¿Dónde está la oposición?

“La oposición” ha sido un término que se ha utilizado para nombrar o agrupar a quienes se les reconoce como contrarios al poder, vaya, a quiénes juegan un rol de contrapeso. No sobra decir que este es un rol deseable y muy necesario en un país que se jacte de ser democrático. 

Decir que en México el PAN y el PRD jugaron ese rol en algún momento de la historia no es algo nuevo, y estoy seguro de que cualquier persona podría coincidir con ello, que fueron una oposición al régimen encarnado por el PRI (partido con el que por cierto hoy están aliados), pero ya iniciado el proceso electoral 2021, es momento de decirlo: hoy ninguno de esos partidos es un contrapeso al presidente Andrés Manuel López Obrador, mucho menos a Morena, su partido de culto; lo dejaron de ser hace tiempo, y todo indica que tampoco lo serán en los años que vienen.

Quienes controlaron al PAN, lejos de usar para bien los espacios de poder a los que llegaron, se dedicaron a todo menos a lo importante: romper la inercia de cómo se hacía política y para qué se hacía política, una herencia de una clase política distante y desinteresada de lo que la inmensa mayoría de la gente en México vivía y que todavía hoy vive. 

El PRD, el partido que abrió brecha en el entonces Distrito Federal, hoy está a punto de desaparecer. Una posible explicación está en que después del Ingeniero Cárdenas, fueron incapaces de trascender, de hacer escuela política a partir de sus supuestos principios y causas (fuera del combate a un fraude electoral), a pesar de que el momento histórico que les tocó era el idóneo. 

El PRI es el partido que más negativos tiene como marca, que más rechazo genera en cualquier medición posible, y que todavía hoy carga con representantes de una generación de políticos involucrada, de manera directa o indirecta, en casos estelares de corrupción e impunidad.  

Los tres partidos, cada uno a su manera y en distintos momentos, le hicieron el juego, como lo hacen todavía hoy, al presidente. Años atrás decidieron caer en cada trampa que daba forma a su relato, recordemos el desafuero de López Obrador como Jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2004 y las simpatías que le generó a éste con muchos sectores. Un ejemplo reciente es la alianza electoral entre el PRI, PAN y PRD, una alianza que da sentido a la famosa y ya confiable “Mafia del Poder”. Todo indica, como se ha dicho ya en muchos espacios, que esta alianza va más encaminada a que unos recuperen sus privilegios y que otros no se extingan en el proceso electoral. 

“En ellos no hay oposición posible porque simple y sencillamente no la son, no la representan.”
En estas fechas, ante cada amenaza, provocación e incluso ocurrencia del presidente, analistas, comentaristas, conductores y personas en redes han preguntado “¿y la oposición?”, una manera de cuestionar la inacción de estos 3 partidos (PRI-PAN-PRD) o para señalar una suerte de “vacío”. Me parece que también es necesario decirlo: en ellos no hay oposición posible porque simple y sencillamente no la son, no la representan.

“¿Quiénes sí?” sería la pregunta siguiente. Me parece que, al menos, vale la pena voltear a ver a Movimiento Ciudadano. Una fuerza política que en años recientes ha impulsado causas interesantes, sobre todo desde el Senado de la República (combate a la emergencia climática, ingreso vital, regulación de la cannabis, lucha contra las violencias que viven las mujeres como la brecha salarial, el acoso, feminicidios, entre otras), y antes, en la legislatura pasada en Cámara de Diputados (combate a la corrupción, privilegios de la clase política, participación ciudadana, etc.). 

Tal vez por eso la decisión de Movimiento Ciudadano de ir solos en este proceso electoral y mostrarse como una “tercera vía” generó tanto descontento entre líderes, lideresas e intelectuales orgánicos de esos partidos. Al momento de escribir estas líneas, cuentan con una visión de país, la “Evolución Mexicana”, que contrasta con la autonombrada 4T a partir de un programa electoral de avanzada, tienen personajes consolidados como Patricia Mercado, otros en rumbo de consolidarse como Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo; y otros emergentes, particularmente mujeres jóvenes. 

Por supuesto, Movimiento Ciudadano no está exento de críticas, incluso de posibles contradicciones, pero es innegable que desde ahí hay un equipo de personas que están intentando hacer algo distinto. Los resultados de esta decisión los veremos pronto, específicamente el 6 de junio de 2021. Por lo pronto, a la pregunta de “¿Y la oposición?”, todo indica que esa está en la tercera vía. 

 

*Jesús Vázquez, Mtro. en Democracias Actuales por la UPF.

TW: @jesusvazquer 

 

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