Expertos alertan sobre el peligro de calentamiento del Caribe mexicano y su impacto en la biodiversidad

El Caribe mexicano se encuentra en riesgo de sufrir un calentamiento cada vez más intenso, lo que afectaría la biodiversidad del ecosistema y dificultaría su capacidad de recuperación, advierten algunos expertos en respuesta a los pronósticos climáticos. Según el investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, Lorenzo Álvarez Filip, el fenómeno del Niño, caracterizado por altas temperaturas que provocan la muerte de corales y especies marinas, se ha observado en la costa del océano Pacífico desde los años 90, pero no se había registrado previamente en el Caribe mexicano, que se consideraba “relativamente protegido”.

Sin embargo, los pronósticos indican que este fenómeno se volverá más agresivo, provocando un aumento de hasta 1.5 grados centígrados en la región del Caribe para el año 2100.

A este problema se suma la contaminación del acuífero de agua dulce bajo la Península de Yucatán, generada por el rápido crecimiento del desarrollo en la costa. Los ríos subterráneos que fluyen hacia las costas y los arrecifes se ven afectados, ocasionando diversos problemas. Actualmente, el 90% de las grandes especies marinas en el Caribe mexicano se encuentran mermadas y el 50% de los arrecifes están destruidos, lo que significa que el océano está perdiendo más de lo que puede recuperar.

Los arrecifes son especialmente vulnerables debido a las actividades turísticas realizadas en la zona, como el buceo y el snorkel. Aunque se han implementado medidas de protección al declararla como Área Natural Protegida, no son suficientes para detener las amenazas globales que plantea el cambio climático.

Desde 2008, la Organización de las Naciones Unidas ha promovido el Día Mundial de los Océanos para recordar la importancia de estos ecosistemas en la vida y el sustento de la humanidad. Los océanos son el principal proveedor de proteínas para mil millones de personas y generan al menos el 50% del oxígeno en el planeta.

Lorenzo Álvarez Filip destaca que los seres humanos somos lentos para comprender los problemas ambientales y sus repercusiones en nosotros mismos. Los arrecifes han estado emitiendo señales de alerta desde la década de 1970, indicando que algo está sucediendo en el ambiente, como la contaminación del agua y los cambios que están ocurriendo. Sin embargo, es ahora cuando estamos tomando más conciencia de esta situación.

Según el investigador, la sociedad carece de los recursos humanos, económicos y tecnológicos necesarios para abordar los cambios trascendentales requeridos para la preservación de los océanos. Es fundamental contar con la responsabilidad gubernamental para invertir en recursos y generar políticas públicas que aseguren estas transformaciones.

Con información de Agencia INVDES