Cuerpos Poscinemáticos: Cómo la tecnología puede cooptar nuestro Yo físico y cómo el arte puede salvarnos

Shane Denson, profesor asociado de estudios de cine y medios en la Escuela de Humanidades y Ciencias de Stanford, es un pensador profundo sobre nuestro mundo rico en datos y las tecnologías que lo impulsan. Las tecnologías de bioseguimiento, como la realidad virtual, los rastreadores portátiles y los relojes inteligentes, recolectan y mercantilizan datos físicos que luego nos llegan en forma de anuncios y recomendaciones de estilo de vida.

En su último libro, “Cuerpos Poscinemáticos” (Meson Press, 2023), Denson analiza una preocupante invasión en el cuerpo humano, un fenómeno que él llama “capitalismo metabólico”, que aplica normas peligrosas de edad, belleza, género y raza para alterar cómo percibimos nuestros cuerpos. Conversamos con Denson sobre su punto de vista y por qué cree que aún hay esperanza de cambio.

– ¿Cuál es su argumento básico?

Denson: “Cuerpos Poscinemáticos” sostiene que el paisaje mediático contemporáneo, caracterizado por algoritmos predictivos, dispositivos “inteligentes”, robots, y más, transforma sutilmente nuestros cuerpos y nuestras relaciones corporales con el entorno. Por ejemplo, los dispositivos inteligentes rastrean cada movimiento y miden cada caloría, convirtiendo nuestros metabolismos en datos que son comprados y vendidos. Estos dispositivos están mediando un nuevo sistema de “capitalismo metabólico”. Estamos siendo sutilmente “alienados” de nuestros propios cuerpos, ya que nuestros hábitos físicos son enlistados para generar ingresos para las corporaciones.

– Usted menciona que esto es un asunto estético, pero también político. ¿En qué sentido es político?

Denson: El objetivo del libro es doble: primero, arrojar luz sobre la forma en que nuestros cuerpos son integrados y anticipados por estos sistemas, a menudo sin nuestra conciencia; y segundo, imaginar cómo el arte mediático contemporáneo puede ayudarnos a resistir la cooptación. En términos políticos, si la realidad virtual, la realidad aumentada, los dispositivos portátiles y otras formas de nuevos medios llegaran a incorporar plenamente nuestros cuerpos como productores de valor, nuestros comportamientos tendrían que volverse predecibles.

https://cdn.pixabay.com/photo/2023/05/14/19/04/ai-generated-7993607_1280.jpg
Crédito: GrumpyBeere | Fuente: Pixabay

Por lo tanto, nuestros cuerpos están siendo “normalizados” por el reconocimiento facial, la realidad aumentada y virtual, y la IA generativa. Este proceso de normalización tiene implicaciones profundas en la construcción de género, capacidad y discapacidad, raza y otros asuntos profundamente políticos.

– Usted dice que las tecnologías están “desafiando la relación existencial que ‘yo’ tengo con ‘mi’ cuerpo”. ¿Está en peligro la existencia humana?

_____

_____

Denson: No sé si iría tan lejos como para decir que la existencia humana está en peligro, al menos no en la imaginación de la ciencia ficción en la que la IA toma el control. La amenaza es mucho más mundana pero insidiosa no obstante.

Los nuevos medios algorítmicos, operando de manera predictiva y a velocidades microtemporales, pasan por alto nuestra conciencia para apuntar a procesos corporales: metabolismo, ritmo cardíaco, movimiento ocular, actividad de ondas cerebrales, exponiéndolos a una forma de moldeado predictivo.

Me preocupa más la forma en que los algoritmos estandarizan la percepción y la acción, amenazando la diversidad humana. Si, como afirmaba el filósofo existencialista Jean-Paul Sartre, “la existencia precede a la esencia” y cada uno de nosotros es libre para forjar nuestra propia esencia, entonces estas nuevas tecnologías están anticipando nuestras agencias de toma de decisiones. Las nuevas “esencias” podrían ser diseñadas e implementadas algorítmicamente, antes de que siquiera podamos parpadear, mucho menos pensar.

– Estos sistemas son evidentes incluso en algo tan rutinario como un selfie de Snapchat, donde nos percibimos a nosotros mismos en un espejo virtual con orejas de conejo o un gran bigote. Cada filtro de Snapchat se basa en normas de cómo se ve un rostro “típico” y también aplica esquemas normativos problemáticos de edad, peso, raza y belleza. Los algoritmos son una intervención entre el yo y la percepción. Los sesgos capacitistas, racistas y de género se convierten en el filtro en tiempo real a través del cual el sujeto encarnado se (des)reconoce.

– El panorama final parece sombrío. ¿Lo es?

Denson: No suelo ser acusado de ser optimista, pero tampoco soy pesimista. A lo largo del libro (y mi libro anterior, “Imágenes Descorrelacionadas”, Duke University Press 2020), me esfuerzo por mostrar las grietas en la fachada que ofrecen oportunidades para redirigir la tecnología hacia mejores fines, o al menos construir un mundo menos terrible. Gran parte de lo que hace cínicos a estos sistemas es la consolidación del poder. Los usuarios que producen los datos generalmente no pueden verlos y a su vez son influenciados por ellos. Peor aún, los mercados donde se intercambian los datos también son invisibles. Quizás esto solo moldea los anuncios que veo, pero ¿qué sucede cuando mi compañía de seguros tiene los datos?

– ¿Existen soluciones?

Denson: Ocasionalmente, el capitalismo metabólico se hace visible; la mayoría de las veces es a través del arte. Los artistas que destaco en el libro, como Ian Cheng, Hito Steyerl, Hyphen-Labs, Catie Cuan, Rashaad Newsome, Teoma Jackson Naccarato y John MacCallum, y Rafael Lozano-Hemmer, entre otros, están transformando estos algoritmos invisibles en experiencias sensoriales. Algunos están interesados en reingeniar las normas corporales para desafiar las normas blancas y heterosexistas en el corazón de los algoritmos.

Están haciendo cosas como construir bibliotecas de captura de movimiento centradas en la danza africana y afroamericana. Otros proporcionan experiencias corporales de captura metabólica al convertirlas en eventos estéticos. Son los artistas quienes me dan esperanza. Muestran que todavía es posible reorganizar la relación entre usuarios, infraestructuras y experiencias, si solo podemos redistribuir o desafiar las estructuras de poder subyacentes.

Con información de Phys.org | Traducción y edición del Colectivo Alterius

Previo

Un juez federal de USA niega derechos de autor a las IA's: Un avance para la huelga en Hollywood

Siguiente

¿Mezclas musicales personalizadas? Una solución para personas con problemas de audición

Sin comentarios

Deja un comentario