2021: Liberales contra Conservadores

Se nos ha convocado a tomar partido. A elegir bando. Es tiempo de definiciones.

Pues hagámoslo: tomemos partido, elijamos bando, definámonos.


  1. Ser liberal es pelear por los derechos de la naturaleza.

Los combustibles fósiles ocasionan 4.5 millones de muertes al año por la contaminación del aire. 10 veces más que las muertes ocasionadas, hasta el momento, por la pandemia del nuevo Coronavirus.

Por si eso fuera poco, la pandemia ha demostrado que las energías limpias son menos vulnerables a la inestabilidad económica. Además, son la apuesta del 80% de los países en el mundo, que no son exportadores de combustibles fósiles sino importadores. La tendencia es irreversible: solo un conservador sería incapaz de reconocerlo.

 

  1. Ser liberal es ser aliado del movimiento feminista.

En México, una mujer gana, en promedio, una quinta parte menos que un hombre por hacer el mismo trabajo. Una mujer trabaja, también en promedio, 39 horas no remuneradas a la semana contra 8 horas en promedio de los hombres. Cada dos horas y media matan a una mujer en México por el hecho de serlo. Y la tendencia sigue a la alza. 

El machismo es la ideología que normaliza y justifica dichos fenómenos por ser “naturales” (ya sea con falacias biológicas o culturales). El feminismo se opone al machismo porque reivindica la igualdad entre mujeres y hombres, no porque aspire a que las cosas funcionen al revés en perjuicio de los hombres. Proclamarse humanista sin reconocer la necesaria victoria cultural del feminismo es ser conservador.

 

  1. Ser liberal es luchar por derechos, no por programas clientelares.

Nuestro país tiene 12 años midiendo la pobreza con seriedad. Y una década más siendo evaluado por organismos internacionales. Puede usted encontrar matices y porcentajes ínfimos de contracción, pero la realidad es que en todos estos años no se ha reducido la pobreza.

No solo eso: si usted mide la desigualdad en México antes de que las personas paguen impuestos y se ejerza el gasto público es prácticamente la misma que después de la intervención del Estado. Es decir: el gobierno no le sirve a quienes más lo necesitan. 

La única solución para modificar ese sistema es una reforma progresiva tanto de la recaudación como del gasto: que quienes más tienen contribuyan más (no solo desde sus ingresos, sino desde su riqueza) y que quienes menos tienen reciban más (no solo transferencias directas sino oportunidades de movilidad social ascendente). A esa reforma se oponen los conservadores.

¿Hay un piso mínimo de bienestar al que los seres humanos tenemos derecho por el simple hecho de serlo? Los liberales creemos que sí y tenemos varias propuestas para llevarlo a la realidad: el Ingreso Vital es la más reciente muestra.

 

  1. Ser liberal es luchar por la igualdad jurídica de las personas.

Los conservadores del Siglo XIX creían que la “raza” (esa categoría conceptual inventada para justificar el racismo) era un motivo suficiente para negar la igualdad jurídica de millones de personas. Hoy, 150 años después, nuestras leyes siguen negándole la igualdad jurídica a las personas y cercenando derechos civiles (al matrimonio, a la adopción) a personas en razón de su preferencia sexual.

Justificar que las leyes discriminen y hacerlo bajo el pretexto de que los derechos de esas personas los debe decidir “la mayoría” es conservador. Ser liberal es luchar por todos los derechos para todas las personas.

 

  1. Ser liberal es darle voz a quienes no la tienen.

¿Se vale decir que se lucha por el bienestar si se hipoteca el futuro de quienes no votan para beneficio de las generaciones que hoy toman las decisiones?

Quienes creemos en la justicia intergeneracional decimos que no. Y no solo eso: llamamos a no ver a las niñas, los niños y los adolescentes como mini-personas con mini-derechos. 

Un conservador solo puede pensar en los derechos de quienes tienen la capacidad física y jurídica para hacerlo. Una persona liberal reconoce que los derechos le pertenecen, incluso, a quienes no pueden defenderse para ejercerlos, incluyendo a otras especies. La ciencia jurídica nos permite, a través de ficciones jurídicas, defender manglares, jaguares, selvas, ríos y cuerpos de agua de los conservadores.

 

  1. Ser liberal es disentir e influir.

Los conservadores tienen certezas. Y construyen el mundo a partir de ellas imponiéndoselas a quienes su poder coercitivo les permite hacerlo.

Las personas liberales tenemos dudas. Y construimos un mundo en el que esas dudas coexisten y dialogan. Creemos que disentir, como lo ha demostrado Amartya Sen, es la mejor forma de apoyar a nuestros gobiernos a una mejora continua y que la rendición de cuentas no es una exigencia desleal frente a nuestros líderes democráticos.

Mientras los conservadores se sienten amenazados por el empoderamiento ciudadano, las personas liberales creemos en que las grandes transformaciones se hacen en colectivo.

 

  1. Ser liberal es defender a los inocentes

En México hay 100,000 personas que duermen todas las noches en prisión sin una sentencia que los haya declarado culpables. Por si eso fuera poco, hace unos meses se amplió el catálogo de delitos mediante el cual se puede llevar a las personas a la cárcel sin necesidad de un juicio o de una sentencia.

Esa medida, que contraviene los establecido en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se alimenta por otra serie de restricciones absurdas y desproporcionadas al libre desarrollo de la personalidad, incluyendo la prohibición de diversas drogas y la criminalización de las personas que las consumen.

Las personas liberales queremos que solo terminen en la cárcel aquellos a quienes se les haya demostrado su culpabilidad y que todas las drogas se regulen con proporcionalidad y coherencia, incluyendo muchas sustancias que hoy destruyen la salud de los mexicanos como las azucares y los ultraprocesados.

Los conservadores son indiferentes a que miles de inocentes estén tras las rejas. Las personas liberales no lo somos.


¿Tiempo de definiciones? ¿De tomar partido y elegir bando?

Ahí están 7 definiciones y permítame añadirle una pregunta:

¿Usted qué es? ¿Liberal o conservador?

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