Arcilla y relámpago
Microrrelatos de Melissa Benítez Ilustraciones de Aleksandra Waliszewska
El catecismo transita sin claridad, entre más conozco a dios más preguntas tengo… ¿Por qué dejó de manifestarse en flora desértica interactiva en llamas? Tendría más adeptos si no hubiera dejado ésa habilidad en desuso. Mientras preparaba el discurso con el que claudicaría a la fe católica y rompería para siempre el corazón de mi mamá, llegaron los seminaristas que practicarían la celebración de la misa para posteriormente recibirse como sacerdotes y tener una capilla propia. Mis ojos dejaron de ser míos y pronto se hallaron presos en la cárcel de los besos que no me daba Julio, un morro precioso con la piel del color del hueso del aguacate, quería acercarme y lamerlo a ver si sabía al verde de ésa fruta. No lo vi a solas hasta varios días después, mientras practicaba sus rezos, un bien tangible que la iglesia dejaba a merced del hambre que crece en un pueblo con los pocos niños que el narco deja vivir para verlos llegar a hombres. Si dios era preguntas, Julio era la respuesta. Su risa le nacía en el pecho como una nube y subía a través de su garganta para estallar en la lluvia de su carcajada.