Stroma: Música para frenar el calentamiento global

Es cierto que la ciencia por lo general se plantea de formas que impiden un acercamiento agradable a las personas no especializadas pero interesadas en los avances tecnológicos. Es por esto que muchas veces se percibe como una práctica complicada, que se aleja de las necesidades comunes y que sólo se realiza por investigadores tan arrogantes como aburridos. 

Lo cierto es que muchas veces, la práctica científica se realiza por personas que gozan de explorar muchas temáticas y que se desarrollan en otros campos.  Asombro, pasión y diversión es justo lo que ha motivado un proyecto como STROMA para construir un puente entre arte y ciencia, utilizando los medios digitales como herramientas para compartir la experiencia estética de la buena música y al mismo tiempo lanzar un mensaje urgente para sumarnos a la lucha frente al sistema de explotación y muerte que ha puesto en riesgo la continuidad misma de la vida como actualmente la conocemos.

STROMA pretende justo eso; desmitificar a la ciencia como aburrida y acercarnos la belleza de las ciencias de la vida aprovechando los medios tecnológicos de un mundo globalizado. Centrados particularmente en conectar con un público infantil-juvenil que a diario vive e interactúa a través de la InterNet. Sabemos que ante estas preguntas y afirmaciones planteadas, la respuesta es muy amplia y debe ser construida por múltiples disciplinas y herramientas a través del tiempo, para consolidar una respuesta óptima y promisoria, basada en una evaluación y retroalimentación constante por los involucrados en las preguntas y respuestas. La música con videos es una opción para atraer interés.

El proyecto STROMA nace en prácticas de campo con estudiantes y académicos en el año 2017 al área natural protegida de cuatro Ciénegas Coahuila, ubicada al norte de la república mexicana. Una inmensa diversidad de animales y plantas endémicas, así como los emblemáticos estromatolitos, fósiles que habitan bajo el agua de sus pozas azules y que representan el primer registro de la larga historia de la materia viva, maravillaron e inspiraron al biólogo Omar Durán Guerra, quien además está formado como músico, para crear la serie de piezas musicales que conforman STROMA.

Fusiones de rock progresivo y sonidos ambientales inspiraron el tema principal titulado Estromatolito; una canción que permite imaginar y recrear los paisajes naturales que dieron origen a la vida, las fuerzas geológicas que generaban el caos necesario para la formación del los primeros organismos para finalmente retomar un ritmo pausado que representa el cierre temporal de un ciclo que se repite en nuestro planeta y en el cosmos.

El segundo tema es Huesos en el jardín, donde unos niños curiosos comienzan a dudar de las respuestas que han recibido de una sociedad dogmática para explicar nuestro origen. Su exploración los conduce a conocer el pasado geológico que dio origen a innumerables formas de vida y les ayuda a reconocernos tan sólo como una pequeña parte del reino animal, estructuras efímeras que se transforman en el extraordinario relato evolutivo, el cual diluye cualquier pretensión humana de elevarse por encima de cualquier ser vivo si es bien interpretado.

Quienes hacen parte del proyecto STROMA trabajan en un video-animación, para difundir esta canción y es posible apoyarlos en una campaña de fondeo comunitario que concluye en febrero del 2020.

El tercer tema es Mamíferos, una pieza que nos invita a reflexionar sobre los efectos de la cacería furtiva pero no a través de simples datos sobre la perdida de la biósfera por esta práctica que representa como pocas la estupidez humana, sino que intenta mover las fibras de la empatía al centrarse en una manada que habita con calma su hábitat, hasta que se ven interrumpidos por un grupo de cazadores.

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