Acciones militares contra el ambiente también son crímenes de guerra
Un equipo de 24 científicos acaba de firmar una carta, publicada en la revista Nature, pidiendo a las Naciones Unidas que consideren los daños militares al medio ambiente como un crimen de guerra.
En ella piden a los gobiernos del mundo que protejan mejor la biodiversidad y el medio ambiente en tiempos de conflicto.
Los científicos, la mayoría de los cuales provienen de Europa y África, solicitan una Quinta Convención de Ginebra para desarrollar un tratado internacional para la conducta militar.
Señala que el conflicto militar continúa destruyendo la megafauna, empujando a las especies a la extinción y envenenando los recursos hídricos. La circulación incontrolada de armas exacerba la situación al impulsar la caza furtiva de la vida silvestre, añade.
Por último, indica que un quinto Convenio de Ginebra incluiría instrumentos legales para la protección de los recursos naturales cruciales en los escenarios bélicos.
La carta recuerda cómo las operaciones militares pueden ser devastadoras para el medio ambiente.
Y pide que las empresas y los gobiernos trabajen juntos para regular el comercio de armas y que la industria militar se responsabilice por el impacto medioambiental de sus actividades.
Con información de Nature y Agencia T21