Mi historia con un gol

Con la tranquilidad de un gol salí a fumar un cigarro y a ver el partido desde un ventanal. Gol de Estados Unidos y todo volvió a empezar.

El 10 de octubre de 2015, estaba reunido en alguna casa, grande, con muchos hombres, algunos viejos, otros casi sordos, unos casi ciegos, había cervezas en una hieleras, otros tenían coquitas ligth, pretzels, papitas, sin chile, limón y los fumadores fuera de la sala, los viejitos ya no toleran el humo.

Empezó el partido y uno dijo.

-Mira está Márquez. (A la media hora de partido algún viejito despistado diría: está Rafa Márquez)

Otro dijo

-¿Por qué el gordo de Muñoz?

-No seas cruel-dijo el otro

Después de unos minutos y cuando un jugador norteamericano se puso a su lado el mismo dijo

-Y además chaparro.

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-Pobre Moi, lo traes en friega.

Metió gol Chicharito

-Mira empezó la jugada Chicharito

-No, fue Jiménez

-No, Chicharito

-No, Jiménez, participaron los tres delanteros

-Casi la falla

-Oh, pues, aquí es como el cielo y el infierno. O es gol o no es gol, lo demás no importa.

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Sentenció el filósofo del sillón, no se mueve ni para tomar un cacahuate porque le ganan su lugar. Con la tranquilidad de un gol salí a fumar un cigarro y a ver el partido desde un ventanal. Gol de Estados Unidos y todo volvió a empezar.

-Que saque al orejón, no está haciendo nada. O a Jiménez


-Cuando se juega futbol todos somos director técnico

-Claro

Y así era, cada quien proponía desde su visión  los cambios tácticos, por ahí había un señor que jugó futbol hace 50 años en las Chivas, por acá otro experto que habla de cambiar la formación, todos coincidían que entraran Vela y Tecatito. Tuca mandó los primeros cambios.

-¿Cómo es posible que tenga a Corona y Vela en la banca?


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-¿Ese quién es?

-¿Falta Balcazar o no Pancho? El abuelo del Chícharo

Ahí fue cuando me sentí un poco más joven de lo normal. Había dos señores que se la pasaron platicando los 120 minutos del partido, me sorprendí porque entre ellos se enviaban fotos en Whatsapp, artículos sobre medicina orgánica, pastillas para la memoria y para mejorar el sistema digestivo. Cuando terminó el partido ninguno de los dos supo cuánto habían quedado el marcador. Gol de Oribe, todo el mundo se paró, se abrazaron y con la emoción de un niño chocaron las manos, alguno que otro se quedó adolorido y con la palma roja. Después otro gol de Estados Unidos

-Te dije que se iban a ir a penales

-No ha hecho nada el Tecatito

-Oh pues, nada te gusta. No vamos a ser felices hasta que quede campeón del mundo 5 a cero.

-Así es.

Para esto, ya habíamos cambiado de canal dos veces, primero intentamos en TvAzteca, para mi sorpresa los señores de la tercera edad odian a Martinoli, les parece un comediante, de mal gusto, vulgar y que no le presta atención al partido, los jóvenes lo defendimos y mantuvimos el canal un rato, sin embargo Quaker State, Volaris, Pepto Bismol y mil marcas más nos desesperamos y cambiamos a TDN una filial de Televisa.

-Esos son cloroformo, malísimos mano

Estuvimos un rato, en medio tiempo cambiamos de regreso a Azteca pero los comerciales nos obligaron a terminar de ver el juego en coloroformo TDN. El partido parecía terminado, yo había abierto la cuarta cerveza, salí a fumar, no perdía de mi vista ni un momento los pases e intentos de Herrera, de Oribe, de Güemez, se atravesaba alguien y hacia la travesía de nunca dejar de ver la pelota, era el más metido con el partido, algunos se distraían con los viejitos que no dejaban de pasarse fotos, otros con la botana o con las cervezas, yo con nada, el partido me tenía muy nervioso, mi cigarro se apagó, volteé a ver el cenicero, extinguí el color naranja de la brasa en el cenicero y lo vi con atención, al momento que un grito me causó un sentimiento encontrado.

-Gol

No lo vi, chingado.

Desde el ventanal observé los abrazos y chocadas de mano.

-Fue Jiménez otra vez nos salvó

-No, fue Aguilar

Entré, con una sonrisa pero discretamente, me paré hasta atrás de la sala. Vi la repetición.

-Qué golazo, dije

Tenía una cara de vergüenza, no quería que nadie supiera que no vi el gol por apagar mi cigarro. Ganó México en un partido muy emocionante, en cuánto pitó el árbitro bastaron 2 minutos para vaciar la sala, a la mayoría de los televidentes de esa sala ya se les había pasado la hora de dormir. Yo me quedé a ver el resumen, quería ver el gol que no vi, el gol con el que calificó México a la Copa Confederaciones.

 

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