Sheinbaum desafía a EE.UU.: “Empiecen por su país” en la lucha contra los cárteles

La tensión entre México y Estados Unidos se ha elevado a raíz del memorándum emitido por el Departamento de Justicia estadounidense, el cual establece la “eliminación total” de los cárteles del narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales. La presidenta Claudia Sheinbaum respondió con un tono firme y desafiante, instando a las autoridades estadounidenses a abordar primero la problemática del narcotráfico dentro de su propio territorio.
El trasfondo del conflicto
El documento, firmado por la fiscal Pam Bondi, responde a una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, quien desde el inicio de su nueva administración ha endurecido su retórica contra los cárteles mexicanos. La directiva busca coordinar esfuerzos entre la Fiscalía General de EE.UU., el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias gubernamentales para desarticular las redes criminales que operan tanto en suelo estadounidense como en el extranjero.
Entre las organizaciones criminales prioritarias en esta estrategia se encuentran el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Golfo, los Zetas y otros grupos delictivos con operaciones en México. Además, el gobierno de Trump ha advertido sobre la posibilidad de imponer aranceles del 25% a productos mexicanos como una medida de presión para que México refuerce sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.
La postura de México: defensa de la soberanía y cuestionamientos a EE.UU.
Desde el Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum fue tajante en su respuesta. “Empiecen por su país (…) ¡¿O qué!?, ¿no hay cárteles o delincuencia organizada allá?”, cuestionó, subrayando que el problema del narcotráfico no termina en la frontera sur de EE.UU., sino que continúa con la distribución de drogas dentro de su propio territorio.
Sheinbaum destacó que el fentanilo y otras sustancias ilícitas no solo ingresan desde México, sino que su distribución y venta en las calles de Estados Unidos es una responsabilidad que dicho gobierno no ha abordado con la misma intensidad. “¿Quién vende la droga en las ciudades de EE.UU.? ¿A dónde va el dinero del narcotráfico?”, cuestionó la mandataria, enfatizando que la cadena del crimen no puede analizarse de manera unilateral.
Asimismo, la presidenta denunció la falta de control en el tráfico de armas provenientes de EE.UU. hacia México, recordando que muchas de ellas terminan en manos de grupos criminales dentro del territorio mexicano. “¿Cómo es que hay armas de uso exclusivo del Ejército estadounidense en México? ¿Quién las vendió y cómo llegaron a nuestro país?”, puntualizó.
Colaboración sí, subordinación no
A pesar de su postura crítica, Sheinbaum reiteró la disposición de México para colaborar con EE.UU. en la lucha contra el narcotráfico, siempre y cuando se respeten los principios de soberanía y autodeterminación. “Nosotros claro que vamos a coordinarnos, a colaborar, pero como lo dije el 5 de febrero, nunca subordinación ni injerencismo”, declaró la mandataria.
El gobierno mexicano ha desplegado recientemente 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte como parte de los acuerdos bilaterales para frenar el tráfico de drogas y la migración ilegal. Sin embargo, Sheinbaum subrayó que cualquier estrategia debe considerar el papel de ambos países en la crisis del fentanilo y la violencia derivada del narcotráfico.
El dilema de la intervención militar estadounidense
Otro punto de tensión en esta discusión ha sido la posibilidad de que EE.UU. emplee medidas más agresivas contra los cárteles mexicanos, incluyendo el uso de su Ejército. Tom Homan, conocido como el “Zar de la Frontera” y asesor en seguridad de Trump, declaró que la Casa Blanca “no dudará en utilizar la fuerza militar” para combatir a los grupos criminales.
México ha rechazado enérgicamente esta posibilidad, advirtiendo que cualquier incursión militar extranjera en su territorio violaría su soberanía nacional. Sheinbaum ha insistido en que la cooperación entre ambos países debe darse en un marco de respeto y coordinación, sin imposiciones ni amenazas de intervención directa.
Implicaciones políticas y diplomáticas
Las declaraciones de Sheinbaum han sido interpretadas como una reafirmación de la postura nacionalista de su gobierno, alineada con la defensa de la soberanía que también caracterizó a su antecesor. No obstante, la presión de EE.UU. sobre México podría incrementar en los próximos meses, especialmente si la crisis del fentanilo sigue siendo un tema central en la agenda política de Trump.
Además, la designación de los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas” por parte de EE.UU. añade un nuevo matiz a la relación bilateral. Si bien esta medida no ha sido formalizada, su eventual implementación abriría la puerta a acciones más radicales por parte del gobierno estadounidense, incluyendo sanciones económicas y operativos en territorio extranjero.
El cruce de declaraciones entre Sheinbaum y el gobierno de Trump evidencia la complejidad del problema del narcotráfico y la necesidad de abordarlo desde una perspectiva integral. Si bien la cooperación entre ambos países es fundamental, la insistencia de México en no aceptar imposiciones unilaterales marca un punto de fricción que podría definir la relación bilateral en los próximos años. Mientras EE.UU. busca endurecer su estrategia de seguridad, México mantiene su postura de colaboración sin subordinación, defendiendo su soberanía en un contexto de alta presión política y económica.