Ciencia Abierta: El UltraCortex de OpenBCI
Una máquina que puedes imprimir para controlar con la mente tu computadora
Bajo el término Open Science, múltiples proyectos científicos se están desarrollando al margen de las instituciones académicas o los centros de investigación públicamente financiados y es la base de lo que en artículos anteriores hemos llamado Ciencia Autogestiva. Una de sus principales características es la construcción comunitaria que se apoya en redes tejidas desde múltiples plataformas, desde laboratorios locales formados en colectivo y hasta la inmensa información que se comparte en el espacio web. Todo en su conjunto está formando lo que bien puede entenderse como una nueva ola en la revolución tecnológica de la especie humana.
Desde plantas que gestionan e interaccionan desde sus propias cuentas en twitter, juguetes convertidos en drones de alto rendimiento, robots de sencilla elaboración, proyectos de domótica, pasando por una corriente fuerte de reciclaje para crear nuevas herramientas donde la industria había programado la obsolecencia de lógica capitalista, hasta proyectos de biología sintética que diluyen las barreras que impedían la aplicación del conocimiento científico por parte de las personas sin formación académica.
La ciencia abierta, comunitaria, autogestionada y libre, es rizomática y se extiende sin parar desde hace varios años, aunque en países como México no ha sido difundida lo suficiente y hay muy pocos proyectos que pueden identificarse con todos estos elementos esenciales en su definición. Por eso conviene hacer una revisión de proyectos que han resultados exitosos en otras latitudes. Sobre todo podemos encontrar referentes en países de intenso desarrollo tecnológico, ya que sus gobiernos han apostado por el fortalecimiento de la ciencia como política institucional, lo que genera sociedades más interesadas en estos temas: lo que se traduce en mayor cantidad de proyectos autónomos y genera al mismo tiempo a la comunidad que está dispuesta a apoyarlos.