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Jorge Máynez y Pedro Sánchez, las similitudes que veo

Por Francisco Aguirre


Pedro Sánchez fue desterrado de su partido, le solicitaron la renuncia como secretario general luego de una crisis política interna, de perder las elecciones y después de la intransigencia de Podemos para formar gobierno, los medios lo señalaron de esquirol y de no colaborar para formar gobierno con Rajoy. Él atendió el llamado a la congruencia de los votantes que pedían un cambio pero fue señalado como el principal responsable de la crisis política española

Después, para la siguiente convocatoria de elecciones y tras meditarlo con su equipo, Pedro Sánchez decidió postularse de nuevo para buscar la candidatura en su partido, sin embargo en esta ocasión tenía el bloqueo de la dirigencia del partido y el cerco mediático en su contra. La ruta era clara: ser elegido como secretario general del partido y como candidato a la presidencia de gobierno de España pasaba por una revolución de la militancia, por una verdadera mayoría y no por una designación de la dirigencia. 

Sánchez sabía a lo que se enfrentaba, los medios no le daban cobertura ni oportunidad, la dirigencia le obstaculiza los actos de campaña, pero su equipo, invadido de optimismo arrancó la batalla organizando pequeñas reuniones en barrios y comunidades que siempre habían estado convencidas de Sánchez.

La campaña arrancó con esos actos simbólicos, pero luego, empezó a recibir noticias de personas que por su propia iniciativa comenzaron a organizar actos de campaña, a los que Sánchez aceptaba con gusto asistir. Un día, Sánchez confundió un concierto de rock con un mitin suyo, sorprendido por la gran cantidad de personas que sin instrucciones del partido ni ninguna movilización de estructuras se reunió a verle bajo la lluvia y con las esperanzas bien puestas en su candidatura. 

Sánchez no contaba con los recursos para hacer una campaña con espectaculares o para romper el cerco mediático, sin embargo, el internet y una campaña de crowdfunding financió su campaña. Cada persona simpatizante empezó a donar en una plataforma de financiamiento colaborativo. La dirigencia del partido no encontró la manera de sancionar u obstaculizar dicho ejercicio organizado desde las bases. 

Pedro Sánchez logró la nominación y posteriormente la mayoría para formar gobierno, para ello hizo uso de sus habilidades políticas y convenció a Pablo Iglesias de Podemos para atender el llamado a las urnas: formar una tercera vía que rompa con el viejo Partido Popular y con la vieja política de su propio partido, el Socialista, era posible. 

Sánchez es un político joven, con ideas socialdemócratas, convencido de la importancia de mitigar el cambio climático, de poner a las voces ciudadanas al frente y de fortalecer ejercicios democráticos que incluyan a todas las personas entre ellas, los jóvenes. La historia de Sánchez y lo aquí narrado se encuentra en el libro escrito por él: Manual de Resistencia.

Esa historia y la de Máynez, para mi, tiene muchas similitudes. Desde el principio de la candidatura de Maynez hubo una oposición interna fuerte desde el grupo Jalisco liderado por el gobernador Enrique Alfaro, quien desde dentro del partido obstaculizó algunos actos de campaña en Jalisco, bastión naranja nacional. Fue complejo encontrar espectaculares “disponibles” y luego verlos con lonas llamando al voto útil por Lemus, candidato en Jalisco de MC y Xóchitl. 

El cerco mediático fue, es y ha sido claro, antes del primer debate, durante y después. Los medios de comunicación emprendieron una campaña para pedir, la antidemocrática y retrógrada idea de bajar a Máynez de los debates , apelando incluso a que seamos como Estados Unidos, el país con un sistema demcorático, por decir lo menos, limitado. 

Maynez emprendió un camino por todas las universidades del país, la primera en visitar fue Jalisco, el ITESO, con un auditorio lleno pero una respuesta tímida, arrancó ese camino, para la décima visita, después del primer debate, la cosa era ya un fenómeno, los estudiantes y las propias universidades, piden y anhelan la visita del candidato a su campus, las filas en Morelos o Nuevo León son indescriptibles. 

Además, después de cada uno de los debates hemos visto una reacción genuina de la base, de la ciudadanía, por todo el país se pueden ver videos en Tik Tok, o cualquier red social que sí avale la opinocracia, de personas que con sus propios recursos han impreso playeras, calcetines, lonas, flyers, cartulinas, memes y rayado sus cuadernos en apoyo al presidente Máynez.

El cerco mediático se rompió, pero no por los periodistas sino por la ciudadanía de a pie, la campaña de las personas comunes, quienes han abarrotado más de 30 universidades y seguramente abarrotarán las plazas más importantes del país rumbo a los cierres de campaña. Incluso ahora el grupo Jalisco ya recibe al candidato con mayores posibilidades de ganarle a Sheinbaum con bombo y platillo. Hasta el gobernador declaró en Milenio que la instrucción es todo naranja, algunas semanas tarde, pero justo a tiempo. 

Maynez ya superó a Xóchitl, en algunos estados, pronto lo hará en todos.
Maynez no solo es el candidato de la canción, de las universidades o del baile. En el debate demostró ser el único presidenciable, en las ideas y la habilidad política, es el mejor, el más preparado y el único capaz de reconciliar al país, de formar un gobierno de mayorías, que considere, con pluralidad, las mejores ideas de todos los frentes. El único capaz de reducir la polarización y de congregar a la mayoría. 

Con la fuerza y el empuje de las personas comunes, Maynez ya superó a Xóchitl, en algunos estados, pronto lo hará en todos. Al igual que Sánchez, desde abajo y con todas las personas, llegará a la presidencia.

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