El pez del fin del mundo aparece en México: ¿Profecía, casualidad o solo un turista con suerte?

Porque en el siglo XXI, donde la tecnología nos permite explorar Marte y desentrañar los secretos del ADN, seguimos creyendo que la aparición de un pez es una advertencia del apocalipsis. La histeria digital explotó nuevamente el pasado 9 de febrero cuando un pez remo (Regalecus glesne), conocido popularmente como el “pez del fin del mundo”, fue captado en video en aguas poco profundas de Baja California Sur. Como era de esperarse, las redes sociales se dividieron entre quienes anunciaban inminentes terremotos y quienes, con un poco más de sentido común, simplemente vieron a un pez fuera de su hábitat.

Un pez con agenda de influencer

El avistamiento, registrado por turistas estadounidenses en la playa de El Quemado, mostró al misterioso pez plateado con su característica aleta dorsal roja desplazándose lentamente cerca de la orilla. Como si supiera que estaba siendo grabado para la posteridad, el pez incluso levantó la cabeza unos cinco centímetros sobre el agua antes de quedar varado en la arena. La escena fue acompañada por la exclamación de un testigo que resumió el momento con un elocuente: “Esto es increíble, es el más pequeño que he visto”.

Más allá del espectáculo visual, lo realmente fascinante es la rapidez con la que este avistamiento desató un alud de teorías apocalípticas. Como si las placas tectónicas tuvieran un acuerdo de confidencialidad con los peces remo, muchos usuarios en redes sociales comenzaron a especular sobre terremotos inminentes y posibles desastres naturales.

La mitología japonesa y el pez que predice terremotos (según internet)

En la cultura japonesa, el pez remo es conocido como el mensajero del palacio del dios dragón del mar y se le atribuye la capacidad de anticipar desastres naturales. Esta creencia cobró relevancia en 2011, cuando múltiples ejemplares fueron vistos en las costas de Japón antes del devastador terremoto y tsunami de Tohoku. Desde entonces, su aparición en cualquier parte del mundo es recibida con un alarmismo que ignora (por completo) la falta de evidencia científica al respecto.

Sí, algunos investigadores han explorado la idea de que los peces remo podrían ser sensibles a cambios en las placas tectónicas o a alteraciones en las corrientes marinas. Sin embargo, hasta la fecha, ningún estudio ha logrado demostrar que estos peces sean, de hecho, radares biológicos de catástrofes. De hecho, en 2019, científicos japoneses desacreditaron cualquier correlación significativa entre su presencia en la superficie y la actividad sísmica. Pero, como es tradición en la era de las redes sociales, el rigor científico nunca será tan atractivo como una buena profecía de desastre.

¿Por qué apareció en la superficie? Spoiler: No es porque se acerca el fin del mundo

A pesar del sensacionalismo desatado en internet, la aparición del pez remo en aguas poco profundas tiene explicaciones mucho más racionales. Expertos sugieren que estos peces podrían emerger debido a cambios en la temperatura del agua, falta de oxígeno, enfermedades o incluso desorientación. Otros factores como el aumento de la población de la especie o variaciones en las corrientes marinas también podrían estar influyendo. En términos simples: este pez no está aquí para advertirnos de una tragedia, simplemente tuvo un mal día.

Además, la idea de que su presencia es cada vez más frecuente podría no deberse a un fenómeno biológico inusual, sino a la proliferación de cámaras, redes sociales y el instinto humano de viralizar cualquier avistamiento extraño. Hasta hace unas décadas, si un pez remo aparecía en la orilla, solo lo veían algunos afortunados en la playa. Hoy, gracias a la tecnología, su imagen da la vuelta al mundo en cuestión de minutos, avivando el debate entre ciencia y superstición.

¿Profecía o paranoia colectiva?

Si algo nos ha enseñado este episodio es que el pez remo sigue siendo más un fenómeno mediático que un fenómeno geológico. Mientras la comunidad científica continúa sin encontrar evidencia de su supuesta capacidad predictiva, las redes sociales seguirán asegurando que es cuestión de tiempo antes de que el siguiente desastre ocurra.

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Mientras tanto, el pez remo de Baja California Sur ya pasó a formar parte del anecdotario de avistamientos apocalípticos que nunca anunciaron nada, junto con eclipses, alineaciones planetarias y predicciones fallidas del calendario maya. En fin, hasta el próximo pez varado.

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