Un vaquero que documenta, confronta y expone: entrevista con Diego Enrique Osorno

Reportero, escritor y cineasta, es como se define Diego en la biografía de su sitio web. Pero el periodista originario de Monterrey también es las historias que cuenta, los conflictos que expone y trata de entender, y la memoria que prevalece a partir de todo lo que hace.

Texto y fotos, por Yair Hernández


Dentro del trabajo periodístico, lo que más le apasiona a Diego Enrique Osorno es el proceso: plantear la idea, investigar, checar la inversión, agendar y elaborar las entrevistas: “Termina uno publicando un libro o un documental donde siente que está reflejada la visión con la que empezó el proyecto. O a veces la visión va cambiando. Hasta ahí es donde encuentro una cierta satisfacción”.

Una de las últimas satisfacciones para el periodista originario de Monterrey fue  ‘1994’, serie documental que permite entender y expandir un año que paulatinamente se volvió una etapa clave en la historia contemporánea – política y social – del país.

 Este trabajo audiovisual, dividido en 5 capítulos, se estrenó el pasado 17 de mayo a través de Netflix y de inmediato suscitó un debate tanto en redes sociales como en conversaciones cotidianas: “También hay otra parte que me gusta que es la repercusión que está teniendo en otros países: una serie como ésta empieza a generar una mirada de lo que somos nosotros lo mismo desde Turquía, Canadá, Países Bajos o Reino Unido; normalmente vienen periodistas o analistas extranjeros a documentar nuestra realidad y a traducírsela al mundo. Y aquí no: aquí hay una producción que es mexicana, un director que es de México, un equipo que en su mayoría mexicano que está tratando de dar una visión de nuestra realidad al mundo entero”.  

Dentro de los testimonios que Osorno recogió para este ejercicio de memoria, hay dos que pueden verse como los protagonistas – y antagonistas – de dicha época: el del expresidente Carlos Salinas de Gortari y el del subcomandante Galeano (antes Marcos). A Salinas ya lo había entrevistado antes: para el libro ‘Slim: Biografía política del mexicano más rico del mundo’ y para el corto documental ‘La muñera tetona’. En cuanto al portavoz del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hace pocos meses Osorno publicó una investigación en Milenio sobre la persecución que vivió: El estado contra el subcomandante.

“Obviamente ambos personajes generan muchas filias, muchas fobias y generan una controversia. Y yo no iba a entrevistar a gente que no tuviera una participación directa en los acontecimientos”.

El contraste de opiniones es una muestra del enfoque laboral que el reportero nacido en 1980 maneja: “Hay que hacerlo (el periodismo) buscando las voces distintas, confrontando. También hay que tener templanza, una resistencia psíquica especial para poder aguantar una conversación con alguien con quién no estás de acuerdo”.

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Porque él ha plantado cara a muchas situaciones y personas que no han sido de su total agrado, por ejemplo: el conflicto magisterial en Oaxaca de 2006 – este año paulatinamente podría generar otro ejercicio de memoria como ‘1994’, reconoce el también documentalista –, situación que Osorno cubrió y que originó su primer libro: ´Oaxaca sitiada. La primera insurrección del siglo XX´ (2007). 

“Yo tengo…no sé si es virtud o defecto de que no suelto las historias en las que me involucré”
Otro momento en el que Diego ha recurrido a su templanza fue con el incendio de la Guardería ABC ocurrido en Hermosillo, Sonora el 5 de junio de 2009. A partir de este hecho, hizo un libro coral titulado ´Nosotros somos los culpables´ (2010) y actualmente planea “sacar otro corto documental sobre lo que ocurrió en unos meses más. Yo tengo…no sé si es virtud o defecto de que no suelto las historias en las que me involucré. Creo que los periodistas debemos comprometernos con las historias, no usar a la gente”. 

Otro proyecto audiovisual que el autor del manifiesto del Periodismo Infrarrealista está cosechando es ´Altar´: “Espero que se estrene pronto. Este documental tiene que ver con Javier Valdez”, el laureado periodista sinaloense que fue asesinado el 15 de mayo de 2017. 

Y es que la situación de agresiones y asesinatos a colegas no es un tema menor para Osorno: “No ha bajado el nivel de agresiones contra periodistas; siguen matando compañeros, siguen acosando compañeros. Sin embargo, hay también señales interesantes. Pero luego uno ve que la fiscalía no solo no avanza, sino que parece que quiere regresar… Tenemos una situación ambivalente. Es un gobierno que da mensajes… en el tema de la agresión a periodistas, es un gobierno indescifrable”.

Lo que para Osorno no es indescifrable es la contribución del periodista a su entorno: “Como periodistas, creemos que el trabajo que hacemos puede ayudar a transformar nuestra realidad; que puede ser una herramienta de transformación social. En esa transformación, podemos contribuir con el debate, con la discusión, con la reflexión y con el análisis”. 

Por esto, este vaquero regio que documenta, confronta y expone momentos, mantendrá la pluma con tinta y la cámara prendida por un buen rato para evitar el silencio..

 

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