Esperanza en la Amazonia: La deforestación disminuyó en el primer mes de Lula
La deforestación de la Amazonia brasileña se redujo un 61% en enero -primer mes de mandato del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva- en comparación con el mismo periodo del año anterior, según un informe oficial publicado el viernes. Las imágenes satelitales del sistema de monitoreo DETER mostraron que un área de 167 kilómetros cuadrados había sido destruida, según el instituto de investigación espacial INPE.
Esto equivale a 22.000 campos de fútbol, pero supone una enorme reducción respecto a los 430 kilómetros cuadrados de deforestación de enero de 2022, cuando el escéptico ultraderechista del cambio climático Jair Bolsonaro estaba en el poder. La noticia se conoció justo antes de que Lula se reuniera en Washington con el presidente estadounidense, Joe Biden.
Datos que se deben tomar con calma
Aunque los datos son esperanzadores y podrían representar el inicio de una caída importante en los niveles de deforestación, la nueva cifra de enero sigue siendo más alta que en dos de los cuatro años de la presidencia de Bolsonaro. En 2019 fue de 136 kilómetros cuadrados y de apenas 83 kilómetros cuadrados en 2021.
Sin embargo, durante la presidencia de Bolsonaro, la deforestación anual promedio aumentó un 75 por ciento en comparación con la década anterior. Bolsonaro instigó políticas que favorecieron a las industrias agrícola y maderera, que son las principales responsables de la deforestación.
Es la primera vez en los últimos cinco meses que la superficie mensual registrada es inferior a la del año anterior. Se trata de los primeros datos mensuales de DETER tras la toma de posesión del Presidente Lula.- WWF Brasil
Los datos del mes pasado “pueden reflejar la reanudación de la agenda de defensa del medio ambiente” que el gobierno de Lula ha convertido en una prioridad, dijo el brazo brasileño del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Sin embargo, el WWF advirtió que “es demasiado pronto para hablar de una reversión” de la creciente deforestación, entre otras cosas porque suele alcanzar su punto máximo en la estación seca, a partir de junio.
“Los planes de acción para la prevención y el control de la deforestación y los incendios forestales deben ser reestructurados con urgencia para que Brasil redescubra su papel como líder ambiental internacional”, dijo Frederico Machado, especialista en conservación de WWF Brasil. Acusó a las políticas de Bolsonaro de ser “antiambientales” y “criminales”.
Lula, que ya gobernó Brasil entre 2003 y 2010, ha prometido reconstruir los organismos gubernamentales encargados de proteger el medio ambiente tras los severos recortes presupuestarios y de personal que les infligió Bolsonaro.
También ha anunciado un ambicioso objetivo de deforestación cero para 2030. Para ello cuenta con la ayuda internacional, especialmente a través del Fondo Amazonia, cuyos principales contribuyentes son Alemania y Noruega.
Con información de Phys.org y WWF Brasil | Edición y traducción del Colectivo Alterius para Tercera Vía