MazahuaApp: Una aplicación para salvar a la lengua mazahua
“Cada vez hay menos hablantes de mazahua en México. De alrededor de 136 mil que había en 2010, la cifra se redujo a 132 mil en 2020”. Así comienza una interesante nota de UNAM Global TV, donde se revisa la historia de el MazahuaApp, una iniciativa de César Cruz, originario de San Antonio La Ciénega, un poblado campesino ubicado en el Estado de México, donde esta lengua indígena estaba en riesgo de desaparecer. Los únicos hablantes eran los ancianos, que son cada vez menos.
MazahuaApp es una aplicación diseñada para enseñar el idioma a los niños y adolescentes de San Antonio La Ciénega.
“El idioma estaba en riesgo; los únicos hablantes eran los ancianos, que son como 100 y cada vez nos quedan menos, por lo que era necesario hacer algo para evitar su muerte”, explica César Cruz.
San Antonio La Ciénega, ubicado a 2,600 metros sobre el nivel del mar y cerca de la frontera con Michoacán, es conocido por sus raíces indígenas y su gente se refiere al pueblo por su nombre mazahua, Roxaxi ‘el lugar donde hay rosas’. Sin embargo, desde hace 50 años, la lengua ha dejado de hablarse y se considera “cosa de abuelos”.
Para revertir esta situación, César creó MazahuaApp, una herramienta que imparte clases de introducción al mazahua en la primaria, secundaria y telebachillerato del lugar. La aplicación se basa en el proyecto de tesis que César desarrolló mientras estudiaba mecatrónica en la Facultad de Ingeniería.
“Estar tan lejos de casa te hace recordar a los tuyos y esa nostalgia me colocó frente a una computadora para darle forma a un software que, desde un inicio, fue pensado como una vía para devolverle parte de su esencia a mi comunidad”, explica César.
El programa ha sido bien recibido en San Antonio La Ciénega, donde los habitantes se sienten orgullosos de sus raíces indígenas. “Desde siempre la gente de San Antonio La Ciénega se ha sentido muy orgullosa de sus raíces indígenas, tanto que los lugareños se refieren al pueblo por su nombre mazahua, Roxaxi ‘el lugar donde hay rosas’”, comenta César.
Paula Segundo, una mujer septuagenaria de San Antonio La Ciénega, recuerda con tristeza que antes solo se hablaba mazahua en su pueblo. “Antes lo raro era escuchar español; hoy es todo lo contrario”. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los jóvenes de la localidad no hablan el idioma y no pueden comunicarse con los ancianos que aún lo dominan.
Para desarrollar la aplicación, César contó con la ayuda de dos egresados de la carrera de Lengua y Cultura en la Universidad Intercultural del Estado de México y vecinos del lugar: Avisahín Cruz y Diego Mateo. César se encargó de la informática, la parte técnica y el diseño visual, mientras que Avisahín y Diego se encargaron de los aspectos pedagógicos y lingüísticos.
Los ancianos, a pesar de desconfiar de las nuevas tecnologías, fueron los más entusiastas con el proyecto. “Nos abrieron las puertas de sus casas y, por primera vez, se enfrentaron a un micrófono. Las voces escuchadas en la aplicación son las de ellos, pues se dejaron grabar, a fin de que las nuevas generaciones sepan de primera mano cómo se pronuncia el jñatrjo verdadero, cómo se usa en la vida real”, comenta César.
El objetivo final de César es que el mazahua vuelva a ser hablado en San Antonio La Ciénega tal y como lo era en tiempos de sus abuelos. “Me gustaría hablar fluidamente con los mayores o ‘tíos’, pero apenas sé pocas expresiones. Para mí, es un reto personal, porque quiero estar cerca de mi cultura y de mi lengua”, explica.
Persistir o desaparecer
La lengua mazahua es fundamental para la supervivencia de esta cultura. La palabra jñatrjo, que designa a los mazahuas, significa ‘los que hablan’, y es una evidencia etimológica de que, para esta cultura, si no hay lengua no hay pueblo.
César Cruz confiesa que una de sus mayores frustraciones es no haber aprendido la lengua de sus ancestros de pequeño. “Antes aprendí lenguajes computacionales que el idioma de mis ancestros”, dice.
Avisahín Cruz, coautor de la aplicación, explica que la pérdida de tantos hablantes de una generación a otra se debe, en gran parte, a los programas de “castellanización” impulsados por los gobiernos del siglo pasado con el objetivo de borrar las lenguas indígenas.
Justo Sierra, en un discurso en 1902, sostenía que “Llamamos al castellano lengua nacional no sólo porque es la lengua que habló desde su infancia la actual sociedad mexicana y porque fue luego herencia del país, sino porque siendo la sola lengua escolar llegará a atrofiar y destruir los idiomas locales y así la unificación del habla nacional, vehículo inapreciable de la unificación social, será un hecho”.
Sin embargo, César asegura que esa forma de pensar quedó en el pasado y que cada vez hay más conciencia de la importancia de preservar las lenguas originarias. Para poner en marcha los cursos de enseñanza del mazahua en San Antonio La Ciénega, recibió apoyo de la UNAM a través del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas y Afrodescendientes y del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas, así como del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y de la Universidad Intercultural del Estado de México.
La aplicación, que enseña la lengua a los niños y adolescentes de la localidad, ha estado en fase piloto durante tres meses y ha comenzado a dar resultados. Las familias de los estudiantes están empezando a notar una mejora en el aprendizaje de la lengua y a escuchar a sus hijos hablar mazahua en casa.
La aplicación ha sido bien recibida por la comunidad, que está entusiasmada con la idea de recuperar su lengua y su cultura. La profesora Mariana Medina, encargada de impartir el curso, asegura que los alumnos han comenzado a mostrar un interés creciente por la lengua y a preguntar a sus abuelos acerca de la cultura mazahua.
César explica que la aplicación está en constante mejora y que el objetivo es perfeccionar el software para llevarlo a las comunidades vecinas, adaptándolo a las variantes de mazahua habladas en esas zonas. Actualmente, la aplicación solo está disponible en Android, pero César planea crear una versión para sistemas iOS y agregar un sistema de reconocimiento de voz.
Para César, MazahuaApp es un sueño hecho realidad. Si hubiera tenido una herramienta así cuando era niño, dice, habría sido una persona diferente, con una visión más amplia del mundo.
El ingeniero se involucra personalmente en la aplicación, aprendiendo mazahua cada vez que trabaja en ella. “Para mí esto es recuperar el tiempo y tener hoy lo que no se me dio de niño”, dice.
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MazahuaApp es una iniciativa importante para preservar la diversidad lingüística y cultural de México. El proyecto está haciendo su parte para rescatar la lengua y la cultura mazahua, y es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para preservar y proteger las lenguas indígenas. Como dijo Miguel León-Portilla, “la desaparición de cualquier lengua empobrece, y en mucho, a la humanidad”.
Gracias a esta iniciativa, los niños y adolescentes de San Antonio La Ciénega están aprendiendo su lengua materna y rescatando una parte importante de su cultura y de su identidad.
Con información de UNAM Global