“No hay desaparecidos”: AMLO sigue negando la crisis de violencia con un tramposo manejo de los datos

En medio de una creciente crisis de desapariciones y violencia en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha declarado que el país no enfrenta masacres ni ejecuciones de heridos, y que los derechos humanos son respetados. Sin embargo, estas afirmaciones contrastan con la realidad que viven miles de familias y la evidencia estadística.

A pesar de las declaraciones del presidente, México ha sido escenario de un aumento alarmante en el número de desaparecidos. Apenas hace menos de un año, en noviembre de 2022, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas reportó 107,201 desaparecidos en el país. Esta cifra se ha elevado a más de 110,000 víctimas de desaparición en la actualidad, lo que subraya la magnitud del problema.

López Obrador también afirmó que su gobierno ha logrado la mayor disminución de homicidios en comparación con administraciones pasadas. Sin embargo, la narrativa que ha utilizado está basada en una manipulación tramposa de las estadística, asegurando que se detuvo el crecimiento exponencial de la violencia para estabilizarlo e incluso disminuirlo.

La crítica más inmediata a esta visión y uso simplista de los datos, es que los niveles de violencia han llegado a los máximos picos posibles en un país con una clara crisis de Derechos Humanos y que el programa político actual no ha podido disminuir la violencia heredada por administraciones pasadas. Sin importar demasiado estos discursos, lo cierto, lo que señalan los datos duros, es que durante su mandato se han experimentado los años más violentos del país en términos de homicidios: 34,690 víctimas en 2019 y 34,554 en 2020.

«[…] no hay masacres, no se ejecuta heridos, se respetan derechos humanos, no hay desaparecidos» .- Andrés Manuel López Obrador

Para quienes nos apartamos de los discursos partidistas y alcanzamos a reconocer el maniqueísmo que distingue a los programas de dominación, sean estos de izquierdas o de derechas, lo más íntegro sería reconocer que la violencia sigue siendo un problema que rebasa las capacidades de las autoridades en todos sus niveles. Por esta razón es que las declaraciones del presidente, que incluso llegan a tener tintes de autoglorificación, han generado una profunda indignación entre los familiares de las víctimas, colectivos, organizaciones y activistas que luchan por la justicia y la verdad. La acusación de que los colectivos de búsqueda tienen motivos “manipuladores” y “politiqueros” ha sido especialmente dolorosa para aquellos que luchan incansablemente por encontrar a sus seres queridos.

La crisis de desapariciones y violencia en México es una realidad innegable que no puede ser ignorada ni minimizada. Las familias afectadas exigen respuestas, acción y justicia, y señalan que las autoridades deben enfrentar la problemática de manera contundente y responsable. La falta de atención a estas demandas solo profundiza el dolor de quienes han perdido a sus seres queridos y socava la confianza en las instituciones encargadas de proteger a la población.

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Ante esta situación, la sociedad mexicana sigue clamando por soluciones efectivas y acciones concretas que aborden la raíz de la crisis de desapariciones y violencia que atraviesa el país. Las palabras del presidente no pueden reemplazar la urgente necesidad de políticas y estrategias que garanticen la seguridad y los derechos de todos los ciudadanos.

Texto del Colectivo Alterius con información del portal Desinformémonos

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1 comentario

  1. German Paúl Ronceros Fernández
    01/10/2023 at 22:11 — Responder

    Tiene que haber más transparencia

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