Ser mujer en México: Amalia fue violada, revictimizada por autoridades, pidió auxilio y nadie la ayudó
México es un país hostil para las mujeres y uno de los casos más emblemáticos es la situación de crisis que se vive en el Estado de México. Entre feminicidios que son juzgados sin sensibilidad alguna por las autoridades y las violencias machistas contra las mujeres en supuestos espacios seguros como la academia, México tiene una deuda pendiente.
El Universal hoy revela el caso de una violación sucedida en Naucalpan, municipio del Edomex, en la que una joven de 22 años llamada Amelia narra a la autora de la nota cómo es que fue violada en la vía pública, ante la mirada horrorizada e inútil de algunos testigos. Además, pasó hambre y en pleno estado de shock fue regañada por autoridades ministeriales del municipio debido a que ingirió un alimento luego de que no fue atendida en casi 10 horas.
El regaño, relata el texto de El Universal, fue porque “contaminó la evidencia”. Imaginemos esto:
- Una mujer fue abusada sexualmente en vía pública
- De las decenas de peatones y trabajadores en las inmediaciones del paradero de autobuses y conjunto de locales, sólo un padre de familia la auxilió luego de que fue perpetrado el ataque.
- La joven no recibió una atención con perspectiva de género y más bien fue violentada o revictimizada por el personal ministerial. La crónica del diario capitalino no específica la instancia específica ni el nombre de la víctima.
- En pleno estado de shock fue regañada, estado en la ministerial sin haberse podido siquiera asear.
Si bien el texto de Rebeca Jiménez Jacinto peca un tanto del sensacionalismo de las secciones policíacas, es una cruda mirada al dolor de una víctima de violación. Uno de los detalles más impactantes es que -según el diario- en la zona a esa hora hay decenas de paseantes y nadie hizo nada, todos salvo uno callaron. Nadie detuvo al violador, nadie se le enfrentó, gritó, llamó a la policía (la joven tuvo que hacerlo), lo ahuyentó con algún objeto. Nadie, hasta que fue demasiado tarde.
Esto recuerdo un poco la leyenda urbana de Kitty Genovese, otra mujer joven pero en el Nueva York de los sesenta. Ella fue asesinada por un hombre en la vía pública y, según el New York Times, hubo bastantes testigos que no actuaron para impedir el asesinato. Investigaciones posteriores han desmitificado el tema de la insensibilidad colectiva, ya que la nota original del times hablaba de 37 testigos inútiles y sólo uno que llamó a oficiales demasiado tarde, pero este dato fue arrojado de manera irresponsable por el jefe de la policía metropolitana al reportero.
Posteriormente una investigación de NPR arrojó que fueron 49 los testigos, aunque el reporte del Times ha sido un ejemplo de dos cosas: 1) Falta de precisión a la hora de reportar 2) Un efecto de sensibilización y un mito urbano que es ya clásico de clases de psicología y civismo en Estados Unidos (ignorando el hecho del reporteo irresponsable).
Lo importante del caso de Kitty Genovese, quien realmente fue asesinada en la vía pública y cuya polémica se reduce a lo inútil de los testigos, es que -al menos- cuando vuelve a aparecer en la agenda suele sensibilizar al público estadounidense para actuar cuando son testigos de un crimen.
El reporte de NPR tampoco deja bien paradas a las autoridades neoyorquinas: un testigo afirma que su padre llamó al 911 y su denuncia fue recibida con desprecio, mismo que se repitió cuando personal de la policía entrevistó a los vecinos de la zona donde Kitty fue asesinada.
1 comentario
Te atreves a criticar a la reportera de la nota original, y en tu redacción básicamente se evapora tu argumento ante tu falta de claridad del mensaje