Por violencia de género, servidora pública de Colima tuvo que abandonar su cargo

La violencia de género tuvo como consecuencia que una funcionaria en Colima tuviera que separarse del cargo que desempeñaba desde hace dos a niños a nivel estatal como titular de una secretaría. Es así como Gisela Méndez no renunció a la Secretaría de Movilidad por acusaciones de corrupción, malos manejos o un problema personal sino por las numerosas  amenazas que recibió por una de las principales instancias que se lidia en dicho sector: el gremio de los transportistas.

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No solo fue atacada por el sector, sino que, asegura, también los periodistas locales y la opinión pública cuestionaban su capacidad por el simple hecho de ser mujer.

Gisela señaló que a pesar de los obstáculos, logró avances importantes en el tema de movilidad para el estado, pues contó con el apoyo de su equipo y del gobernador de la entidad, José Ignacio Peralta, quien desde el inicio supo la situación que enfrentaba.

El medio local VDN cubrió la separación del cargo de Méndez pero sin mencionar el acoso verbal y el machismo que vivió ella en sus dos años como servidora pública. La también arquitecta señaló a Animal Político que la actitud machista de varios líderes del sector pesó a la hora de realizar su trabajo ya que muchos no respetaban que uno mujer tomara las decisiones. Trascienden otras notas locales donde se puede intuir una razón por la que los transportistas estaban molestos con Méndez, quien estaba de acuerdo con la competencia entre taxis convencionales y servicios ejecutivos.

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