Ingenieros mexicanos crean respirador de código abierto y sin fines de lucro
En las últimas horas, se ha hecho viral un proyecto de estudiantes de la de la carrera de Ingeniería en Mecatrónica de la Universidad de Monterrey (UDEM), que crearon un respirador artificial a bajo costo que podría ayudar a pacientes positivos al COVID-19.
La Universidad de Monterrey detalla que un respirador tradicional oscila entre los 20 y 30 mil dólares, en cambio, el corazón de este respirador es la ambu bag o bolsa autoinflable que ronda los 500 y 800 pesos, y los otros materiales con los que se compone no rebasan los 2 mil pesos. Ya que se trata de un proyecto en el que el grupo de estudiantes liderado por Raúl Quintero, logró replicar un respirador artificial creado por el Massachussetts Institute of Technology (MIT) en 2010, pero a la vez mejorándolo y con piezas de bajo coste de fácil acceso en México.
“Se diseñó el respirador en un principio pensando en que fuera lo más barato posible. Hay un parte electrónica y una parte mecánica del aparato…El diseño es simple, cualquier persona, sin ninguna maquinaria especializada, puede reproducir este respirador“, señaló el profesor Raúl Quintero.
La Universidad de Monterrey detalla que un respirador tradicional oscila entre los 20 y 30 mil dólares, en cambio, el corazón de este respirador es la ambu bag o bolsa autoinflable que ronda los 500 y 800 pesos, y los otros materiales con los que se compone no rebasan los 2 mil pesos.
La noticia es relevante, en tanto se sabe que la capacidad hospitalaria puede verse rebasada en los próximos meses, ya que se calcula que en el país sólo hay 5000 respiradores, cuando los números de personas que podrían necesitar asistencia tecnológica para respirar puede llegar a decenas de miles.
Otra iniciativa bajo los códigos de la Ciencia Abierta
Pero el desarrollo de los estudiantes de UDEM, no es el único. Además de ellos, destaca el esfuerzo de un grupo de trabajo interdisciplinario que está creando y probando varios prototipos de código abierto (Open Source) y sin fines de lucro.
Para este grupo de investigadores, llamados Reesistencia Team de México, un grupo que se ha integrado para hacer frente a la crisis por COVID-19, el objetivo no es económico, sino organizarse para colaborar en la salida a una crisis inesperada para la cual no se tiene la infraestructura necesaria.
“No lo vemos como negocio, no lo vemos como una cuestión a futuro. Lo que queremos es activarnos hoy para este tipo de problemas. Ya en el futuro ya veremos qué hace cada quién por su lado pero en este momento es solamente sacar este objetivo adelante y producir los más que se puedan”, afirmó Sergio Zaragoza, ingeniero industrial y de sistemas que hace parte de este importante proyecto.
Basados en el equipo de España Reesistencia Team y replicando respiradores autónomos open source, los equipos no van dirigidos a pacientes en casos graves. Su objetivo es un paciente que todavía tiene una capacidad para poder respirar y que necesita una asistencia para la respiración que no sea por medio de entubamiento.
El equipo identificó el “grave problema” que representa la escasez de ventiladores o de respiradores mecánicos en el mercado y en los hospitales debido a su alto costo. De acuerdo a Zaragoza un equipo especializado para hacer respiración mecánica cuesta entre 30 y 40 mil dólares.
Los hospitales no los tienen en cuantía, los tienen muy limitados. En España e Italia muchísimas personas han muerto por falta de un respirador básico porque tienen que escoger entre los pacientes que sí pueden sobrevivir la pandemia y aquellos pacientes que ya tienen bastante edad y menos posibilidades de tener una supervivencia al virus.- Sergio Zaragoza
Zaragoza afirmó que esta problemática ha llevado a que muchas personas de la tercera edad en países como Italia, España, y Estados Unidos hayan fallecido. De ahí nace la necesidad por suplir una carencia que hay en los hospitales, no solamente en México, sino en el mundo. Reesistencia Team México otorgará respiradores en Sonora “y los que podamos cubrir después de que se termine la demanda en el estado”.
Se estima que la durabilidad de los equipos será de un solo uso debido a la capacidad desechable de la bomba principal o el ambu (nombre corto para respiradores ambulatorios) que integran. Sin embargo, si las unidades se sanitizan y los ambus se cambian para pacientes nuevos pueden durar más de un solo uso.
Zaragoza ejemplificó el funcionamiento de sus respiradores como “los que ves en las películas cuando una persona se desmaya o le da un ataque al corazón y le dan ventilación manual a través de un dispositivo que es una bomba que están aplastando con la mano”. Sin embargo, la idea es que el dispositivo no sea aplastado con la mano sino aplastado con un dispositivo mecánico que cuente con los sensores de flujo de aire, con la cuestión de regular los ciclos de aire, los volúmenes, todo a través de electrónica.
Con información de Infobae y SinEmbargo