Fotoperiodismo: La fascinante tradición de recibir el año nuevo a cero grados

Tercera Vía se unió a la recepción del año nuevo en las costas belgas y holandesas

En Bélgica y Holanda existe una tradición sui generis: la gente se dirige a la costa o los lagos para el anual Buceo del Año Nuevo (Nieuwjaarsduik en flamenco). Lo que empezó como una iniciativa local de un grupo de excéntricos terminó convirtiéndose en un evento masivo. 

Foto: Annick Donkers
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El Buceo del Año Nuevo se organizó en Bélgica por primera vez en 1987 por iniciativa de un club de osos polares (personas que van a nadar en aire libre durante los meses del invierno), aunque el primer Polar Bear Plunge nació formalmente en 1920 en Canadá; los holandeses, por su parte, saltan ya desde los años sesenta en el Mar del Norte.

“Cada vez que estamos enfrente del agua, nos decimos: “¿Por qué venimos?”

Foto: Annick Donkers
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Foto: Annick Donkers

Cerca de tres mil personas se preparan para saltar en el agua helada. Después de bailar con los ritmos exitantes de una orquestra, música electrónica y ejercicios de calentamiento, todos se tiran en el mar. Algunos salen después de unos minutos, pero la gente con mas experiencia se queda en el agua hasta por media hora. Buceadores, varios barcos y un equipo de la Cruz Roja observan a la masa, listos para las posibles emergencias. Entre la gente no solo hay europeos: me encuentro con un grupo de texanos, una argentina, un ruso seguido por cámaras de la televisión y un pequeño crew que se agrupa bajo la bandera de Australia. Algunas personas vienen por primera vez: “Es algo que tienes que hacer al menos una vez en tu vida”, me aseguran. Otros son Die Hards y asisten todos los años. “Cada vez que estamos enfrente del agua pensamos: “¿Por qué venimos?” y luego de salir nos juramos nunca más hacerlo, pero mira, estamos otra vez aquí”. Una chica, por su parte, me comparte su secreto: “Te da mucha adrenalina: es increíble el ambiente y conocemos a mucha gente”. Es cierto lo que dice: solo se puede ver felicidad en los rostros de la gente. En la ciudad costal Oostende el Buceo del Año Nuevo tiene tradicionalmente lugar el primer domingo de enero, y esta vez coincidió con el primer día de 2017. La temperatura es de 0 grados centígrados y además está acompañada de un viento helado.

Foto: Annick Donkers
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