Mexicanos crean un dron de uso agrícola
En Ciencia, cuando se habla de elementos de percepción remota, por lo general se alude al análisis de imágenes satelitales para reconocer información de difícil acceso a ras de tierra. Las imágenes de satélite muestran, literalmente, mucho más de lo que el ojo humano puede observar, al desvelar detalles ocultos que de otra forma estarían fuera de su alcance. Algunas imágenes, por ejemplo, muestran las enfermedades de la vegetación, la existencia de minerales en afloramientos rocosos o la contaminación de los ríos.
Las nuevas tecnologías y su fácil acceso, han permitido afinar el análisis de elementos de percepción remota y ponerlo al alcance de muchas más personas en proyectos específicos. Hoy por ejemplo, se pueden utilizar drones para captar imágenes aéreas a distancias cortas y reconocer dichos problemas con mayor precisión en áreas más concretas.
Al respecto, jóvenes jaliscienses trabajan en la fabricación de un dron de ala fija, enfocado en proveer información relevante aplicado al campo de la agricultura. Esta aeronave no tripulada es capaz de cuantificar las plantas de un cultivo, así como otros factores que ayuden a los agricultores a la toma de decisiones. Se trata de un dron completamente autónomo, fabricado en espuma de poliolefina expandida (EPO, por sus siglas en inglés), el cual es un material resistente y liviano a la vez (pesa poco menos de tres kilogramos ya con la cámara integrada).
A través de un software fabricado por la misma empresa, este nuevo sistema de medición de cultivos puede procesar la información de cinco hectáreas en un lapso de 10 a 15 minutos. El Drone está diseñado para tener un tiempo estimado de vuelo de hasta 60 minutos a una altitud de entre 100 y 120 metros. Cabe señalar que el modo convencional para obtener esta información es manual, lo cual retrasa los resultados del proceso hasta por semanas.
El ingeniero David Leonardo Castillo Herrera, fundador de la empresa, señaló que con cámaras térmicas e infrarrojas se pueden determinar valores y características del cultivo al momento, cuyo conocimiento puede impactar positivamente en el bolsillo de los agricultores. “A través de las imágenes obtenidas por el dron, podemos obtener información como qué tan grande es la planta, la distancia entre plantas, los promedios de áreas donde el terreno está más seco y dónde más húmedo. Si hay una plaga, podemos identificar el avance de la plaga basado en el daño que le está haciendo a la planta”, comentó el empresario.
El desarrollo de este dron requirió una inversión de al menos medio millón de pesos y cerca de siete meses de investigación. Estará a la venta a partir de agosto de 2016, con un precio al público que varía entre los 12 mil y 15 mil dólares, dependiendo de las necesidades del cliente. La primera pieza ya fue adquirida por una empresa en San José, California, Estados Unidos, y será utilizada en viñedos.
El director de la empresa encargada del proyecto valoró la inteligencia y mano de obra mexicana, ya que “toda la manufactura, ensamble, calibración y pruebas se hicieron aquí con equipos mexicanos y conocimiento desarrollado en la empresa. El software nosotros lo hacemos; tenemos computadoras que ponemos dentro del dron, el sistema de control y guía para mover el dron son nuestros. No se ha comprado software de otro lado”, comentó.
El dron utiliza dos tipos de cámaras dependiendo las necesidades de la investigación. La primera es una cámara térmica, que permite recuperar valores de la temperatura del suelo y las plantas, que podría determinar la estrategia de riego de un cultivo. La segunda cámara es infrarroja y entre la información que puede recopilar está la humedad del suelo y diferentes índices de estrés en la vegetación, como enfermedades o plagas. En general, ambas tienen como objetivo dotar al agricultor de información que devenga en una mayor y mejor producción.
Una de las ventajas de este sistema es que se busca optimizar el uso de insumos agrícolas. “Lo que se necesita es hacer eficientes los procesos y aumentar su producción; por eso la agricultura de precisión está creciendo en todo el mundo, porque es necesario que en el mismo terreno la producción sea del doble o del triple que era antes, porque la población así lo requiere”.
“Nuestro producto va a ir orientado a ese tipo de empresas y personas, y con él van a poder reducir sus costos y mejorar su precisión. Ellos ya tienen sus clientes, así que el agricultor no tiene que pagar por un dron completo, sino que va a seguir recibiendo el mismo servicio pero ahora más rápido y a un mejor costo”, reconoció Castillo Herrera.
Con información de Agencia Informativa CONACyT