La humanidad estuvo cerca de la extinción hace 900 mil años
Un equipo de investigadores internacional, compuesto por científicos de China, Italia y los Estados Unidos, ha arrojado luz sobre uno de los misterios más intrigantes en la historia de la evolución humana. Utilizando una innovadora técnica llamada FitCoal (proceso rápido de coalescencia en tiempo infinitesimal), estos científicos lograron esclarecer un fenómeno hasta ahora inexplicable en el registro fósil de África y Eurasia.
Según las conclusiones de este estudio publicado en la revista Science, los primeros antepasados humanos enfrentaron un prolongado y severo “cuello de botella” demográfico. Durante aproximadamente 117.000 años, alrededor de 1.280 individuos reproductores fueron responsables de mantener una población.
Este hallazgo plantea preguntas fundamentales sobre cómo estos antiguos humanos lograron sobrevivir en un período de condiciones climáticas adversas, incluyendo glaciaciones, temperaturas extremas y sequías graves. Se cree que estas condiciones provocaron una pérdida significativa de vidas y diversidad genética.
El registro fósil de África y Eurasia revela una brecha que puede explicarse por este cuello de botella en la Edad de Piedra temprana. Giorgio Manzi, antropólogo de la Universidad Sapienza de Roma en Italia, sugiere que esta pérdida de población ancestral podría ser la razón detrás de la falta de pruebas fósiles en este período.
Sin embargo, este cuello de botella poblacional también podría haber contribuido a un evento importante en la evolución humana. Se especula que condujo a la convergencia de dos cromosomas ancestrales en lo que hoy conocemos como cromosoma 2 en los humanos modernos, posiblemente marcando el último ancestro común entre denisovanos, neandertales y Homo sapiens.
Este descubrimiento no solo resuelve un enigma evolutivo, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la vida cotidiana de estos antiguos humanos, cómo se adaptaron a cambios climáticos catastróficos y si la selección natural durante este período aceleró la evolución de sus capacidades cognitivas y físicas.
En última instancia, estos hallazgos abren un nuevo campo de estudio en la evolución humana, ofreciendo la oportunidad de obtener una comprensión más profunda de cómo nuestros antiguos ancestros enfrentaron desafíos extremos y continuaron evolucionando hacia lo que somos hoy en día.
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