Andrea Marone #VocesVioletas

#VocesVioletas es un espacio semanal dedicado a compartir poesía escrita por mujeres de México y Latinoamérica.

Andrea Marone (1994) Es poeta y escritora freelance. Estudió Licenciatura en Letras Modernas en la UNCuyo y formó parte del Instituto de Literaturas Modernas. Ha publicado en diversas revistas tanto en papel como digitales. También, ha participado de antologías de cuento y poesía desde los 17 años.  Publicó en el 2017 su primer plaquette de poemas “Vampirización del ego” (Mar adentro).

Ha participado del Slam Federal de poesía en la ciudad de Rosario en el 2015 y del Festival Internacional de Poesía APOA 2018 en Buenos Aires. Integra espacios de poesía performática desde hace años y protagonizó la serie mendocina “Una de las terribles cosas”. Actualmente vive en Buenos Aires y escribe esporádicamente artículos sobre Arte para páginas de internet. Lleva adelante un proyecto de difusión de poetas latinoamericanas mujeres en formato fanzine.

Mantiene las siguientes redes sociales: BlogInstagram, Isuu

A continuación compartimos una breve selección de su obra poética:


 

Sororidad

 

“No se nace mujer se llega a serlo”
(Simone de Beauvoire)

Llegará ese día glorioso
en el que nuestras pieles
no serán espejos
de insomnios desacertados
que acumulen como escamas,
dolores.

_____

_____

Llegará una noche legítima,
hembra mestiza
de luna creciente
en la que todas dormiremos en paz
en la que todas gestaremos en paz
dulces sueños nacidos de nuestra voluntad.

Cada una en su colchón
o abrazadas entre sábanas rugosas
cerraremos los ojos aliviadas
porque nuestras decisiones serán libres
y sin esa vara de hierro impresa en la frente
tendremos mucho más para entregar,
no solo a nuestros afectos
sino a nosotras mismas.

Harta de insomnios
de horas de vida malgastadas
en laberintos mentales sin salida
imagino ese noche lujuriosa
en la que por fin descansaremos
de forma definitiva.

Hasta entonces, como heridas abiertas invadiremos las calles, materializando nuestros anhelos en derechos ciudadanos, todos los que sean necesarios para conseguir que en algún momento la vida sea un espacio de liberación del alma y no esta cárcel de expectativas a cumplir para los criterios de los demás.

  


  

Partir

“Infesta la poesía con su arcaico perfume”

Blanca Varela

Me voy
en el intento de permanecer
intenté palpar lo sustancial
hasta reconocer la forma de la ausencia.

Dejé resbalar por mi vientre
sagradas gotas de olvido
y ofrendé a deidades masoquistas
mi corazón como hígado de vaca
en un mostrador indiferente.

Me vuelvo a ir
he descubierto la piedra angular
sobre la que se desparraman
los cuerpos frágiles que me habitaron
que habitaron a mi madre
que habitaron a mi abuela,
me voy convertida en ceniza
y en resistente mármol
con una voz hallada
que susurra en mi oído:
in spiritus remigio vita
es el inicio de cientos de partidas  

  



  

Analógico

 

Transcurre el viento entre las flores


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las lleva, las trae

las deja caer

al pétalo lo deja caer

al polen lo deja caer,

en una foto sería eterno

pero no es más

que un instante.

Sentimos caer

como podríamos habitar

los fragmentos

de nostalgia

que quitan el sueño

 

Como arremete el viento

y arrastra

como todo lo que ausenta

desdibujando el contorno

del pétalo

hablamos de caer

como podríamos hablar

de estar de pie

pero con la ausencia

pisando los tobillos.

Decir caer es como decir

estar de pie pero

con una flaqueza en las rodillas

como el néctar que apenas sujeta

el brote, la flor, una lágrima.

 

La foto del instante

en que cae la flor

no existe es solo

el recuerdo de verla caer

 


 

Los amé a todos

 

y cada uno, intensamente

les hice sentir que eran únicos

les hice sentir que eran los mejores

a los que se enamoraron de mi

a los que me amaron

a los que me quisieron

a los que no me quisieron

a los que me quisieron como pudieron

a los que me lastimaron

a los que me lastimaron sin querer

a los que me lastimaron adrede

y estoy orgullosa porque

se fueron como se va el verano

pero todavía tengo

la capacidad de amar.


  

Nuestros muertos

 

A Santiago Maldonado y todos los muertos que aun sangran en la historia de este país

  

Nuestros muertos son

las espinas infranqueables de flores monstruosas, grisáceas, cacofónicas

que se llevan entre los pliegues de su cuerpo embalsamado

el aire fresco de una primavera que tan rítmica no nos pertenece

¿Quién merece ahora florecer?

Nuestros muertos tienen nombres, familiares, un domingo,

un asado, un mate, una rutina que los extraña;

y la prófuga verdad de que la memoria en un momento

olvida que es una manera de las células de sobrevivir al frío

y matar por segunda vez con una indiferencia cínica.

  

Nuestros muertos enfrentando las mañanas de insomnio,

las discusiones de rutina, el detectivesco recoveco en el que

se ahogan las preguntas de un país sin pies, un país sin cintura,

ni jornada laboral, ni justicia social.

  

La veta, en dónde todos caemos

como piedras que arrepentidas

buscan hundirse al fondo del río.

  

Nuestros muertos, esa grieta, el río, la piedra olvidada, la veta

esa indiferencia constitucional, acordada por todos

conveniente,

nuestros muertos

cicatrizando en la corteza de

un corazón cobarde

llorando a mares la culpa de nuestra pálida cobardía,

apenas lloran, apenas se escuchan, apenas

saben nadar por el río de esta

funcionalidad Mediática.

Nuestros muertos con los puños

enredados como sogas se ahogan otra vez

y esta sociedad cobarde se pregunta pero no sabe gritar.

  


    

I

Cuando vengan a llevarse
la superficie sobre la que apoyamos los pies,
recen por un sustento sólido que no deje filtrar las sobras
que nos mantenga firmes

y entre nuestros dedos se esconda la esperanza.
Cuando vengan, porque vendrán
Las armas sintéticas, los aspiradores de sueños,

los chips para deleznar la memoria
la ignorancia habrá sido el arma asesina.

Ya no habrá perdón que quepa
porque no existirá un después
y no habrá tiempo para debatir las noticias
ni para historias de resurrección,
las aves rapaces nos devorarán los ojos
mientras que las diferencias serán alpiste.

 

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