Polarización en México, ¿sectarismo o convicción política?

De un tiempo a la fecha es notable la polarización que existe en México respecto a temas políticos. Si bien es cierto que en las elecciones del 1 de julio del 2018, el triunfo de AMLO y de MORENA fue amplio, sigue habiendo un número importante de personas que no simpatizan con el actual presidente, ni con el partido que lo llevó al triunfo.

Es saludable para una democracia que haya una oposición política y que no toda la gente esté de acuerdo con las decisiones que toma el gobierno. La pluralidad se favorece con las distintas ideologías, perspectivas y formas de pensar de las personas que forman parte de una sociedad. Además, al haber uno o varios grupos opositores que se fortalecen con cada tropiezo del gobierno en turno, este se ve obligado a hacer las cosas lo mejor posible y mantener una aceptable percepción entre sus potenciales votantes.

Guardando una distancia apropiada, un partido político es un grupo de individuos que pretenden alcanzar cargos públicos, a través de la legitimidad que les da una elección popular, no obstante, la mayoría de la gente poco tiene que ver con estas instituciones. Son escasas las personas que obtienen un beneficio directo o inmediato cuando gana una elección un determinado partido y/o candidato. La razón por la que se debería votar por un partido, es porque se analizan sus ideas, los candidatos, las propuestas, la experiencia y la carrera política de los involucrados, pero ¿en verdad sucede de esa manera?

México es un país con una cultura política deficiente, así lo demuestra el Índice de Democracia que sitúa al país en el lugar 67, de 165 naciones evaluadas en el 2016. Se considera que México tiene una democracia con fallas, muy alejada de países como Noruega, Islandia y Suecia, que ocupan los primeros 3 lugares con democracias plenas. Uno de los aspectos que evalúa este índice es la cultura política, que a grandes rasgos se define como el conocimiento y actitud que tienen sus habitantes respecto a temas políticos.

El Latinobarómetro es también una institución, cuyos resultados no califican a México como un país con una buena cultura política. Y factores como la violencia, la desigualdad y la corrupción, mellan todavía más la realidad, deteriorando entonces la democracia y haciendo cada vez más difícil alcanzar la plenitud en ese sentido.

Entonces, si la cultura política de los mexicanos no es buena, ¿bajo qué criterios actúan? Es habitual leer y escuchar comentarios, así como discusiones, que toman como base prejuicios, argumentos falsos y viñetas que circulan por la red, para defender o atacar a partidos, candidatos y funcionarios. Pareciera que todo se basa en emociones y no en el uso de la razón.

Por si fuera poca cosa la baja cultura política, se sabe que hay organizaciones que se dedican a redactar noticias falsas, a hacer comentarios y crear tendencias en redes sociales, sesgando la información y propiciando un clima donde no se fomenta la reflexión ni la crítica en su sentido más puro.

Votar por un partido político no es equivalente a ser incondicional a él, ni a justificar sus errores; y no haber votado por él, tampoco implica que cada decisión que se tome esté mal. El sentido crítico debe prevalecer, pero desde el razonamiento y la objetividad. Bajo una perspectiva visceral, no hay distinciones entre los simpatizantes de cualquier grupo político: todo lo llevan al fanatismo, sin dudar, ni cuestionarse, como si la realidad fuese solo azul o roja, héroes y villanos, regidos por dogmas y certezas.    

El ejercicio democrático no empieza ni termina con una papeleta depositada en una urna. Es valioso comenzar a sembrar una cultura política sana. Matizando cada noticia que se lee, aceptando el punto de vista de quienes no piensan igual y evitando fuentes de información poco confiables. Es bueno que existan convicciones e ideologías políticas, pero no a base de una certidumbre ciega, pues no se trata de apoyar a un equipo de fútbol, sino de mujeres y hombres que ocupan y ocuparán puestos en el sistema político, y cuyas decisiones influyen en la vida de todos.  

 

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