soltería en la sociedad. Mientras que en los años 90 y 2000 la narrativa dominante era que estar soltero era una situación temporal y problemática, en la actualidad vemos cada vez más historias donde la soltería es simplemente otra forma de vivir, sin etiquetas ni presiones.

Hoy, series como The Marvelous Mrs. Maisel, Grace and Frankie y Girls nos muestran mujeres que no necesitan una relación para validarse. Películas como Someone Great (2019) celebran la ruptura como una oportunidad de crecimiento personal, y series como Insecure (2016-2021) nos muestran que la soltería puede ser un espacio de autodescubrimiento y empoderamiento.

Lo que se viene…

La representación de la soltería sigue evolucionando. Cada vez hay más historias que dejan de ver la vida en pareja como el destino inevitable y comienzan a explorar la plenitud de las vidas individuales. Desde personajes que priorizan su carrera y sus amistades, como la eminente Christina Yang en Grey’s Anatomy, hasta mujeres que simplemente disfrutan de su independencia sin culpa ni explicaciones, la soltería ha dejado de ser un drama para convertirse en una posibilidad.

Bridget Jones nos hizo reír con su torpeza y sus diarios llenos de ansiedades románticas. Carrie Bradshaw nos enseñó que la amistad podía ser tan importante como el amor. Y Fleabag nos mostró que la vida puede ser absurda, intensa y maravillosa, con o sin pareja. Hoy, ser soltero en la cultura pop ya no es sinónimo de fracaso, sino de una vida rica en matices, experiencias y, sobre todo, libertad.

Porque, al final, la verdadera evolución no es la del personaje, sino la nuestra: la audiencia que aprende a ver la soltería no como una espera, sino como una historia que vale la pena contar por sí misma.

Previo

El caso de Lady Uber: cuando las falsas denuncias llegan demasiado lejos

Siguiente

Nissan analiza trasladar su producción fuera de México ante la amenaza de aranceles de Trump