La Casa Blanca desata polémica con video de deportación: cadenas y grilletes en formato ASMR

Nada grita más “humanidad” que un buen video ASMR. Susurros relajantes, sonidos suaves, el crujir de papel… y, por supuesto, el tintineo metálico de las cadenas con las que esposan a migrantes antes de su deportación. Al menos, esa es la idea brillante que tuvo la Casa Blanca al compartir en sus redes un video titulado “ASMR: Vuelo de deportación de extranjeros ilegales”. ¿La intención? “Transparencia”. ¿El resultado? Un festival de indignación con aplausos selectivos en X (antes Twitter).

El video de 40 segundos, publicado en las cuentas oficiales del gobierno estadounidense, muestra a agentes de la Oficina de Detención y Deportación (ERO) sacando largas cadenas de una caja plástica azul (con un diseño casi terapéutico, podríamos decir) y colocándolas en las muñecas y tobillos de los migrantes que están por abordar un avión. Todo esto acompañado de una producción de audio digna de un spa de lujo, si es que alguien encuentra relajante el sonido de grilletes chocando contra el suelo.

La reacción no tardó en llegar. Grupos de derechos humanos y gobiernos de países latinoamericanos—como México y Colombia—condenaron el uso de cadenas en deportaciones, exigiendo que al menos sus ciudadanos repatriados no sean tratados como reclusos de alta peligrosidad. Otros países, como El Salvador y Venezuela, simplemente asintieron y aceptaron la narrativa de que todos los deportados son criminales. Nada como el viejo y confiable estigma para justificar el maltrato.

Pero la polémica no se limitó a la crudeza del video. La cereza del pastel la puso Elon Musk, flamante director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, sí, como el meme), quien reaccionó con un sofisticado “Haha wow” en su cuenta de X. Un comentario que para algunos fue una burla, para otros una celebración y, para unos cuantos optimistas, tal vez solo la manifestación de su habitual falta de filtros. Musk, quien no es ajeno a la controversia, ha respaldado públicamente las políticas migratorias de la administración Trump y no parece particularmente afectado por el hecho de que ahora la deportación tenga su propio diseño sonoro.

El uso del ASMR como estrategia comunicacional es lo que ha terminado por detonar la indignación generalizada. Para quienes no lo sepan, el ASMR es un género de contenido audiovisual diseñado para generar una sensación de relajación y placer sensorial a través de sonidos específicos. En redes sociales, se ha convertido en una tendencia que millones de usuarios consumen para aliviar el estrés. Lo que la Casa Blanca parece no haber entendido es que el encadenamiento y la deportación forzada de personas no encajan del todo en esa categoría.

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Sin embargo, el video ha tenido una recepción dividida. Mientras que activistas y organizaciones de derechos humanos lo califican como una deshumanización grotesca, otros internautas en X lo celebraron con comentarios como “Música para mis oídos” o “Hermoso. Usaré esto esta noche para mi ASMR antes de dormir”. Porque al parecer, en estos tiempos, incluso la crueldad tiene una audiencia fiel.

Esta no es la primera vez que la administración Trump utiliza una estrategia mediática agresiva para reforzar su postura antiinmigrante. Su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ya había protagonizado un video con un mensaje claro para los migrantes: “¡Marchaos ahora! Si no lo hacéis, os encontraremos y os deportaremos. Nunca volverás”. Una muestra de la delicadeza diplomática con la que se maneja el tema.

Al final, esta polémica refleja mucho más que una simple controversia en redes sociales. Es un reflejo de la creciente polarización en Estados Unidos y del tipo de mensajes que el gobierno elige para abordar temas sensibles. Mientras algunos lo ven como una estrategia efectiva de disuasión, otros se preguntan si en algún momento la Casa Blanca considerará que la dignidad humana merece un poco más de respeto.

Por ahora, lo único claro es que la deportación ya no es solo un procedimiento legal, sino también un espectáculo sonoro. Un show con producción, efectos de sonido y hasta su propio público. Y mientras el debate continúa, en algún rincón del internet, alguien seguramente está escuchando el tintineo de grilletes para relajarse antes de dormir.

 

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