#VérticeEnElTiempo Poesía alucinante, mística y femenina para el fin de semana

Karen Plata (Cd. de México, 1986) es una poeta cuya obra gravita alrededor de la memoria familiar: el abandono de su madre, la esquizofrenia de su abuela, y el miedo que entraña la relación –muchas veces difícil y compleja— entre madre e hija. Plata escribe desde una voz infantil, es la niña visionaria que inquieta la realidad, la que se adentra en sus ensoñaciones para perturbar el mundo, la niña profeta que teme a sus alucinaciones.

Su más reciente libro Retratos de familia recibió el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino  2015, este poemario representa una suerte de continuación obsesiva de las visiones místicas que iniciaron con su primer libro  Mamá es una nave (Tico Tico Cruac Ediciones, 2007). Del cual Terceravía reproduce algunos poemas.

La autora estará compartiendo una lectura de sus poemas este sábado 1 de octubre en la primera reunión de poetas  Vértice en el Tiempo en el Museo de la Ciudad de México en punto de las 5 pm, junto a los poetas Mónica Mansour, Roberto López Moreno, Leticia Luna e Iván Cruz Osorio.  

flechitaDOS

Poemas

dice la abuela que las ranas atraen la lluvia

que son signos de felicidad

que nuestro futuro se puede leer en sus panzas y en las estrellas

que si ves las estrellas con atención puedes saber el día de tu muerte

_____

_____

a mi no me gusta ver las estrellas

les tengo miedo

ayer al salir de casa vi tres ranas saltado en el patio

quise atraparlas pero al volver las tres estaban muertas

dice la abuela que la muerte esta en todas partes

no le creo

la muerte se esconde en las estrellas

ayer todas las ranas miraban al cielo con la misma mirada de mi abuela muerta

 

***

un día viré a mi madre desde el espacio

me la encontré de frente con las piernas abiertas al mar


con el mar saliendo de entre sus piernas

era mi madre un gran vientre

y nosotros los argonautas sus hijos

***


Escucha nuestro podcast



mamá dice que es peligroso pretender tocar el cielo

dice que un día su abuela quedó ciega cuando cerró los ojos

y extendió sus manos hacia el techo

que jamás había visto algo igual

mamá dice que un día la abuela le puso sus manos en el rostro

y desde entonces extraña la tierra

luego nos sigue contando más cosas para amargarnos la vida

 

***

 

mamá espera la muerte

mamá es la muerte en casa sentada en la sala

yo soy su hija chiquita y mugrosa

yo me hinco a lamerle las piernas de tanto lodo que trae cargando

soy la posibilidad en todas las cosas

***

 

me imagino a mamá muriendo

a mamá muerta en una esquina de la casa

con los labios morados y su pechito frío

me imagino que me sostiene en sus brazos

que soy su bebé

mamá me canta canciones para que me duerma

mamá canta mientras yo toco su piel

me sonríe y dice que es feliz

mamá ahora es más feliz que antes

Previo

Yo soy tú y tú eres yo: Lecciones urgentes de Lolita Chávez Ixcaquic

Siguiente

Estudios revelan que la obesidad es sobre todo un asunto genético

Sin comentarios

Deja un comentario