Los huertos urbanos son armas en contra del Cambio Climático
David Cleveland, un investigador de la Universidad de California, Santa Bárbara, se propuso encontrar exactamente qué tipo de efectos medioambientales puede tener la agricultura urbana. Y sus hallazgos, publicados en la revista Landscape and Urban Planning, son iluminadores: por cada kilogramo de verduras que cultivas, estás reduciendo 2 kilogramos más de las emisiones de gases con efecto invernadero, en comparación con lo que sucede cuando las compras en la tienda.
Por supuesto, los resultados son más complejos. La densidad de las verduras plantadas es muy importante, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero se calcularon por metro cuadrado. El uso de agua gris, no sucia, pero no limpia, ya sea reutilizada de la ducha o el fregadero también puede tener un gran efecto sobre el ambiente.
Contrario a lo que podría pensarse, el compostaje en el hogar no necesariamente se traduce en ahorro de gases de efecto invernadero. El estudio encontró que si no se controla muy cuidadosamente el metano y el óxido nitroso emitidos por la composta en descomposición, no se puede alcanzar el objetivo de reducir las emisiones. El envío de residuos orgánicos a un procesador que capture esos gases para producir energía podría ser una mejor opción.
La conclusión del estudio es bastante interesante: afirma que si bien la agricultura urbana puede tener un efecto ambiental beneficioso sobre los productos comprados en la tienda (sobre todo porque se elimina todo el transporte e infraestructura que se necesita para el comercio minorista), son las pequeñas cosas las que realmente importan: ¿Qué tan denso es tu huerto? ¿Qué tipo de agua estás usando? ¿Cómo estás monitoreando tu composta?
Sin duda, sembrar tu alimento en estos tiempos es un acto profundamente revolucionario, como ya hemos visto en otras entradas. Si ya estás en ese proceso no dudes en apoyar a tus vecinos, amigos o familiares a sumarse, recuerda que puedes apoyarte y apoyarlos con tecnología de Código Abierto para automatizar procesos que por lo general alejan a las personas de los procesos agrícolas. También puedes acercarte a proyectos colectivos que tengan esos objetivos como eje principal. No hay duda de que si todos nos hacemos cargo de la producción de una parte de nuestra alimentación, y sobre todo si revisamos nuestros hábitos alimenticios, lograremos un cambio significativo en la calidad de vida de todos los seres sintientes.
- Investigación original en Landscape and Urban Planning.
- Con información de Modern Farmer.
- Selección, traducción y notas del Colectivo Alterius.
2 comentarios
Es una Comunidad Campesina Queyupay, Lares en Cusco Perú.
En resumen, las personas están dejando el campo y la agricultura, y están optando por el trabajo migratorio hacia los suburbios de las ciudades y mantener su alimentación de los productos que ofrece la bodega.
En primer lugar falta de autoestima por los productos de sus chacras.
Segundo, falta motivación, innovación hacia las personas de esta comunidad para auto generar ingresos.
Tercero, sus productos así como el maíz, la papá, las habas, el olluco, etc… No son rentables en el mercado. Y por ende les entra una frustración mental, emocional y física.
Finalmente, las consecuencias pasan, como ya dije anteriormente.
Haber si nos pueden ayudar a orientar con capacitaciones, premios, etc…para canalizar esta situación de esta comunidad.
De tal manera generar cambio.
La comunidad es quechuahablante.
Gracias, espero que me tomen en cuenta.
vengan a este cendero huertal entre bello Oriente y santa elena. es la huerta urbano rural,