Microsoft revoluciona la computación cuántica con Majorana 1: ¿Cómo cambiará el mundo este nuevo chip?

Si alguien te hubiera dicho hace 20 años que un chip podría contener un millón de qubits en la palma de la mano, probablemente lo que habrías dicho es: “WTF es un qubit?” (pa’empezar). Pero Microsoft acaba de demostrar que la computación cuántica no solo es real, sino que está a punto de convertirse en una revolución tecnológica de impacto global. Su nuevo chip, Majorana 1, es el resultado de casi dos décadas de investigación y el primer procesador basado en un material topoconductor, capaz de sostener qubits más estables y escalables. En otras palabras, un cambio de paradigma en la informática que Tony Stark ve de lejos… y eso que él hizo posible el viaje en el tiempo.

Pero, ¿qué significa realmente este avance? ¿Es solo un logro de laboratorio o estamos a las puertas de una era donde la computación cuántica transformará industrias enteras? ¿Es algo realmente aplicable o solo un pisapapeles muy sofisticado? Pues vamos viendo.

Un Chip Cuántico, un Nuevo Estado de la Materia y un Gran Salto Tecnológico

El Majorana 1 no es solo otro chip cuántico. Su principal innovación radica en el uso de superconductividad topológica, un fenómeno cuántico que representa un estado de la materia completamente nuevo, diferente a los sólidos, líquidos o gases. Este estado permite que ciertas partículas (los fermiones de Majorana) sean sus propias antipartículas, lo que les otorga propiedades únicas para el almacenamiento y procesamiento de información cuántica. Sí hasta este punto tu cabeza aún no ha explotado, continuemos.

Pero ¿qué tiene de especial? En términos sencillos, estos fermiones permiten la existencia de qubits topológicos, los cuales son significativamente más estables que los qubits convencionales. Para ponerlo en perspectiva, los qubits tradicionales son extremadamente frágiles: cualquier interferencia externa (como vibraciones, temperatura o ruido electromagnético) puede hacer que la información se pierda antes de completarse el cálculo. Con los qubits topológicos, Microsoft ha encontrado una manera de hacerlos más resistentes, lo que abre la puerta a ordenadores cuánticos más eficientes y escalables.

Hasta aquí todo bien, pero a todo esto ¿qué ching*ds en un qubit? 

Un qubit (o cúbit en español) es la unidad fundamental de información en la computación cuántica, equivalente al bit en la computación clásica. Sin embargo, a diferencia de un bit, que solo puede tener los valores 0 o 1, un qubit puede estar en múltiples estados al mismo tiempo gracias a las propiedades de la mecánica cuántica. Ahora bien ¿Cómo funciona un qubit?

Los qubits aprovechan dos fenómenos cuánticos clave:

  1. La Superposición: Mientras un bit tradicional solo puede representar un 0 o un 1 en un momento dado, un qubit puede estar en una combinación de ambos estados simultáneamente. Esto significa que una computadora cuántica puede procesar múltiples posibilidades al mismo tiempo, lo que incrementa exponencialmente su capacidad de cómputo.
  2. Entrelazamiento (o “entanglement”): Cuando dos o más qubits están entrelazados, el estado de uno afecta instantáneamente al otro, sin importar la distancia entre ellos. Este fenómeno permite realizar cálculos mucho más rápidos y eficientes en comparación con las computadoras clásicas.

Es decir “Todo, en todas partes, al mismo tiempo” pues al igual que en esta apoteósica peli y al más puro estilo de Jobu Tupaki, un qubit es “casi” omnipotente, pero su capacidad de revisar miles de millones de millones de datos en un milisegundo es factible. Has de cuenta, como cuando en Avenger Endgame, Doctor Strange pudo ver más de 14 millones de futuros en un instante, pero más rápido.

¿Por qué los qubits son revolucionarios?

  • Mayor capacidad de procesamiento: Un sistema con n qubits puede representar 2ⁿ estados simultáneamente, lo que lo hace exponencialmente más poderoso que una computadora tradicional.
  • Aplicaciones avanzadas: Se espera que los qubits revolucionen áreas como la criptografía, el diseño de nuevos materiales, la inteligencia artificial y la simulación de moléculas para la medicina.

El reto de los qubits: estabilidad y error

El gran desafío de la computación cuántica es que los qubits son extremadamente inestables y pueden perder información fácilmente debido a interacciones con el entorno (temperatura, vibraciones, ruido electromagnético, etc.). Es por eso que los investigadores buscan qubits más resistentes, como los qubits topológicos del chip Majorana 1 de Microsoft.

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Un millón de qubits en la palma de la mano: la gran apuesta de Microsoft

Uno de los mayores retos de la computación cuántica ha sido la escalabilidad. La mayoría de los diseños actuales requieren salas enteras para enfriar y aislar los qubits de interferencias externas. Sin embargo, la arquitectura del Majorana 1 permite empaquetar hasta un millón de qubits en un solo chip, lo que lo hace práctico y viable para su implementación en centros de datos y aplicaciones comerciales.

Este enfoque ha sido tan prometedor que la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) ha seleccionado a Microsoft como una de las dos compañías con el potencial de desarrollar una computadora cuántica comercialmente viable en un futuro cercano.

En otras palabras, Majorana 1 no solo es un gran avance en investigación, sino una apuesta seria para que la computación cuántica pase de los laboratorios a la vida cotidiana en pocos años.

¿Para qué sirve realmente la computación cuántica?

Si bien los ordenadores tradicionales seguirán siendo útiles para muchas tareas, los ordenadores cuánticos tienen el potencial de resolver problemas que, de otro modo, serían imposibles de abordar. Microsoft destaca varias aplicaciones clave:

🧬 Medicina y biotecnología

La capacidad de simular interacciones moleculares con precisión extrema podría acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos y terapias. En lugar de años de prueba y error en laboratorios, los ordenadores cuánticos podrían modelar fármacos de manera ultrarrápida y precisa, reduciendo drásticamente los costos y tiempos de investigación.

🌎 Medio ambiente

La computación cuántica también podría desempeñar un papel clave en la lucha contra la contaminación y el cambio climático. Por ejemplo, estos sistemas podrían diseñar catalizadores químicos capaces de descomponer microplásticos en subproductos inofensivos o incluso encontrar nuevos materiales para la captura y almacenamiento de carbono.

🏗️ Materiales avanzados y manufactura

Otro uso prometedor es la creación de materiales autorreparables para la industria de la construcción y manufactura. Imagina un puente con grietas que se “cicatriza” solo o una pantalla de celular que se regenera tras un impacto. Con la capacidad de simular materiales a nivel cuántico, estas innovaciones ya no parecen tan descabelladas.

🔐 Seguridad informática y criptografía

Si bien los ordenadores cuánticos podrían ser la clave para descifrar códigos de seguridad avanzada, también ofrecen nuevas formas de proteger la información mediante algoritmos de encriptación imposibles de vulnerar con tecnología convencional.


El gran desafío: convertir la teoría en realidad

A pesar del entusiasmo, los expertos advierten que aún quedan obstáculos significativos por superar antes de que Majorana 1 pueda ser utilizado en aplicaciones prácticas. Paul Stevenson, físico de la Universidad de Surrey, aconseja un optimismo cauteloso: “Aún estamos en las primeras etapas de este desarrollo y el camino hacia la computación cuántica funcional sigue siendo complejo”.

Microsoft ha demostrado que su tecnología es viable en entornos de laboratorio, pero ahora enfrenta el reto de escalar su producción, reducir costos y garantizar que las computadoras cuánticas puedan integrarse en la infraestructura digital actual.

¿Qué significa Majorana 1 para el futuro?

Si la invención del transistor en 1947 marcó el inicio de la era de la computación clásica, el Majorana 1 podría representar un punto de inflexión similar para la computación cuántica. Aunque aún queda camino por recorrer, este avance nos acerca a una realidad donde los ordenadores cuánticos podrán resolver problemas industriales, científicos y sociales en años, no en décadas.

En términos prácticos, Majorana 1 no hará que tu laptop sea más rápida ni reemplazará tu smartphone, pero sí podría ayudar a resolver algunos de los desafíos más complejos de nuestra era, desde la medicina hasta la sostenibilidad ambiental. Y lo mejor de todo: lo hace reinventando la física en el proceso.


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Si el futuro es cuántico, Microsoft parece estar liderando el camino.

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