Investigadores de la UNAM llevan talleres de Ciencia a comunidades indígenas
Con presencia en cinco localidades y un alcance de aproximadamente 300 estudiantes de educación básica, el programa de divulgación Ciencia Pumita ha promovido el conocimiento científico en comunidades indígenas de Baja California. Las acciones del programa emprendido por Noboru Takeuchi Tan, investigador del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (Cnyn) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Ensenada, se han consolidado en visitas a las comunidades paipai, kumiai y cucapah.
Se trata de un proyecto amplio que toca diversas estrategias de comunicación, desde talleres a escuelas, videos, revistas, página de internet y la publicación de una colección de libros con el objetivo de dar a conocer los temas de nanotecnología al público en general.
Después de participar en la creación de textos educativos en el idioma Maya, Armandina González y Noboru Takeuchi se percataron de la necesidad de crear acciones específicas para las comunidades indígenas de la entidad. Para ello se reunieron con coordinadores de zona del Sistema Educativo Estatal (SEE) y después con directores de escuelas para presentar la propuesta, de lo que obtuvieron una respuesta positiva para iniciar las visitas a escuelas de educación indígena.
Tras el acuerdo se emprendieron visitas a las escuelas de las comunidades El Mayor (cucapah), Santa Catarina (paipai), San José de la Zorra (kumiai), San Antonio Necua (kumiai) y La Huerta (kumiai). “En esas comunidades hemos tratado de ir frecuentemente y dar charlas de diferentes temas de ciencia y tecnología”, comenta Noboru Takeuchi y detalla que durante las actividades se les preguntaba a los niños si conocían su lengua, se les pedía que dibujaran y que expresaran lo que les gustaba.
Ciencia en la vida cotidiana
Para la profesora Armandina González, la relevancia de las charlas de divulgación está en que los niños indígenas conozcan que existen personas estudiosas de la ciencia y que despierte su interés por el conocimiento científico a través de su relación con la vida cotidiana. “El impacto es enorme, algo extraordinario, se nota en la forma de expresarse de los niños, se nota el impacto e interés”, comentó.
Un ejemplo de las intervenciones que han hecho en comunidades indígenas fue la visita que hicieron en El Mayor, localidad que se ubica en el municipio de Mexicali y que en 2010 fue afectada por un sismo. Posterior al movimiento telúrico, colaboradores del doctor Noboru Takeuchi acudieron a la comunidad cucapah para ofrecer una plática en la que los niños aprendieron sobre el fenómeno que acababan de experimentar y su explicación.
“Lo que el doctor Noboru ha hecho es darles talleres acerca de la ciencia pero a nivel de ellos, muchas veces los niños no saben qué significa un hecho, pero cómo se dan las cosas sí lo pueden observar”, consideró la profesora Armandina González.
El reto de la traducción y el choque de conocimientos
Las visitas a los planteles de educación indígena se conjugan con las publicaciones de tres textos que contribuyen a la formación científica de los estudiantes y también a la conservación de su lengua nativa; La publicación de Auka, Hablemos de nanotecnología y Números y cielo paipai representó un reto significativo, especialmente cuando no existe una palabra en la lengua indígena para describir algún concepto científico. “Las lenguas nativas tienen cierto desarrollo, no hay palabras a veces para términos científicos, lo que yo he estado haciendo es más que nada buscar cómo la palabra se puede decir con ciertas modificaciones o puede ser un término descriptivo de la palabra científica”, comentó.
Por su parte el investigador Takeuchi ha señalado en otras ocasiones que muchas veces hay una tendencia a decir que la ciencia occidental es una y los conocimientos tradicionales son otros, y hay una división completa. Pero rechazó esta visión, ya que asegura que lo que algunas personas llaman conocimiento tradicional muchas veces tiene un claro soporte científico. Para el investigador es fundamental “que nos demos cuenta de que hay un grupo grande, un porcentaje relevante de la población que habla una lengua diferente al español, que ellos desarrollan su ciencia y que su lengua es muy importante”.
Con información de Agencia CONACyT