Noemi Elina #VocesVioletas
Noemi Elina, La protozooario del mar, es estudiante de Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM, y navegante de la industria farmacéutica. Vive buscando el equilibrio de las artes y la ciencia. El primer encuentro con la poesía lo tiene a los 11 años y desde ese momento la poesía pasó de afición, a pasión y se volvió su liberación y espacio de autoanálisis. Participó como colaboradora semanal en el blog Toskitl, de octubre del 2010 a septiembre del 2011, y escribe aún en su blog personal Yohualchanco. Conoce los escenarios gracias al teatro, y mantiene su relación con ellos compartiendo poesía junto a músicos y cantautores en la Ciudad de México y Morelos. Ha participado en el Encuentro de Mujeres Poetas en el País de las Nubes en 2015 y 2017, y en las antologías de ambas ediciones. Actualmente promueve su primera publicación individual Sin primaveras, poemario que acaba de ver la luz el 10 de noviembre. En Facebook pueden encontrarla como Noemi Elina HA.
A continuación presentamos una breve selección de sus poemas:
Sin primaveras
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Llega el verano a mí, mira mis ojos y me cuestiona,
desea saber por qué visto hoy si mañana estaré desnuda,
toma con sus cálidas aguas mi espalda,
y me hace estrellar contra los corales,
me acaricia tiernamente,
sabiendo que sus brisas, son lijas.
Llega el verano a mí, cuando al fin se ha ido mayo,
me seduce con sus místicas aguas,
convence con helado calor mi cerebro
y le creo que no habrá otro invierno.
Lloro porque quiero otro invierno.
Busco invierno, verano y otoño,
otoño, verano e invierno,
quiero un ciclo de lluvias sin sombra,
quiero el frío de cálidas aguas,
que el verano me absorba en sus olas
y me trague con sed tempestuosa.
Sueño nupcial
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Me casaré con el bosque,
me entregaré a él en muerte y vida,
amaré cada flor de jazmín silvestre,
rozaré con amor la hojarasca en mis pies.
Nos unificaremos la tierra y mi cuerpo,
mi manto será de hojas y pastizal,
mi sudor nutrirá los abetos,
mis hijos y nietos, ramas y hojas tendrán.
La niebla nos encubrirá en las madrugadas,
cuando de los otros nos queramos olvidar,
las aves cantarán en nuestra espalda,
y la lluvia nuestros ríos de amor saciará.
Mi carne se perderá entre el silencio,
mi cabello el airé lo esparcirá,
mis dientes se hermanarán con las rocas,
y mi alma al fin, encontrará su hogar.
A casa
◊
Me tocó crecer en tierras ajenas,
donde fui criando muy diversas penas,
entes harto extraños me perseguían,
y yo no encontraba alguna salida.
De pronto, un día lo pude sentir,
unos acordes lo hicieron latir,
viví entonces, las letras ¡el sabor!
Quedó claro ¡Para mi corazón, un Son!
Y si pierdo la fe, café.
El monstruo voraz que es esta ciudad,
vil se empeña en quererme devorar,
me envía ruines bestias que me atacan,
hieren mi esencia, alejan la bondad.
Para esta vida cruel y amarga, miel de caña.
Y si siento que no puedo ya más, el mar.
Y cuando el dolor en verdad es tanto,
que he perdido todo rastro de luz,
recorro a pie los senderos más largos
hasta llegar a ti, mi Verdadera Cruz.
Soy fruto I
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No soy española, tampoco indígena,
soy hija de muchas razas,
soy resultado de razas hijas
¡Soy mestiza!
La historia marcó éstas tierras
se hirieron a niños y a abuelas,
mas nuevas personas llegaron,
nuevos niños nos dejaron.
No olvido lo que ha pasado,
mas no culpo a los que se quedaron
el tiempo me ha demostrado
que todos somos hermanos.
Mi piel es clara,
mis caderas anchas,
mis labios gruesos.
Salí de aquí y de allá.
Soy hija exclusivamente del agua y el viento,
mi única nación completa es el mundo entero.
Me veo entre los espejos del tiempo
y reconozco a mi gran padre el Universo.
Morir la vida
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Despertar;
Ver en la cruel agua cristalina de la pared el terrible reflejo,
abrir los ojos para querer cerrar la mente,
caminar descalza en tierras agrestes,
vivir cargando un cuerpo inerte,
llorar los triunfos desmerecidos,
reír fracasos más que obtenidos,
mirar ojos que me han herido,
abrazar sueños perdidos.
Quiero despertar de ésta vida,
quiero cerrar los ojos a este mundo,
quiero sonreír en mi sepulcro,
vivir en la muerte de una fantasía,
tomemos las dagas,
rompamos los cordones,
deshagamos los nudos,
que a la vida generan ilusiones,
quememos la dura cordura
y finalmente muramos con dulzura.