Nuestros cerebros se regeneran hasta los 90 años
La mayoría de las neuronas ya se encuentran en el cerebro en el momento del nacimiento. No obstante, la formación de nuevas neuronas en el órgano adulto puede ocurrir en ciertas regiones, como el hipocampo. Aunque trabajos anteriores han establecido que este fenómeno ocurre en roedores y otras especies de vertebrados, este proceso en los humanos ha sido cuestionado por investigaciones recientes sin llegar a una clara conclusión.
Ahora, un estudio liderado por la científica María Llorens-Martín demuestra que una región del cerebro humano –conocida como giro dentado – produce nuevas neuronas hasta la novena década de vida. Los resultados, a partir del análisis de muestras de tejido de 58 participantes humanos, han sido publicados en Nature Medicine.
Los autores encontraron que, si bien hay cierto declive asociado con la edad, la neurogénesis en el hipocampo del cerebro humano adulto puede observarse a lo largo de toda la vida, al menos hasta los 87 años de edad. Sin embargo, observaron que disminuye drásticamente en pacientes con enfermedad de Alzheimer.
“La manera en que se procesa el tejido cerebral afecta de manera crítica a la detección de las neuronas inmaduras en el hipocampo humano”, explica a Sinc Llorens-Martín. “Quedan muchísimas cosas por saber, pero esperamos contribuir al avance del conocimiento sobre este proceso”.
El nacimiento de nuevas neuronas en el cerebro humano adulto posee una gran importancia para la medicina moderna, ya que este tipo especial de neuronas generado en el hipocampo participa en la adquisición de nuevos recuerdos y en el aprendizaje en ratones.
“Nuestro estudio aporta datos desconocidos hasta el momento sobre cómo maduran estas células en el giro dentado humano, tanto durante el envejecimiento fisiológico como patológico en el alzhéimer”, añade la investigadora española.
“Aún queda mucho camino por recorrer para aplicar estos resultados al tratamiento de seres humanos, pero los resultados obtenidos son esperanzadores ya que muestran la existencia de una población dinámica de células que en otras especies de mamíferos han mostrado ser importantes para la regulación de la memoria”, subraya Llorens-Martín.
Aplicación en alzhéimer
El estudio también analiza de manera comparada el proceso de neurogénesis hipocampal adulta en un grupo de 13 individuos sanos y 45 pacientes con enfermedad de Alzheimer.
Los autores han descubierto que el número de nuevas neuronas disminuye de manera drástica en los estadios iniciales de la enfermedad para continuar decreciendo progresivamente a medida que avanza la dolencia.
Además, estas células encuentran problemas en distintas etapas del proceso madurativo de las neuronas. Como consecuencia de este bloqueo, el número de neuronas generadas que finalmente alcanza la maduración total es mucho menor en estos pacientes.
“Estos hallazgos poseen una gran importancia en las enfermedades neurodegenerativas y, concretamente, en el alzhéimer. En este sentido, la detección precoz de una disminución en la generación de nuevas neuronas podría ser un marcador temprano de la enfermedad”, apunta.
“Si fuera posible incrementar el nacimiento y maduración de las nuevas neuronas de una manera similar a como se hace en los ratones de laboratorio, podrían abrirse nuevas posibilidades terapéuticas que podrían ser útiles para paliar o ralentizar el avance de esta enfermedad”, concluye Llorens-Martín.
Divergencias con otras investigaciones
Este trabajo analiza en profundidad las causas de la obtención de posibles resultados contradictorios encontrados por distintos grupos de investigación.
El estudio demuestra que los tratamientos químicos a los que es necesario someter las muestras de tejido cerebral humano para su posterior estudio afectan de manera crítica a la detección de la presencia de las neuronas inmaduras.
Los autores señalan que las discrepancias pueden ser el resultado de diferencias en las metodologías utilizadas o en la calidad de las muestras de tejido examinadas.
Este análisis evalúa si factores como las técnicas de fijación de tejidos o los retrasos en el tiempo entre la adquisición y el procesamiento de tejidos pueden afectar la calidad de la tinción histológica, que es crítica para la detección de nuevas neuronas.
Los investigadores demostraron que, tras someter muestras obtenidas de los mismos sujetos a distintos tratamientos químicos, se observaban números de células muy diferentes. Además, cuando dichos tratamientos eran más agresivos o prolongados en el tiempo, la señal emitida por las nuevas neuronas desaparecía completamente.
Con información de Nature Communications y Agencia SINC.