¿A poco es verano? / 3 recomendaciones literarias (sí, el de la foto es un libro)
Dejé de pensar, por primera vez en mi vida, en las estaciones del año, allá por el mes de marzo: de las noticias y las redes sociales escapaba la neblina de un virus que empezaba a atemorizarnos y que, eventualmente, trastocaría eso que llamamos vida, en una copia borrosa e ilegible, como aquellas que salían de un fax -para quien tenga más de 35 años y las recuerde- de otra “nueva” vida donde debemos usar cubrebocas, pensar que si nos duele la garganta acabaremos en la unidad de cuidados intensivos y comunicarnos, para trabajar o amar, estrictamente a través de la pantallas digitales.
Así que la primavera se deslizó, furtiva, y sólo se notó en las noches calurosas de abril y mayo y, de pronto, ya estábamos en un desigual verano, que sólo parece transitar a través de la ventana en los rastros que deja una lluvia persistente que va y viene, sin que haya asomo de vacaciones, playa o salidas a una terraza a tomar una cerveza.
Así que, sólo queda huir a las páginas de los libros y encontrar en ellos vidas más o menos intensas, donde el clima y las emociones se funden en colores ocres y nos encienden el corazón, aunque sea a través de letras, comas y puntos.
Aquí, tres buenos ejemplos para consumir, como una buena bebida, frente a unas vacaciones imaginarias.
“Lluvia Fina”
De Luis Landero; editado en Tusquets Editorial
Libro del año 2019, según Babelia, el prestigioso suplemento cultural de El País, en “Lluvia Fina” se desatan las confidencias, como espinas, que envuelven los secretos de los hermanos Sonia, Andrea y Gabriel ante los oídos sumisos, atentos, cordiales y solidarios de Aurora, la esposa de éste último.
Escuchar diálogos que se contraponen de los personajes y descubrir las verdades, tras una aparente vida común, atraerá nubarrones en la maquinaria de una vida familiar que sólo funciona cuando los que se aman no están juntos.
Luis Landero se ha ganado que críticos de toda Latinoamérica describieran su portentoso relato como un “espejo que muestra lo precario de la estabilidad” y que en sus páginas confluyen Kafka y Dostoyevski cuando un asunto banal, como organizar la fiesta de cumpleaños de la madre, puede desatar la lluvia que ahogará, tarde o temprano, a la paciente Aurora y, al lector, maravillado y horrorizado ante las confidencias.
Poética, implacable y feroz, esta novela es una de las cimas de las nueva narrativa de los últimos años.
“Despachador de Pollo Frito”
De Carlos Velázquez; editado en Sexto Piso
En cinco cuentos que componen este inclasificable compendio de relatos, Carlos Velázquez apela al humor más ácido, incómodo y directo, para retratar personajes que viven en el norte de un México, surrealista y desmadroso; cruel y políticamente incorrecto.
La risa se petrifica ante la insolencia estudiada y casi radiográfica de un autor que no deja títere con cabeza al describir, con el mismo desparpajo y ternura, a un “ ordito” amante del pollo del Coronel Sanders que decide llamarse Mr. Bimbo; a un despachador de carnes frías, furiosamente gay, que sufre ante la culminación de su deseo carnal porque tiene una lesión anal; o un contador “godínez” que rompe sus relaciones en una sucursal de McDonalds, a las 11 de la mañana, sin miramientos, por evadir el compromiso inevitable del amor.
Velázquez da portentosa vida a un literatura al borde de un ataque de nervios, que reta al espectador a no reírse y sentir lástima por mexicanos que se asoman a un abismo vital, en letras que pocos se atreven a escribir, en tiempos de Inquisición digital contra todo aquello que no le guste a las masas tuiteras, deseosas de linchar, en más de 250 caracteres, a quien no consideren “digno” y “respetuoso”
Y les tengo noticias: este libro los rebasará, con gozoso aliento, hasta el delirio.
“Los Que Sueñan el Sueño Dorado”
De Joan Didion, editado en Random House Mondadori
Desde el título de esta libro, se nos anuncia que sus páginas las construyó una elegante, angulosa y vivaz escritora, nacida en Sacramento California, en 1934, que usa frases precisas, perfectas y emocionales, en su construcción literaria para darle al género de la Crónica, su C mayúscula y erigirse como una de las grandes relatoras del último medio siglo.
En este libro, una poderosa recopilación de otros cuatro volúmenes de ensayos y narraciones acerca de hechos reales como el nacimiento del movimiento hippie o una radiografía cruenta de la ciudad de Miami y que nunca se tradujeron al español, Didion crea un estilo que la ha vuelto merecedora de todos los reconocimientos literarios de la modernidad, incluido un imprescindible documental en Netflix: ‘Joan Didion: El Centro Cede’, para acercar su carrera a milennials, ansiosos por hacerse un nombre en los anales de la crónica: el camino a seguir es el que abrió Didion, en los años 60 y que pocas mujeres, a nivel mundial, han alcanzado con certera precisión y mirada quirúrgica.
Un libro que debería ser material de texto para aquellos que aspiran a narrar la cotidianidad y trascender.