Histórico: la mexicana Kelly López se corona campeona mundial juvenil en levantamiento de pesas en Perú

Kelly Alexandra López Ponciano, una joven halterista originaria de Guanajuato, acaba de escribir su nombre en la historia del deporte mexicano. Con apenas 17 años, conquistó dos medallas de oro y una de bronce en el Campeonato Mundial Juvenil y Junior de Halterofilia IWF 2025, celebrado en Lima, Perú. Más que un logro individual, lo suyo es una victoria colectiva: la de un país que sigue encontrando en sus juventudes el músculo —literal y simbólico— para levantar la mirada con orgullo.
En la categoría U17 y compitiendo en la división de los 49 kilogramos, Kelly subió al podio tres veces. Primero, se colgó el bronce con un levantamiento de 73 kg en la prueba de arranque. Luego, se llevó el oro en el envión al levantar 96 kg y, finalmente, se coronó campeona absoluta con un total acumulado de 169 kg. Venció a representantes de países con tradición en halterofilia como Vietnam, Bulgaria e Indonesia.
El resultado no es casualidad. López Ponciano llegó a Lima con un historial impresionante: tricampeona nacional de los Juegos Conade entre 2022 y 2024, reconocida como la mejor atleta juvenil de su estado y becaria de la Comisión Municipal del Deporte de León. Además, fue galardonada con el Premio Municipal del Deporte 2024, consolidando su lugar como referente de la nueva generación de atletas mexicanos.
Detrás del éxito hay un proceso exigente y una comunidad comprometida. Kelly entrena bajo la guía de José Luis Castrejón Pérez, coach leonés con dos décadas de experiencia forjando talentos. En sus declaraciones tras la competencia, la pesista no ocultó la emoción ni la memoria del sacrificio: “Cuando me paraba en la tarima me acordaba por todo lo que he luchado; por todos los que me han apoyado, desde mi familia hasta mi entrenador”.
El gesto de recibir las medallas de manos de María José Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano, se convirtió en símbolo de todo lo que implica representar a México en la élite del deporte: disciplina, resiliencia y entrega. Como si la tarima fuera también una especie de escenario donde se celebra lo que muchas veces no se ve: la constancia silenciosa, los entrenamientos al amanecer, las derrotas que también construyen.
Su triunfo tiene un valor aún más relevante en un país donde el deporte femenil continúa ganando terreno pese a la falta de recursos y visibilidad. Kelly representa no solo fuerza física, sino un modelo de inspiración y resistencia frente a las adversidades que enfrentan muchas jóvenes deportistas. Mientras otros países despliegan infraestructura masiva para formar campeones, en México aún se gana con corazón, técnica y mucho sacrificio.
En tiempos donde las noticias suelen enfocarse en lo que no funciona, Kelly López es un recordatorio de lo que sí: del talento que florece con apoyos adecuados, de las instituciones que cumplen su función, y de una juventud que no espera que le den permiso para brillar. Ella ya levantó su parte del país. Toca que el país la levante a ella.