El Cambio Climático podría extinguir al 50% de las especies

“En ciertos aspectos, los seres humanos se comportan sobre la Tierra como un organismo patógeno, o como las células de un tumor o de un neoplasma. Nuestra población ha crecido, pero también las molestias que ocasionamos a Gaia, que se han incrementado hasta tal punto que nuestra presencia resulta perceptiblemente perturbadora […] la especie humana es tan numerosa en la actualidad que constituye una enfermedad planetaria grave. Gaia padece Primatemaia disseminata, una plaga de personas”.- James Lovelock

Más de 750 expertos de 116 países están reunidos esta semana en Medellín (Colombia), convocados por la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), para analizar el estado de la biodiversidad en el mundo y proponer soluciones para la preservación de la naturaleza.

Los expertos van a evaluar los daños causados por la acción humana sobre la fauna, la flora y los suelos del planeta. Para hacer este balance, IPBES ha dividido el planeta en cuatro regiones: Américas, África, Asia-Pacífico y Europa-Asia Central. Cada una de ellas ha sido objeto de un profundo análisis y de un informe que es el que analizan los expertos en el encuentro de Medellín.

El diagnóstico se dará a conocer el viernes 23 y tres días más tarde se dará a conocer un quinto informe sobre el estado de los suelos, el primero de su categoría, que refleja su agudo deterioro por la contaminación,  la deforestación, la explotación minera y prácticas agrícolas no sostenibles.

Advertencia de WWF

Antes de conocerse estos informes del IPBES, y coincidiendo con el inicio de la reunión de Medellín,  el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la mayor organización conservacionista independiente del mundo, ha publicado un informe que refleja un panorama inquietante sobre la relación entre las temperaturas globales y el estado de la vida silvestre y los ecosistemas del planeta.

Los autores de esta investigación, procedentes de las universidades de East Anglia (Reino Unido) y James-Cook (Australia), estudiaron la situación climática de 80.000 especies en 33 regiones consideradas “prioritarias”,  como la Amazonia, el desierto de Namibia, el Himalaya, Borneo, el lago Baikal o el sur de Chile. Las especies estudiadas incluyen plantas, mamíferos, aves, reptiles y anfibios.

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El informe señala que hasta la mitad de las especies de plantas y animales en las áreas naturales más ricas del mundo, como el Amazonas o las Galápagos, podrían enfrentarse a una extinción local hacia finales de este siglo debido al cambio climático, si las emisiones de carbono continúan creciendo al ritmo actual.

El calentamiento global previsto como consecuencia de las emisiones actuales se estima en 4,5°C, pero incluso si se consigue el objetivo de no superar los 2°C marcado por el Acuerdo de París, estos lugares podrían perder el 25% de sus especies, según el informe WWF.

Más en concreto, hasta el 90% de los anfibios, el 86% de las aves y el 80% de los mamíferos podrían extinguirse localmente en la sabana arbolada de Miombo, en el África meridional.

El Amazonas podría perder el 69% de sus especies de plantas. En el suroeste de Australia, el 89% de los anfibios podrían extinguirse a nivel local. El 60% de las especies están en peligro de extinción local en Madagascar, señala también el informe.

Y en el Fynbos, la formación vegetal más extendida en la región del Cabo en Sudáfrica,  zona que está experimentando una sequía que ha llevado a cortar el agua en Ciudad del Cabo, podría enfrentar extinciones a nivel local en un tercio de sus especies, muchas de las cuales son únicas en esa región.

48% amenazado

En el área mediterránea,  un aumento de 2°C provocará que el 30% de las especies de plantas y animales estarían en peligro. De seguir el actual escenario de emisiones que conllevaría a mayor aumento de las temperaturas, la mitad de la biodiversidad de la región podría desaparecer.

El informe también establece que, si la temperatura media del planeta aumentase 4,5°C respeto a la era preindustrial (el escenario previsto si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero), un 48% de especies podrían desaparecer en ciertas regiones.

Este riesgo podría reducirse a la mitad si el aumento de la temperatura media se limitase a 2°C, objetivo fijado en el acuerdo de París adoptado en 2015, señala este estudio, publicado por la revista Climatic Change.

El informe llama la atención también sobre la dependencia de las especies de su capacidad para moverse siguiendo su clima predilecto.  En el peor de los escenarios, el suroeste de Australia vería cerca del 80% de sus especies de mamíferos amenazadas de extinción localmente. Esta pérdida sería solo de un tercio si el aumento es de +2°C y las especies disponen de capacidades de adaptación adecuadas.

El Mediterráneo, que tiene por ejemplo tres especies emblemáticas de tortugas marinas, vería cerca de un tercio de sus plantas, mamíferos y anfibios amenazados a +2°C si no se les deja ninguna posibilidad de adaptación.


WWF señala que hablar de extinción de especies no es un tema que afecte sólo a animales, sino que provoca también profundos cambios en los ecosistemas donde viven que son básicos para millones de seres humanos. La conferencia de Medellín deberá aportar nuevos datos a este drama planetario.

Primatemaia disseminata es el Capitalismo.

El mundo está lleno de análisis y recomendaciones en torno a la problemática ambiental, aunque los diagnósticos llegan al mismo punto, sigue sin haber acuerdos políticos que puedan desmontar el sistema económico imperante, que es esencialmente ecocida. Mientras la devastación continúa para mantener los ritmos de acumulación económica en pocas manos, condenando a la miseria a la gran mayoría de los pueblos.


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Lo cierto, es que mientras los organismos que destinan recursos y tiempos a realizar estos análisis sigan montados en la lógica de producción económica actual poco importará cualquiera de sus conclusiones al respecto. Son varias las voces que se han levantado para señalar que las posibilidades reales de revertir el deterioro ambiental sólo se pueden alcanzar si transitamos hacia un paradigma de desaceleración y decrecimiento. Sin esto, lo que podemos esperar es el avance imparable de la Primatemaia disseminata de Lovelock.

Nosotras(os) la plaga que destruye al resto de la biósfera somos el problema y la potencial solución pero necesitamos dejar de esperar respuestas desde ese arriba que sostiene el exterminio (el Norte Global). La organización desde abajo, el abrazar los principios que se gestan de lo que llamamos “abajo y a la izquierda”, el darle vida a cada paso a los acuerdos de respeto a la Tierra que se tejen en el “Sur Global”, no sólo es el primer paso, sino el más significativo para desmontar este sistema de muerte que nos han impuesto.  Las soluciones que tanto se buscan, están ahí desde los tiempos de los pueblos; producciones agroecológicas, economías solidarias, relaciones humanas amorosas y todas las acciones que emanan de una ética matriarcal, donde el autocuidado es un cuidado colectivo que nace y crece junto a nuestra Pachamama [la Gaia de Lovelock].

Con información de Climate Change 2018 y Agencia T21 | Apuntes y reflexiones del Colectivo Alterius

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