Aldea Maracaná: Hostigamiento contra pueblos indígenas de Brasil en tiempos del COVID

Texto de Alejandro Mira
Edición del Colectivo Alterius

Mientras que Brasil suma el mayor número de afectados por el COVID-19 en America Latina, con un total de 8.500 decesos y 125.000 casos positivos, el diputado del estado de Rio de Janeiro por el partido de derecha Partido Social Liberal (PSL), Rodrigo Amorim, emprende una campaña de hostigamiento en redes sociales contra los integrantes de la comunidad indígena urbana “ReXistência Aldeia Maracanã”.

En días pasados el diputado fue visto en compañía de otras personas en las inmediaciones de la Aldea, esto a pesar de las medidas de aislamiento y distanciamiento social implementadas por las autoridades sanitarias.

Así lo han denunciado integrantes de “ReXistência Aldeia Maracanã”, asentados en un predio que antiguamente albergaba al antiguo Museo del Indio, a unos pasos del emblemático estadio Maracaná.

Desde el año 2006, estos integrantes del movimiento social indígena en Brasil han defendido la propiedad simbólica y legal de este espacio a través de su ocupación. En 2013 y en medio de protestas encabezadas por diversas organizaciones sociales del estado de Rio de Janeiro, los habitantes de la Aldea fueron desalojados por una “violenta acción policial”, como lo señalaron diversos medios internacionales meses antes de la celebración de la copa del mundo de 2014.

Actualmente viven en la Aldea una docena de familias pertenecientes a diferentes pueblos indígenas de Brasil, incluidos niños y niñas. También ahí se desarrolla el proyecto educativo “Universidade Pluriétnica Indígena Aldeia Maracanã”, un centro de difusión y aprendizaje de las culturas indígenas de Brasil, en el que participan integrantes de diversos colectivos políticos, académicos y simpatizantes del movimiento indígena.

Los integrantes de la aldea indígena urbana denuncian al político de ultraderecha Rodrigo Morim como el principal promotor. Señalan que es la tercera ocasión en que realiza este tipo de acciones de hostigamiento.

De acuerdo a Dilmar de la etnia Purí, activista social e integrante de “ReXistência Aldeia Maracanã”, esta es la tercera ocasión en la que el diputado Amorim, ex contendiente en 2016 a la vice prefectura del estado de Rio de Janeiro junto con el hoy senador federal Flávio Bolsonaro -hijo del actual presidente de Brasil-, realiza acciones de hostigamiento y amedrentamiento contra los habitantes de la Aldea. A su vez, Júlia Xavante, también integrante de la agrupación indígena, mencionó que en enero de 2019 el diputado bolsonarista ingresó al perímetro de la Aldea junto con el empresario y también diputado estatal por el PSL Alexandre Knoploc, acompañado de sujetos armados.

En relación a las recientes acciones de hostigamiento, el pasado 13 y 15 de abril del año en curso, el propio diputado Amorim divulgó en sus redes sociales un par de videos acompañados de texto en los que denuncia el proceso de “favelización” y agrupamiento de “drogadictos” en la Aldea. Dichos mensajes se suman a los que ya había emitido en enero de 2019, cuando declaró para el medio brasileño O Globo que la Aldea Maracaná era un “basurero urbano” y que “a quien le gusten los indios, que vaya a Bolivia”, generando una controversia internacional con el entonces presidente del país andino Evo Morales.

Bajo este escenario, simpatizantes de “ReXistência Aldeia Maracanã” han alertado sobre la campaña de desprestigio de corte racista que impulsa el ex candidato a la prefectura de Rio, quien ha sido denunciado recientemente por la Procuraduría General del municipio de Mesquita, estado de Rio de Janiero, por los delitos de ocupación fantasma de cargo público, daño al erario y enriquecimiento ilícito, mientras era funcionario público en dicha municipalidad entre los años 2014 y 2016.

Los hostigamientos de Rodrigo Amorim a la comunidad indígena, ocurren en un contexto en el que diversos organismos de derechos humanos alertan sobre la situación de riesgo y vulnerabilidad generalizada en la que se encuentran los pueblos indígenas de Brasil en sus territorios, frente a la expansión acelerada del COVID-19. Igualmente, en la polémica generada el fin de semana pasado por la presencia del ultraderechista Jair Bolsonaro en una manifestación de corte golpista organizada por sus simpatizantes en Brasilia; también por su simultanea intervención en el nombramiento del nuevo Ministro de Justica, el pastor evangélico André de Almeaida, y el nuevo responsable de la Policía Federal, aparentemente como medidas para interrumpir las investigaciones en curso realizadas por la justicia brasileña sobre dos de sus hijos: Flavio y Carlos. De acuerdo a un reportaje publicado recientemente por el medio The Intercept Brasil, Flávio Bolsonaro, sería investigado por la delegación de la Policía Federal de Rio de Janeiro por el financiamiento ilegal de edificios para la milicia con dinero público, mientras era diputado de este estado.

En medio de la contingencia por el COVID-19, los integrantes de “ReXistência Aldeia Maracanã” alertaron a través de un vídeo que circula en redes sociales a organismos nacionales e internacionales de derechos humanos para monitorear la escalada de acciones de corte racista por parte del diputado del PSL; igualmente, por la posible situación de riesgo sanitario que implica su presencia en las inmediaciones del predio.