Contra-Editorial: ¿Debe ser expulsado del país el GIEI?

En su artículo del día de hoy en El Universal, Ricardo Alemán crítica el labor del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) debido —desde su punto de vista— a las inconsistencias y contradicciones en su informe sobre la desaparición de 43 normalistas en Iguala.  Ricardo Alemán concluye que si México se considera un país democrático debería expulsar al grupo de especialistas del país por mentir a los mexicanos sobre sus supuestos hallazgos.

Si bien pueden y deben debatirse las conclusiones y recomendaciones del informe del GIEI, el pedir la expulsión del país de un grupo de personas calificadas defensoras de los derechos humanos sería más la acción de un gobierno autoritario que de uno democrático.

La participación de grupos de expertos ajenos al gobierno en asuntos polémicos  de un país ha dejado grandes resultados a favor de la democracia y el Estado de Derecho. Un ejemplo de ello ha sido lo ocurrido en Guatemala por medio de la CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala) que a través de sus investigaciones lograron encarcelar al en ese entonces presidente de esa nación por casos de corrupción. Otro ejemplo sobre la importante labor de organismos internacionales en investigaciones en países es la Corte Internacional de Justicia que ha logrado llevar ante la justicia a criminales como el líder guerrillero Thomas Lubanda de la República Democrática del Congo. Si no fuera por la participación de los grupos de expertos provenientes de otros países, Guatemala seguiría siendo un nido de corrupción y asesinos de niños y mujeres seguirían sueltos en el país africano.

Es correcto pensar que hasta el momento no podemos declarar como verdad absoluta lo establecido en el informe del GIEI, dicho trabajo deberá ser analizado rigurosamente por especialistas independientes y el gobierno para evaluar la veracidad del informe. Sin embargo, no queda duda que el mayor descubrimiento del reporte es que nuestras autoridades carecen de la voluntad política y eficacia institucional para poder llevar a cabo una investigación que nos permita saber lo que ocurrió con 43 estudiantes hace ya más de un año.

Si la injerencia de grupos de expertos nos permite ver lo mal que estamos haciendo las cosas, bienvenido sean, aunque nos duela.

Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo. Juan 9:25

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