Sobre Master Chef, las mejores amigas y los hipócritas medios generalistas en México

Hace más de una década, primero por la universidad y después por el trabajo que elegí (ser blogger obsesivo y sin respeto por su tiempo), renuncié a ver televisión en vivo y cómo lo que veo son series, en un principio torrenteaba y ahora básicamente puedo no pagar el gas pero sí mis servicios de streaming. Por supuesto, veo Los Premios de la Academia o los debates presidenciales, pero sólo me sirven para darme cuenta que Esteban Macías o Atala Sarmiento ya están más grande edad. ¿Por qué explico todo eso? Porque no soy ajeno a que el domingo terminó Master Chef en TV Azteca, pero básicamente no me pudo importar menos.

De cualquier manera un tuit de un amigo me llamó la atención, ya que celebraba que una de las participantes es parte de la comunidad LGBT y que incluso su esposa estaba en el foro.  Q U E  B U E N A  O N DA, pensó mi progresista cerebro, y avancé a otros temas.

Al día siguiente supe que ella había ganado pero la nota no la dio por sus dotes culinarios, una frase celebre o su sentido de la moda, sino porque ¿le quedó mal a su esposa al decirle mejor amiga?, sumado al dato de que en otro segmento su pareja decide no usar el mote de amistad, sino hablar claramente del estado civil de ambas.

A esta percepción tampoco ayuda, como lo envolvieron los medios generalistas (que en México resultan ser los periódicos impresos con versión en internet).

Por ejemplo, el Heraldo dijo “Esta noche conocimos a la esposa de Carmen, sin embargo lo que nos dejó con la boca abierta fue que la finalista de MasterChef La Revancha la presentara como su mejor amiga”. Publímetro fue dos kilos más OGT y dijo que Carmen traicionó a su pareja.

Vanguardia, un medio regional del norte del país que recopila notas de agencia, dijo que “le rompió el corazón”. Sipse, otro medio regional con alto tráfico, sostuvo que la participante “negó a su esposa”. Esto, ¿es violencia, no creen?

En primer lugar, leer esas notas es como si realmente viviéramos una utopía de aceptación a la disidencia sexual y lo raro fuera una mujer homosexual fuera discreta con sus preferencias. Más bien, lo raro en medios masivos todavía es que se hable con apertura de dichos temas, más si estamos hablando de personas reales, no de ficciones como una telenovela o serie internacional.

Lo que estos medios fallan en entender dentro de su hipócrita misión para obtener clics, es que Carmen debió tener sus razones (desde “salir del clóset” -que no- en tele nacional, hasta miedo a represalías) para cometer dicha decisión, en la que miles de mexicanos caen dentro de reuniones familiares en las que simplemente no quieren explicar a tíos machistas el con quien se acuestan.

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También, por más progresistas que fuera estos medios (que no lo son), es importante comprender que México sigue siendo un país hostil para la población LGBTQ en general. Y la postura de los periódicos al exhibir a una mujer homosexual es un ejemplo de eso.

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1 comentario

  1. Maritza Valencia
    06/11/2019 at 10:23 — Responder

    Es querer darle un toque amarillo-sensacionalista para llamar la atención sin un motivo genuino. Siguen creyendo que ser gay es ponerse plumas, lentejuelas y tangas y que todo es “diferente”…

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