Una funcionaria nombrada por Bolsonaro quiere que las niñas vistan de rosa y los niños de azul

¿Cuál es la obsesión de los conservadores por los colores? ¿Por qué marcar a mentes frescas con paradigmas sin justificación? Estas preguntas recurrentes nos vienen a la mente cuando leemos que en Brasil una nueva funcionaria federal nombrada por Jair Bolsonaro para dirigir el Ministerio de la Familia.

Damares Alves, la servidora pública en cuestión, en su primera semana se ha estrenado mediáticamente con la siguiente declaración:

“Atención, atención. Comienza una nueva era. Los niños visten de azul, las niñas de rosa”

Más allá de un dicho jocoso, su postura es una representación fiel de la ideología de la también pastora evangélica que ha dejado claro que su religión [cristiana] formará parte de su juicio si bien la institución que dirige en teoría es laica. Leemos en El País:

La ministra es además pastora evangélica de la Iglesia Cristiana Cuadrangular y una acérrima enemiga de lo que los bolsonaristas denominan “la ideología de género”, un cajón de sastre en el que incluyen múltiples políticas igualitarias o feministas.

A pesar de todo este contexto y la declarada cercanía de Alves con la ultraderecha (tanto así que la apuntó Bolsonaro como ministra), ella afirma no estar peleada con quienes ubica como los agentes de la “ideología de género”: la comunidad LGBT y simpatizantes feministas.

Por supuesto, la resistencia brasileña ya se manifestó en redes:

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