Conciertos por un México incluyente: de la discapacidad a la música
José Guadalupe Rivera, Ramsés Olmedo y Pedro Ochoa, tres jóvenes músicos con discapacidad, unirán sus talentos para demostrar que la música no tiene límites, con un concierto que se llevará a cabo este domingo 11 de junio a las 14:00 en el Museo Mural Diego Rivera.
Esta presentación se realizará gracias a la colaboración de la Asociación Cultura, Arte y Vida para el Desarrollo Integral de Personas con Discapacidad A.C. y la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
En palabras de la pianista Teresa Landeros, presidenta de dicha Asociación, este concierto “tiene la finalidad de apoyar y mostrar el talento de niños y jóvenes con diferentes discapacidades”.
Y agregó: “No es para que el público les aplauda por su discapacidad, sino porque son niños que han llevado una educación musical apropiada, que les permitirá a los asistentes deleitarse con las obras que tocarán”.
Ejemplo de ello es el pianista José Guadalupe Rivera, “quien tiene una manera sorprendente de interpretar a Chopin.
“Es un joven que a pesar de su debilidad visual y discapacidad intelectual ha desarrollado un gran talento para la música. Muchas veces la falta de un sentido potencializa otros. Es el caso de José Guadalupe Rivera, quien tiene un gran oído y una memoria musical extraordinaria”, detalló la intérprete.
El novel pianista tocará obras de Frédéric Chopin, Wolfgang Amadeus Mozart y el Intermezzo de Manuel M. Ponce, una de las piezas más conocidas del compositor mexicano.
Ramsés Olmedo Pimentel, quien padece de discapacidad motriz, interpretará piezas de Astor Piazzolla, mientras que el joven Pedro Antonio Vidal Ochoa, quien tiene parálisis cerebral, abordará obras del género popular tradicional.
“Son jóvenes que poseen una sensibilidad y talentos musicales que han desarrollado a través del estudio, ensayo y dedicación. Al final es lo que buscamos, el perfeccionamiento en la música, que al público se le olvide la discapacidad y verdaderamente disfrute el recorrido musical que van a ofrecer estos niños y jóvenes”.
Landeros puntualizó que la enseñanza musical es una parte sustancial que mejora la calidad de vida y el desarrollo de jóvenes con capacidades diferentes: Las personas con discapacidad son todavía muy discriminadas. En muchos casos la formación dentro de las artes y la música contribuye al bienestar emocional, porque la autoestima crece.
“Llevo más de 15 años dando talleres musicales a niños y jóvenes con capacidades diferentes y veo en el arte no solo una plataforma de desarrollo, sino de formación de talento. Quizá entre estos niños y jóvenes podamos encontrar a un genio musical”.
Conciertos por un México incluyente, programa apoyado por el INBA, tiene la finalidad de “facilitar escenarios para que se visibilice y haga conciencia de que en ellos también hay talentos que apoyar y disfrutar”, concluyó.
Teresa Landeros, quien padece secuelas de la poliomielitis, es egresada del Conservatorio Nacional de Música, donde estuvo bajo la guía de Aurora Serratos y Mario Lavista. Tomó cursos de perfeccionamiento pianístico en Roma, Nueva York y Los Ángeles.
*Con información del INBA