Estamos acabando con la especie que sobrevivió 300 millones de años
Limulus polyphemus, conocido comúnmente como cacerolita de mar, es un artrópodo considerado como especie de importancia evolutiva, ecológica, económica y biotecnológica. Aunque ha habitado el planeta desde hace más de trescientos millones de años, actualmente se encuentra en peligro debido a diversas amenazas que se presentan en su entorno.
Las costas de la península de Yucatán representan el único hábitat para la cacerolita de mar en todo el territorio mexicano, motivo que ha llevado a investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Instituto Tecnológico de Chetumal (Itchetumal) y el Instituto Tecnológico de Tizimín (Ittizimín) —estos últimos parte del Tecnológico Nacional de México (Tecnm)— a estudiar las dinámicas poblacionales de la especie, el impacto de la actividad antropogénica sobre la población y su capacidad como bioindicador ambiental.
En el marco del XXI Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional en México, Carmen Olivia Rosas Correa, investigadora de El Colegio de la Frontera Sur, Héctor Javier Ortiz León, profesor investigador del Instituto Tecnológico de Chetumal, Juan José Sandoval Gío y Teresita Correa Valdés, del Instituto Tecnológico de Tizimín, presentaron los resultados sobre el estado poblacional en que se encuentra la especie actualmente en la costa noroccidental de la península.
Héctor Ortiz León, profesor investigador y coordinador de Posgrado de la maestría en manejo de zonas costeras del Instituto Tecnológico de Chetumal, señaló que uno de los objetivos principales del proyecto fue conocer las percepciones en las localidades de la región en torno a la población de cacerolita de mar, especie de importancia comercial de las zonas costeras.
“Los pescadores pueden darse cuenta de la presencia o ausencia de la especie, por lo que parte del propósito fue conocer su punto de vista sobre sus poblaciones y cómo la están empleando. El resultado corroboró que el uso en estos últimos años ha sido la captura para la pesquería de pulpo principalmente”, señaló.
Carmen Olivia Rosas Correa, investigadora y coordinadora de Divulgación de la Ciencia en El Colegio de la Frontera Sur, señaló que la metodología consistió en realizar una encuesta con alrededor de 300 personas de los municipios de Río Lagartos y San Felipe. “Preguntamos a gente local y a algunos turistas sobre la abundancia observada, en qué sitios se ha visto mayormente, durante qué cambios temporales era más frecuente encontrarla y cuáles han sido los problemas que ha tenido la especie según lo que ellos han observado”, apuntó.
Otros tópicos del proyecto incluyen el número de individuos observados tanto vivos como muertos, adultos y juveniles, machos y hembras para obtener información estadística por unidad de área. Por otra parte, Juan José Sandoval, investigador del Instituto Tecnológico de Tizimín, se encarga de realizar un análisis toxicológico de los huevecillos de la especie para estudiar el impacto que ha tenido sobre ellos la contaminación y diversas actividades antropogénicas.
Disminución de cacerolita por pesca furtiva
A pesar de estar identificada como especie en peligro de extinción por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, la cacerolita de mar se extrae ilegalmente en diversas estaciones del año, afectando gravemente el número de poblaciones y sus procesos de reproducción.
Como resultado de la investigación, se encontró que ha habido una disminución de la población debido principalmente a su explotación como cebo para la captura de pulpo, ya que tiene un olor y un sabor particulares que atrae a los cefalópodos, y un pedazo de cacerolita puede servir para varias pescas.“El mayor porcentaje de la población señaló que la pesca furtiva para la captura de pulpo es la principal causa de la disminución. Otra buena cantidad de personas comentó que la alteración natural de la línea de costa con los rellenos y las inundaciones afecta la población de la especie, que usualmente utiliza toda la línea de costa para anidar”, comentó Rosas Correa.
La disminución de la población se constata también en investigaciones previas realizadas por la investigadora en la isla Holbox, donde dos décadas atrás podían encontrarse poblaciones abundantes que han disminuido ampliamente por el turismo.
“También comentan que ha afectado la alteración antropogénica como la contaminación y la infraestructura turística, pero lo más fuerte es la pesca furtiva ya que los pescadores saben que es un cebo efectivo para la captura de pulpo”, comentó la investigadora.
Para saber más sobre esta interesante especie, visita el artículo de Marytere Narváez en la página oficial de CONACyT.