Mexicanos reciben premio por el desarrollo de un material que regenera los huesos

Los intensos avances en ciencia y tecnología de los últimos años y los que están por venir están impactando en forma sustancial en las expectativas de vida de la población en general y una de sus particularidades es que cada vez será mayor el número de adultos mayores que requerirán sustitutos de cadera y otros huesos, como de tejido óseo para reemplazar el afectado por osteoporosis o cáncer. Este panorama impulsó a tres jóvenes estudiantes mexicanos a diseñar un material de origen sintético que es capaz de regenerar tejido óseo.

El proyecto parte de un modelo matemático que representa la dinámica en que se regeneran los tejidos, es decir, está pensado en cómo las células actúan para generar tejido óseo poroso. El material sintético obtenido ha comprobado ser biocompatible y que se reabsorbe, además de que regenera tejido en los huesos.

Es por ello que la Academia de Ingeniería de México (AIM) y la Fundación UNAM A.C. otorgaron el Premio Javier Barros Sierra 2017 a este importante proyecto. El certamen tiene como objetivo apoyar a estudiantes mexicanos de todas instituciones educativas de nivel superior del país, que sean menores de 33 años de edad, para que pongan en práctica una propuesta de solución a asuntos apremiantes de la realidad mexicana o de innovación benéfica al país.

Asimismo, el significativo galardón es un homenaje al ex rector de la UNAM, Javier Barros Sierra Máxima, un mexicano que supo promover y defender la libertad de expresión, la autonomía universitaria y el uso proactivo de la inteligencia y la honestidad al servicio de la nación.

Tecnología cien por ciento mexicana

El galardón reconoce a las estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Brenda Lizbeth Arroyo Reyes, de la licenciatura en Biología, y Patricia Victoria Pérez Luna, de la carrera de ingeniería de Materiales, así como del postulante a maestría Irving Fernández Cervantes, del Centro de Investigación Científica de Yucatán A.C.

Este último explica que el proyecto comprueba que a partir de modelos matemáticos se pueden diseñar materiales que tienen la forma del tejido óseo y que al ser impreso en 3D puede ser producido en masa. “Actualmente muy pocas empresas generan este tipo de materiales, y por ejemplo, en México una de ellas emplea hueso bovino para la producción. El nuestro se obtiene totalmente de manera sintética a base de dos polímeros y un cerámico, la hidroxiapatita que es un fosfato de calcio que todos tenemos en los huesos”, puntualiza el ingeniero Fernández Cervantes.

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Con información de la Academia de Ingeniería de México y Agencia INVDES.

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