Recordar a Fernando Benítez, el gran caudillo de la cultura

Fernando Benítez (Ciudad de México, 1912 – 2000)  ocupa un lugar preponderante en la historia del periodismo cultural durante el siglo XX. Su pluma siempre estuvo al servicio de la inteligencia y la información. Su pasión fue mostrar que en México la cultura era un manantial, y lo hizo durante siete décadas, siempre al margen de los acontecimientos culturales. Convertido en un personaje por el cual confluyeron diferentes generaciones de escritores. Su talento se transformó en una vocación por la cultura.

El escritor, periodista, e historiador dejó un gran legado que sigue vivo y latente, pues su nombre marcó una etapa en las letras que terminó hasta su muerte, con la cual se cerró un ciclo en la historia de las publicaciones periódicas nacionales.

La noche del martes 21 de febrero en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes se recordó al también conocido como “el padre de los suplementos culturales”. Famoso por la creación de importantes suplementos como “México en la cultura”, del diario Novedades. Sin lugar a dudas, este suplemento se convirtió en el modelo a seguir del periodismo cultural mexicano durante todo el siglo XX.

A 17 años del fallecimiento del autor de la novela El rey viejo, se proyectó un fragmento del documental Fernando Benítez: caudillo de la cultura, el cual incluye testimonios íntimos de destacados personajes de la vida cultural mexicana.

La obra audiovisual producida por el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE) y la Fundación Dr. Ildefonso Vázquez Santos (FIVS) integra más de 20 entrevistas con Elena Poniatowska, Juan Villoro, Silvia Molina, Rogelio Cuéllar, Cristina Pacheco, Fernando Canales, Beatriz Espejo, Víctor Manuel Camposeco, Eraclio Zepeda y Georgina Conde, viuda de Benítez, entre otros.

“El documental reúne voces e imágenes; testimonios orales y escritos de familiares, amigos, colegas y discípulos de un hombre afable y elegante, que recorrió en compañía de otros las épocas, los sitios y la gente de México con curiosidad”, apuntó René Asomoza, director general del ILCE.

Su nombre ocupó más de 30 portadas tanto de suplementos culturales como de libros de ensayo, novela, crónica, periodismo y antropología, que retratan la historia y el presente de nuestro país, a través de sus protagonistas, tramas, escenarios, costumbres y dilemas. Entre sus libros más destacados se encuentra Los indios de México. la obra que lo colocaría, de una sola vez y para siempre, en la cumbre del periodismo, de la antropología y de la literatura.

“Está también en las páginas del periodismo y en la de los suplementos culturales que hicieron época. Sobre todo, está en la memoria escrita y oral de la multitud de escritores, artistas plásticos, diseñadores gráficos, fotógrafos y humanistas congregados a lo largo de una trayectoria, no solo prolífica, sino también excepcional”, señaló Asomoza.

Durante su intervención, Jorge Octavio Vázquez González, presidente honorario de la FIVS, señaló que el legado de Fernando Benítez permanece vivo y más vigente que nunca.

“Lo es por la fuerza de su palabra escrita, la lucidez de su pensamiento, la erudición de su obra, la contundencia de su crítica, la lealtad firme hacia sus amigos, la lozanía de sus proyectos culturales y por todo él”.

Finalmente, el embajador de la República Dominicana en México y miembro del Consejo Directivo del ILCE, Fernando Antonio Pérez Memén, resaltó el trabajo de Benítez como antropólogo e historiador.

“Su obra nos testimonia de manera elocuente la vigencia del pensamiento y sentimiento que lo inmortalizó. Es una obra generosa, que aboga para que real y efectivamente los indígenas de nuestra América puedan vivir en un orden de libertad y de justicia”.

El documental da cuenta de la profunda huella que dejó en el medio periodístico, editorial, diplomático y académico, pero también de su sentido humano, sus pasiones y vivencias, a través de la voz de amigos, colegas y colaboradores. Es indispensable conocer este documental para entender con mayor profundidad la historia moderna de la cultura de nuestro país.

Cristina Pacheco, recuerda  a Benítez “sentado en una mesa llena de cuadernos, con su escritura diminuta que solo él podía entender; escribiendo, escribiendo y escribiendo la historia de muchos personajes de México. Finalmente, nuestra historia. El respeto de Fernando, el amor por las palabras y la modestia para ser periodista fueron las grandes cualidades de un hombre que se gastó su vida contando la vida de los otros”.

“Fernando es incapaz de sentirse sometido, incapaz de soportar la censura o la limitación, Fernando ha ido de un periódico a otro, y a su paso siempre ha significado en ellos un cambio en las letras”, finalizó la también periodista.