Universidad Nacional de la Plata publica documento difamatorio contra el pueblo Kurdo
El Congreso Nacional de Kurdistán (KNK, Kongreya Neteweyî ya Kurdistanê), una de las principales instancias dentro del Movimiento de Liberación de Kurdistán, criticó con dureza una supuesta investigación del denominado Observatorio Universitario de Terrorismo (OUT), que pertenece al Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata.
En el informe publicado por el OUT en mayo pasado, que se titula “PKK en Europa: pasado, presente y ¿futuro?”, se articulan una serie de afirmaciones sobre la historia y la actualidad del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), como también sobre el pueblo kurdo, las cuales caen en inexactitudes, tergiversaciones y, principalmente, la ausencia total de fuentes escritas, orales y bibliográficas para respaldar el trabajo.
El KNK –que tiene su sede en Bruselas, Bélgica- está compuesto por 46 organizaciones políticas, sociales y civiles, entre ellas el PKK. Debido a la publicación del OUT, el KNK envió una carta a las autoridades de la UNLP en la que indicaron que la “investigación” presentada es ofensiva e irresponsable, ya que apunta contra “un pueblo que ha decidido organizarse y establecerse a través de sus distintos partidos y de cientos de organizaciones, como un auténtico movimiento de liberación nacional.
Al recordar que Kurdistán es una nación habitada por 45 millones de personas y fragmentada a principios del siglo XX en cuatro partes (Irak, Irán, Siria y Turquía), desde el KNK señalaron que el pueblo kurdo defiende sus derechos culturales, identitarios, políticos y sociales, en base a la “paz y la democracia”.
En la carta enviada a la UNLP se recordó que en el Kurdistán sirio (Rojava), en la actualidad “son millones de kurdas y kurdos -entre los que, por supuesto, debido a una larga historia de luchas en común, se encuentran miembros y simpatizantes del Partido de Trabajadores de Kurdistán- junto a árabes, asirios, turcomanos, armenios, persas y chechenos, arameos, circasianos, musulmanes, cristianos, alevíes y yezidíes, entre otros, los que se han visto por primera vez respetados e incluidos en el paradigma del Confederalismo Democrático, y por esta razón han decidido adoptarlo como modelo ético para sus vidas y político para el gobierno de sus territorios, muy alejado e incluso en las antípodas de cualquier pensamiento y práctica fundamentalista que se les pretenda imputar y menos aún, basado en el terror que esta ‘investigación’ les atribuye”.
Para el KNK, los “errores históricos y analíticos” del informe de la OUT tienen la finalidad de justificar “la decisión de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) -a pedido expreso de Turquía en el año 2004- de incluir al Partido de los Trabajadores de Kurdistán en la lista de ‘organizaciones terroristas’; una decisión que ha costado la vida de miles de personas y que se sigue sosteniendo pese a las reiteradas demandas a nivel nacional e internacional –incluso desde varios países que integran la UE- para que sea excluido de dicha lista”.
Al respecto, indicaron desde el Congreso Nacional de Kurdistán, “existe una vasta jurisprudencia acumulada en base a los fallos de las Cortes Internacionales que considera infundada esta medida, no sólo por las características y el enmarque geográfico del conflicto, sino por considerarla una decisión que responde a objetivos específicos de la política interior del Estado turco y a objetivos geoestratégicos en el contexto de las guerras que las principales potencias de Occidente están librando indirectamente en la región”.
Como ejemplo, tanto el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), con sede en Luxemburgo, como el Tribunal de Casación de Bruselas, Bélgica, desestimaron las presentaciones judiciales que acusaban al PKK de ser una organización terrorista, “rechazo compartido en reiteradas ocasiones y a través de distintas acciones y recursos por otros organismos internacionales competentes en la materia”.
“Esta información es de acceso público y se puede obtener con una simple búsqueda por internet –agregaron desde el KNK-. Lamentamos que tratándose de una ‘investigación académica’ hecha pública” se mencione esto de forma superficial “en una pequeña nota al pie de página sin ninguna otra especificación”.
La investigación de la OUT remarca de forma permanente que el PKK es una “organización terrorista”, basada en la “violencia y el terror”, y especula que la organización “ha intimidado y eliminado cualquier otra entidad política que no comparta sus propuestas”. Además, sostiene que el PKK se financia a través de una “economía criminal” y, sin presentar prueba alguna, acusa a la organización fundada hace cuatro décadas de secuestrar turistas para luego pedir recompensas. Como si fuera poco, también se acusa al PKK de “intimidar a gobiernos extranjeros, traficar con personas, estar vinculado al narcotráfico y de tener ‘campos de entrenamiento’ en Alemania, Suiza y Bélgica”.
“Estamos perplejos ante semejantes acusaciones –manifestaron desde el KNK-. Nos resulta habitual –aunque no menos indignante- recibirlas por parte de los estados y los gobiernos que nos someten y utilizan esos mismos argumentos para asesinar a nuestro pueblo, pero no podemos aceptar ni dejar de expresar nuestro repudio, cuando estas mismas afirmaciones enmascaradas de ‘investigación’ universitaria, son generadas desde una Alta Casa de Estudios y avaladas por una Universidad Nacional que se destaca no sólo por su prestigio académico, sino por la promoción de valores democráticos, pensamiento crítico y la defensa irrestricta de los Derechos Humanos. Una Universidad que de muchas maneras nos ha recibido con los brazos abiertos y nos ha brindado sus espacios e infraestructura para dar a conocer nuestra situación, estrechar vínculos fraternos con su comunidad y que incluso, desde distintas Facultades, a través de sus miembros directivos, ha manifestado públicamente su solidaridad y el apoyo a la causa de nuestro pueblo”.
En la carta dirigida a la UNLP además se apuntó que la “investigación” del OUT sólo hace mención “a información clasificada propia de los servicios secretos de inteligencia y no de una investigación académica sobre un conflicto internacional”. A esto, se agregó: “A partir de la lectura profunda del trabajo presentado, hemos observado con mucha preocupación y también con curiosidad, que toda esta serie de afirmaciones, señalamientos y conclusiones se han hecho prácticamente sin citar referencia alguna a fuentes escritas u orales ni bibliografía ad hoc que permitan cotejar el origen y la veracidad de la información proporcionada, a excepción de un estudio al que hemos podido acceder en la web –no sin dificultad- luego de apelar a múltiples parámetros de búsqueda y que correspondería a un trabajo realizado por un ex jefe de policía de inteligencia criminal y antiterrorista de Turquía, sobre el cual parece haberse estructurado esta ‘investigación’ y al cual se la ha asignado categoría de verdad”.
Al reiterar las inexactitudes en el trabajo de la OUT, el KNK se refirió a las “apreciaciones” realizadas con respecto a Abdullah Öcalan, líder kurdo y fundador del PKK, que se encuentra encarcelado en Turquía desde 1999. Por esta razón, desde la organización kurda invitaron a las autoridades de la UNLP “a leer los libros de Abdullah Öcalan –muchos de ellos de libre circulación y fácil acceso en español- o rastrear los cientos de análisis y artículos –también en español- que abordan el Confederalismo Democrático, la historia del PKK, y la actual lucha de los pueblos de Kurdistán”.
En el texto, el KNK apeló “a la responsabilidad ética al momento de hacer públicos trabajos de este tipo, para evitar generar aquellos daños irreparables que produce la generación y reproducción de información sesgada, maliciosamente tergiversada e incluso errónea, que termina respondiendo a intereses alejados e incluso opuestos a una institución de la excelencia académica” de la UNLP-
Por último, el Congreso Nacional de Kurdistán solicitó a las autoridades académicas “respuestas concretas sobre la ‘investigación’ en cuestión”, y que se adopten “las medidas y acciones necesarias para compensar el perjuicio y reparar, de algún modo, lo que consideramos un agravio”. A su vez, se demandó que la dirección de la universidad manifieste su posición públicamente “frente a los dichos impartidos en esta y otras publicaciones relacionadas y elaboradas por el ‘Observatorio’”.
Para finalizar, en la carta se estimó que “en la convicción profunda de que solo la unión y la hermandad entre los pueblos nos acercará a la posibilidad de transformar el mundo en el que vivimos, castigado por la violencia extrema, las injusticias y la explotación en todo los órdenes de la vida, es que hacemos este pedido, ya que consideramos que las publicaciones que se han hecho en torno a este tema, conducen exactamente hacia caminos contrarios”.