Los poemas que legó el filósofo Ramón Xirau

Este jueves 27 de julio se dio a conocer la noticia del sensible fallecimiento del filósofo, poeta y editor Ramón Xirau. Protagonista en la historia de la literatura mexicana de la segunda mitad del siglo XX, llegó a México con su padres en 1939 tras el exilio español, se destacó por sus aportaciones intelectuales, dejando un gran legado en el ensayo y en la poesía.

Nacido el 20 de enero de 1924 en Barcelona, adoptó la nacionalidad mexicana en 1955. Sin embargo su poesía, así como su obra, es una lucha constante contra el olvido, pues jamás dejó de escribir versos en catalán.

Publicó más de 40 libros de filosofía y poesía, entre los que destacan “Duración y existencia” (1947),  “Palabra y silencio” (1964), “Entre ídolos y dioses / Tres ensayos sobre Hegel” (1980), “Cuatro filósofos y lo sagrado” (1986), Xirau era miembro de El Colegio Nacional, una de las instituciones culturales más importantes de México, y profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México.

A continuación presentamos una breve selección de su obra poética.


Templo II
No sé si el tiempo nos busca anillo de luz
no sé si las naves azules
ven olas de luz en el camino
del templo. No sé si las miradas de las olas
renacen en las hojas, en las yedras,
en las arenas.

Las encrucijadas del viento, las ferias de la mañana
encienden, noche adentro,
las zarzamoras del fuego.
Mundo: ejercicio de los equilibrios leves
cae y no cae en el atardecer encendido,
no sé si nos ve en las yedras del templo.

¿Nos mira, nos mira, nos mira Sinnombre?

Sé que el silencio estalla
en las fresas vivas
de la tarde.

_____

_____

(Versión de Andrés Sánchez Robayna)

Temple II

No sé si el temps ens cerca anell de llum
no sé si les naus blaves
veuen ones de llum en el camí
del temple. No sé si mirades de les ones
reneixen en les fulles, en les eures,
en les sorres.

Les cruilles del vent, les fires del matí
encenden, nit endins,
les moreres del foc.
Món: exercici del equilibris lleus
cau i no cau en el capvespre encès,
no sé si ens veus en el eures del temple.

Ens mira, ens mira, ens mira Sensenom?

Se que el sileni esclava
en les maduixes vives
de la tarda.

De: Antología, 1989


Gradas

I

Las estrellas nos miran lentamente
cierran sus ojos las bahías. El arco
de luz cerca los cabos en la ruta del fuego,
foques, banderas en las barcas, fosco
el fuego atónito de las naranjas,
en el aguanueva de los naranjales. Las bridas
de caballos pensados, pesados, imaginados,
lentamente nos guían igual que las estrellas,
cobarde noche, no puede con nosotros
tu oscuridad de marivientos
y raíces en el acantilado. Ah, todo canta, canta
en las encrucijadas del desierto: arco breve del mar.

Calamar, astro-nieve, lentamente
me deslumbran (el sol en las espumas
hace castillos breves de marinieve y trigo).
Los labriegos se mueven —leve moverse—
Como en casa de Brueghel, como
Los ríos se mueven; no, que se anudan
en las pinturas altas de balcones abiertos,
en las huellas en un sueño que reflejan
las purísimas
aguas de un ojo que no veo
ni puedo ver con ojos
carnales, oh dioses del mar, oh dioses encendidos.

(Grupo exacto e intacto de flores amarillas
en las sendas del bosque, en los atajos
de la vista me cercan, beben, cantan —no,
no me cercan. Ah, barcas. Lentamente
los ángeles de viento y de poniente
ríen, las flores de los áloes
me esperan no sé dónde o lo sé poco,
más allá de las fuentes
oh barcas. Todo es ejercicio de belleza
sobre las olas azulencas.)

Los áloes, las miradas del cabo
—mar adentro—, flores de espuma, crecen.
Mediodía. Todo es silencio y en la roca
el mirar Tuyo crece, nunca
visible, mas visible eternamente
como la ola visible arena toda
como tronco y maderas todos leves
como la luz sencilla memoriosa
Mente.

(Chillan gaviotas-naves oro leve y Dios
pensar del pensamiento horrorizado el pico
restauradoramente-isleño y cree y creo
mimosaluzcongojahonestaohfleuve
de mirar irritado, malquiere, maloduele
oh barcas, barca, barcas
oh las barcas)


Una hoja navega en este río
y es verde y pura mar de luz y mar.

XI

Barcas de mar azul,
los olivos ramos y remos de todo pájaro
hablan, cantan, Gregorio, con luz
que no admite tinieblas. Se abren los libros,
se abren todos los signos —barcas, barcas—
las estrellas nos miran lentamente,
cierran sus ojos las bahías. El arco de la luz
a pesar de Dolor, canta, todo canta,
cuando las naranjas maduras, en el campo
verde caen y son luz,
ah, mar, de barcas, barcas, barcas,
en la bahía abierta, en el cristal
de la bahía de las barcas, barcas, cuando
las naranjas se abren en el cielo.

(Versión de Andrés Sánchez Robayna)


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Graons

a Anna Maria

I

Les estrelles ens miren lentament
s´acluquen les radies. L´arc de llum
rodeja els caps en el camí del foc,
focs i banderes en les barques, fosc
el foc esbalaït de les taronges,
en l´aguanova els tarongers. Les brides
dels cavalls pensats, pesants, imaginats
lleugerament com els estels ens guien,
poruga nit no ens venç la teva fosca
de marivents i rels en la falesa.
Ah tot canta, tot canta, toto canta
en les crüilles del deser: arc breu del mar.

Calamar, astre-neu, sí a poc a poc
m´enlluermen (el sol les escumes
fa castells breus de marineu i Blas).
Els pagesos es mouen —moure´s lleu—
com a casa de Brueghel, com els rius
que es mouen; no, que es nuen
en les pintures altes dels balcons oberts
en les petjades d´un somni que reflexen
les puríssimes
aigües dún ull que no veig ni puc veure
amb ulls carnals, oh déus del mar
oh déus excesos de la mar.

(Group exacte, intacte de flors grogues
en els camins del bosc, en les dreceres
de la mirada em cerquen, beuen, canten,
no, no em muren, Ah barques. Poc
a poc a poc els àngels de ponent i vent
riuen, les flors de cada ximbla
m´esperen no sé on o o bé sé poc
més enllà de les fonts, ah, barques.
Tot és un exercici de bellesa
en les ones blavenques).

Les ximbles, les mirades del cap
—mar endins— creixen, flors d´escuma.
Migdia. Tot és silenci i en la roca
creix l´esguard Teu jamai visible
i semprement, eternament visible
com les onces visibles totes sorra
com la soca i la fusta totes lleus
com la senzilla llum memoriosa
Ment.

(Xisclen gavines-naus or lleu i Déu
pensar del pensament esgarrifat el bec
restauradorament-illenc i creu i crec
mimosallumdesficideshonestohfleuve
d´un esguar irritat, malivol, maridol
oh barques, barque, baques,
oh les barques.)

Una fulla navega en haches riu
i és verda i pura mar de llum i mar.

XI

Barques de la mar blava,
les oliveres rams i el rem de tot ocell
parlen el cant, Gregori, d´una llum
que no permet tenebres. S´obren els llibres,
s´obren tots el signes —barques, barques—
les estrelles ens miren lentament,
s´acluquen les radies. L´arc de llum
malgrat Dolor, canta, tot canta,
quan les taronges, madures, en el camp
verd cauen i són llum,
ah, mar, de barques, barques, barques,
en la badia oberta, en el cristall
de la badia de les barques, barques,
quan les taronges s´obren en el cel.


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