Emociones y Covid-19: Una pequeña guía para mejorar nuestro estado mental

A pesar de que se ha relajado la cuarentena del Covid-19, la pandemia no para y las condiciones atípicas en el mundo siguen dándose, la crisis sanitaria se extiende hacia los ámbitos económicos y sociales lo que nos obliga a estar con nosotras mismas y hace aflorar lo mejor y también lo peor de cada una. Tanto la crisis sanitaria en sí como el aislamiento, que todavía padecemos no tanto por causa de una cuarentena estricta sino porque el abrazo y el contacto social está partido, producen una serie de reacciones comunes en nuestro estado psíquico y emocional. Con el aumento del tiempo de confinamiento y la gravedad de la situación, también aumentan sus efectos en nuestro estado interno.

En estos momentos también nos encontramos cara a cara con los temas pendientes que llevamos con nosotras y que reavivan en estas complicadas circunstancias: miedos, deseos, emociones reprimidas o recurrentes, partes negadas, relaciones en conflicto, carencias emocionales. Todo agravado porque en estos momentos vivimos una época común de perdidas.

Perdidas de trabajo, de ingresos, de anhelos, de certidumbres y planes, y sobre todo perdidas humanas; relaciones rotas y muertes que se siguen acumulando y que solo aquellas personas muy privilegiadas no han sentido lo suficientemente cercanas para reconocer la gravedad de la situación. Todo esto tiene efectos, algunos negativos y otros positivos, y a continuación rescataremos algunos que comparte el blog BcnGestalt:

REACCIONES EMOCIONALES

Lo primero que debemos entender es que en estos momentos lo normal es no estar del todo bien, las emociones menos agradables como la irritabilidad, ansiedad, miedo, angustia, fragilidad, inseguridad, tristeza, insomnio, preocupación, sueños extraños o pesadillas, falta de concentración, altibajos emocionales, saturación, cansancio o desesperanza son reacciones coherentes y naturales 1Si tienes tendencia a la ansiedad, has experimentado algún episodio intenso o ataque de pánico, otro tipo de dificultad más relevante o simplemente sientes que tus emociones te sobrepasan, busca ayuda profesional. en la situación actual.

Aceptarlas es importante para saber fluir con ellas, ya que todas nuestras emociones tienen una función adaptativa y van cambiando en relación a nuestro entorno. De nada sirve reprimirlas o entrar en un falso optimismo.

Una gestión emocional adecuada pasa por tomar conciencia de tus emociones a medida que vayan apareciendo, identificarlas, aceptarlas, transitarlas y darles una salida. Por supuesto fomentar una actitud serena y usar el sentido del humor te ayudará a gestionar estos momentos emocionales más complicados pero tampoco debes forzarte demasiado en ello, en ocasiones la solución pasa por observar el momento. También compartirlo con las personas que te rodean (incluso si es a la distancia y mediante tecnologías digitales) plasmarlos a nivel artístico, llevar un diario, realizar técnicas de meditación o mindfulness.

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HIPERVIGILANCIA/HIPOCONDRÍA

Sobre todo en estos meses por venir, donde el Covid-19 convivirá por primera vez con otros tipos de virus y enfermedades respiratorias, es importante no confundirnos. Será normal resfriarse y agriparse, pero ante la alerta de los últimos meses, es probable y normal que estemos más pendiente de lo habitual a posibles síntomas relacionados con el Covid-19.

Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en la hipervigilancia, un estado de atención exagerada a amenazas concretas. Este fenómeno actúa como un amplificador de las sensaciones físicas, haciendo que percepciones totalmente normales se sientan de forma más intensa porque se incrementa la vigilancia sobre ellas. A veces estas sensaciones se generan directamente por la observación en sí, porque la atención actúa como el zoom de una cámara: cuando se enfoca en algo concreto, lo aumenta.

Las personas con tendencia a la ansiedad o a la hipocondría deben tener especial cuidado de no alimentar la hipervigilancia en estos días. Algunos puntos a tener en cuenta:

• recuerda que algunas sensaciones físicas, como por ejemplo opresión en el pecho, mareos, náuseas, dolor de cabeza, molestias gástricas, tensión muscular… pueden generarse por preocupación y ansiedad
• realiza técnicas de respiración, relajación o mindfulness
• observa las sensaciones desde una perspectiva de aceptación y no juicio, sin realizar análisis adicionales
• realiza actividades distractoras cuando aparezca la hipervigilancia
• evita informaciones no oficiales sobre síntomas relacionados con el coronavirus

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Fuente: Healthline

Es importante considerar que la posibilidad de contagio es real y muy seria, por lo que un cierto nivel de preocupación es completamente normal. Sin embargo solo debes ocuparte de esto si has tenido contacto con personas que han sido claramente diagnosticadas con el Covid-19 y sobre todo si presentas los síntomas; para esto es importante recordar que el cuadro es bastante específico e incluye tos seca, fiebre, perdida del gusto/olfato, siendo el más grave y el que requiere atención médica inmediata la perdida de la capacidad respiratoria.

TEMAS PENDIENTES

En situaciones como ésta, donde los distractores se diluyen, es muy común también que aparezcan emociones y pensamientos pendientes de atender, que afloran ahora a partir de una mayor sensibilidad o como resultado de bajar el ritmo cotidiano y el contacto con lo exterior. Tal vez tu tristeza vaya más allá de la situación actual y esté reclamando tu atención sobre otros asuntos, o tu irritabilidad te esté señalando la necesidad de poner algunos límites en tu vida.

Ponernos hiperproductivos, exigentes o sentirnos culpables por no estar haciendo muchas cosas sólo empeorará la situación.

Observa qué tipo de contenido aparece y a qué hace referencia. A veces el conflicto es una buena oportunidad para conectar a nivel interno con aquello que necesita tu atención. El punto clave es la auto-observación, poner atención a como reaccionas ante el malestar: ¿Cuál es el mecanismo que aparece ante tus emociones menos agradables? ¿Las ignoras, reprimes, las exageras, las rebotas contra los demás? ¿Te «anestesias» comiendo, bebiendo, trabajando, con un uso excesivo de los contenidos digitales y las redes virtuales?

Que no aparezca «ninguna emoción especial» con esta situación tan excepcional también puede ser significativo. A menos que estés en un punto de iluminación, sería importante cuestionarte porque eres indiferente ante un mundo en crisis, quizá no estás en contacto a niveles más profundos contigo o con tu comunidad, o hay alguna actitud o mecanismo inconsciente que impide el flujo de tus emociones.

PROBLEMAS DE CONVIVENCIA / SOLEDAD


Problemas de relación que antes quedaban ocultos o diluidos, salen ahora a la luz. Los distractores externos con los que contamos habitualmente desaparecen y no nos queda más remedio que encontrarnos cara a cara con nuestras parejas o familiares.

Ante los problemas generados por la convivencia, a nivel práctico te ayudará buscar espacios por separado y dedicar tiempo cada día para actividades en solitario. La negociación, la tolerancia y la comunicación también serán clave para expresar y compartir las emociones que pueden ir apareciendo. A un nivel más profundo y sobre todo en las relaciones de pareja, será necesario revisar qué esta surgiendo en la relación para poder afrontarlo de forma adecuada.

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Fuente: Unique Mind Care

Muchas madres y padres también se encuentran con que sus hijos e hijas tienen comportamientos o emociones que no saben cómo gestionar. Aunque las más pequeñas son muy adaptables, el encierro les afecta en muchos sentidos y pueden demostrarlo de diferentes formas. Ser flexibles, explicarles lo que pasa, no ponernos exigentes y sobretodo no censurar ninguna de sus emociones ayudará a nuestras hijas a llevar mejor la cuarentena del Covid-19.

Por otro lado, las personas que están confinadas solas pueden tener mucha sensación de aislamiento y soledad. Si es tu caso, mantén contacto diario con tu entorno a través de videoconferencias y llamadas. Expresa tu sensación de soledad a tus amigos y familiares y tu necesidad de contactar con ellos.


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HAZ LO QUE PUEDAS

Terminemos diciendo que no todas las consecuencias del Covid-19 son negativas. La pandemia también despierta nuestra solidaridad y empatía, el contacto humano, la sensibilidad y la conciencia social. En esta línea todas podemos aportar nuestro grano de arena poniendo una mirada compasiva hacia los demás, ayudando al nivel que nos sea posible, evitando juzgar comportamientos ajenos y dándonos cuenta de que cada uno hace lo que puede con las circunstancias que le esté tocando vivir.

Además, la situación generada por el coronavirus nos confronta con nosotros mismos, dándonos a la vez una oportunidad para conocernos mejor y escucharnos a niveles más profundos. Hay mil publicaciones con consejos para llevar el confinamiento, distraernos, hacer cosas productivas, ser «positivos»… El mensaje que compartimos aquí, en comunión con las expertas de BcnGestalt es: haz lo que puedas. No pasa nada si no haces nada. Escucha tu cuerpo, respeta tu ritmo emocional y atiende las necesidades que vayan surgiendo.

Con información de BcnGestalt | Edición y notas del Colectivo Alterius 

Referencias

Referencias
1 Si tienes tendencia a la ansiedad, has experimentado algún episodio intenso o ataque de pánico, otro tipo de dificultad más relevante o simplemente sientes que tus emociones te sobrepasan, busca ayuda profesional.
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